Especial
Jordi Sánchez comparte, en forma de carta, el impresionante relato de su experiencia con el covid-19
Y lo hace un año después de salir de aquella pesadilla
Jordi Sánchez es uno de los actores que ha pasado la covid-19 fuerte, intubado y dormido en un hospital. Pero logró salir y despertar de una pesadilla que ahora es capaz de expresar en palabras. Lo ha hecho en Vanitatis, en forma de carta a su yo del pasado, al de un año atrás.
"Mi querido compañero y amigo: el motivo de la presente es para hacerte saber la que se te viene encima, desde hoy y en los próximos meses, y que ni en tus sueños peores podrías imaginar”, empieza el relato.
Un relato que sitúa un domingo en el AVE Barcelona-Madrid, donde empezó a sentir escalofríos y empezó a darse cuenta de que algo no iba bien. Ya cuando llegó al rodaje de Señor, dame paciencia, le hicieron un test y dio positivo. Primero intentó pasarlo en casa, pero finalmente una amiga doctora le mandó para el hospital.
Una estancia de pesadilla
Te recomendamos
“Cuando llegues al hospital te van a dar un susto: “Te vamos a intubar, si quieres llamar a alguien…”. La primera llamada será para Eli, la persona junto a la que te ilusionas por las cosas desde hace ya muchos años, y la primera a la que llamas también cuando tienes disgustos y sustos. Y como siempre, y en la distancia, te tranquilizará, te cuidará. Con tus hijos no hablarás, porque no quieres preocuparles y porque cualquier cosa que suene a despedida ni la contemplas”, expresa en ese relato que parece ficción, pero que no lo es.
También llamó a su madre, que acababa de perder a su padre por covid, para informarla de que iba a ingresar y no podría llamarla desde el hospital porque no le dejaban, pero que todo iría bien. Y fue bien, aunque no fue fácil.
Durmió y no se despertó hasta 24 días después. Solo pudo tener comunicación con los suyos por video conferencia, pero fue suficiente para percibir la alegría de los suyos, aunque él no acababa de entender por qué.
Un despertar duro
“Te habrán caído treinta años encima. Te dolerán todos los huesos, hasta las manos. No podrás andar, no podrás escribir, no sabrás si puedes tragar, te costará dormir y no van a dejarte ni comer ni beber. Y las alucinaciones que vas a sufrir debido a la medicación te harán creer, entre otras muchas cosas, que uno de tus hijos ha muerto. Serán dos días horribles”, recuerda sobre aquel momento en el que todavía sufría alucinaciones.
“En muy poco tiempo, que a ti va a parecerte demasiado, todo va a mejorar y la vida comenzará a ponerse en su lugar de siempre. Cuando te digan que estás alucinando, y que tus hijos están perfectamente, vas a ser el hombre más feliz del mundo y vas a llorar como un niño de puro alivio, de agradecimiento, de alegría extrema. Y a partir de ahí todo irá siempre a más, a mejor, a bien”, recuerda sobre el alivio de saber que todos los suyos estaban viendo y que la muerte de su hijo había sido un mal sueño.
Poco a poco todo fue mejorando hasta que llegó el día que pudo salir del hospital. “Pisarás el asfalto como si fuese el cielo. El resto de la historia será buena, muy buena, y consistirá en recuperar una vida que a ti ya te gustaba y que no hacía falta que te la tocaran tanto para darte cuenta de que estaba bien”, reflexiona.
Y a partir de ese momento, las cosas solo empezaron a mejorar. “No va a quedarte ninguna secuela y al poco tiempo de llegar a tu casa te llamarán para hacer una peli, y te sentirás con fuerzas y la vas a hacer bien. Y vas a poder seguir disfrutando de la gente, de un oficio que adoras y de la vida, como si todo hubiese sido un sueño, una pesadilla horrible, un disgusto”, termina antes de señalar que un año después lo va a celebrar comiendo un arroz con la gente que quiere.
Porque sí, ha pasado un año ya.
Cristina Zavala
Periodista enamorada de todo el entretenimiento. Enganchada a la tele, los libros, los últimos lanzamientos...