Crónica: Bryan Adams despierta a Madrid del letargo pandémico con 2 horas de rock
Recital de clásicos del canadiense en el primer gran concierto desde que llegó el coronavirus, con un Wizink Center totalmente entregado
Hace algo menos de dos años, lo que ayer sucedió se habría considerado como sacado de una utopía. O, mejor dicho, de la vida de antes de la que a veces nos olvidamos, producto del mal sueño en el que parece que estamos enfrascados desde marzo de 2020. Bryan Adams logró despertar a Madrid de este letargo pandémico gracias a lo que más nos gusta: el rock.
Esa voz rasgada, como en los casos de Steven Tyler o Stevie Wonder, sigue pasmosamente intacta a pesar del paso del tiempo. A sus envidiables 62, el canadiense dio un recital de clásicos en el primer gran concierto desde que llegó el coronavirus, con un Wizink Center totalmente entregado.
Tras una introducción mesiánica que puso a Bryan como el rockero salvador de la "música mala" actual, Kick Ass, uno de los temas de su próximo disco, dio el pistoletazo de salida entre besos y emociones fuertes entre el público. Pronto veremos esta canción como parte de So Happy It Hurts, disponible a partir del 11 de marzo.
Recital de clásicos
Los clásicos de discos como Reckless o On a Day Like Today no tardaron en aparecer. Can't Stop This Thing We Started fue la segunda de la noche y, con ella, la organización permitió que la primera fila de asientos se pusiera de pie en la valla, a pocos metros del cantante. Y, como dice la canción, esta cosa que empezamos no podía parar. Así llegó Run To You para alegría y euforia de los presentes.
Shine a Light, precedida de un "bienvenidos" en perfecto español, fue otra de las nuevas, la cual propició una estampa que vimos unas cuantas veces durante el show: la pista y las gradas plagadas de las lucecitas de los móviles (y algún que otro nostálgico mechero, todo sea dicho).
Ya era hora de una balada, y vaya la que eligió para llevar apenas cinco temas: Heaven. La favorita de muchxs (incluido un servidor) sonó a las mil maravillas gracias a la sobresaliente banda que llevaba: batería, bajo, guitarra y un piano que tuvo en esta su punto álgido.
Seguimos con más rock n' roll de la mano de Go Down Rockin'. A continuación, It's Only Love con un redoble de tambores para dar paso a... "no, no está Tina Turner". Cloud Number Nine sirvió como un pequeño respiro antes de que You Belong to Me sacara en la pantalla gigante a los mejores bailarines de la pista. "Beautiful people", aseguró el artista.
Homenaje a Paco de Lucía
La siguiente fue Have You Ever Really Loved a Woman?, que fue todo un homenaje a Paco de Lucía, con imágenes del fallecido maestro que participa en esta preciosa canción con su irrepetible guitarra.
Bryan Adams interpretó Here I Am y la pegadiza When You're Gone en solitario con la guitarra, ambas coreadas enérgicamente por el público. Pero para corear y cantar, (Everything I Do) I Do It for You, que llegó después.
Tras esta balada, fue el turno de cinco archiconocidas que sonaron como cañones. Mucho rock n' roll en el que fueron, probablemente, los mejores minutos del concierto: Back to You, The Only Thing That Looks Good on Me Is You, I'm Ready, 18 til I Die y el emblema del canadiense, Summer of '69.
La hora del público
Ese tramo podría haber servido para cerrar el concierto tras hora y media, pero había llegado la hora del público. Bryan animó a los asistentes a proponer algún tema que todavía no había sonado: Lets make a night to remember (dedicada a Elena), House Arrest (propuesta de Álvaro), Somebody (gracias a Diego) Please forgive me y Cuts Like a Knife, reclamadas por todo el mundo.
Adams y su sobresaliente banda se despidieron con un divertido baile, pero el frontman tenía que regresar para el bis. Él y su guitarra volvieron a escena con So Happy It Hurts, Straight from the heart y All for love, el clásico que cantó con Rod Stewart y Sting hace casi 30 años.
De esta forma, llegó el punto y final de una noche que nos recordó lo que es vivir la música en su máxima expresión: en directo. Muchas baladas inmortales y, sobre todo, mucho rock n' roll reinaron en Madrid en el inicio del tour So Happy It Hurts. A sus pies, Bryan Adams, y que esta realidad no haya hecho más que empezar: "es increíble que podamos estar aquí, no me canso de decirlo", dijo emocionado.
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