El chantaje de un tiktoker a un kebab de Castellón moviliza Twitter: miles de reseñas positivas en unas horas
Las cuestionables quejas de un tiktoker bajo la amenaza del directo que estaba grabando le habían permitido irse sin pagar
No es la primera vez que sucede algo parecido ni será la última. Lo cierto es que la víctima más reciente de un chantaje a través de TikTok ha sido el dueño de un kebab de Castellón.
El incidente tuvo lugar hace unos días, concretamente en el restaurante de kebab ubicado en Castellón llamado Kebab Tanger Halal, lugar en el que se encontraba el tiktoker Jona Sánchez.
Este usuario de la famosa red social decidió hacer un directo en el mismo establecimiento, el cual llegó a contar con más de 350 personas. Durante la emisión del mismo, se dirigió al dueño del local para hacerle llegar diferentes (y cuestionables) quejas sobre la atención.
Por ejemplo, afirmó que había pedido su comida para tomar allí y se la habían puesto para llevar (algo que posteriormente negó el propietario). Tampoco le hizo gracia que no le pusieran “cubiertos para las patatas” o no incluyeran “un poquito de salsa para el burrito en un botecito”.
Agarrándose a todo esto, Jona consiguió irse del kebab a coste cero, después de que el propietario le devolviera el dinero y bajo la amenaza de que le iba a llenar el restaurante de reseñas negativas gracias a las personas que estaban en el directo.
Movilización en Twitter
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Este vídeo (que anda por el millón de reproducciones en TikTok) llegó a Twitter, esa red social capaz de movilizar a miles de personas y hacer magia, algo muy acorde a las fechas navideñas en las que nos encontramos y ha tenido lugar el incidente.
De esta forma, la app del pajarito hizo su trabajo y miles de usuarios se lanzaron a llenar de reseñas positivas en Google el Kebab Tanger Halal de Castellón. Vamos, exactamente lo contrario que le habría gustado al autor del chantaje.
Tras unos días con este movimiento, el local tiene casi 12 mil reseñas que le han llevado a alcanzar las 5 estrellas de valoración. Una situación que nos ha enseñado la cara y la cruz de lo que las redes sociales pueden dar de sí.