‘La isla de las tentaciones’: En la primera hoguera de los chicos vemos llantos, enfados y decepciones
Y Zoé pedirá ayuda a las chicas para ir a la villa de los chicos
En el último programa de La isla de las tentaciones hemos visto la primera hoguera de las chicas. Ya habían visto algunas imágenes en Villa Paraíso, pero lo que vino después acabó de desesperarlas.
Muchos lloros, decepciones, incertidumbres e incluso una petición de hoguera de confrontación dejaron claro que estas chicas van a sufrir de lo lindo en esta edición. Y eso que la cosa no ha hecho más que empezar.
En el próximo programa veremos la primera hoguera de los chicos y la cosa no va a ir mucho mejor, o eso, por lo menos, es lo que podemos deducir del avance que hemos podido ver donde parece que eso de que 'hay más imágenes para ti' va dar más de un quebradero de cabeza.
LOS40
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Imágenes que no gustan
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“¿Te parecería bien que yo me pusiera delante de la chavala, pim, pam, pim, pam… a menear el paquete?”, pregunta Josué suponemos que después de ver algunas imágenes de su chica, Zoe, bailando en alguna fiesta.
“Si piensa eso de mí, no sé a qué viene esto”, se pregunta un Darío un poco descolocado. Todavía no sabemos qué es lo que le ha escuchado decir a Sandra, su chica.
“Pero, ¿qué hace? Se le está yendo la pelota”, aseguraba un, parece que indignado y decepcionado, Álvaro tras ver algunas imágenes de su chica, Rosario. Y sí, parece que la cosa es grave porque no puede evitar llorar desconsoladamente mientras sus compañeros intentan consolarle.
Entre lágrimas y fiestas
Y que conste que en Villa Paraíso las cosas no van a ir a mejor. Hemos visto llorando a Tania, muy bien atendida por uno de sus tentadores. Zoe tumbada en la cama en uno de sus momentos de desahogo dramático. A tanto ha llegado su desesperación que les pide ayuda a sus compañeras para llegar a la villa de los chicos.
Ah, y llegan nuevos solteros, Josué conoce a la que llega a su villa. Y habrá más fiestas con bailes que luego no se interpretarán bien y acercamientos peligrosos que harán sonar la alarma una vez más.
“Yo puedo controlarme”, le dice Álvaro a Sabela, una de las tentadoras. “Yo también”, le responde ella. “Pero, ¿quieres controlarte?”. la respuesta queda en el aire, pero la sirena suena.
Está claro que las villas son una bomba de relojería.
