Especial
"Can I go where you go?" ¿Qué tiene que decir Taylor Swift sobre el amor?
Repasamos la evolución de la idea del amor de la artista a lo largo de su carrera con motivo del primer aniversario de 'Love Story (Taylor’s Version)'
Este 12 de febrero se cumple un año desde que Taylor Swift lanzase Love Story (Taylor’s Version), el single con el que daba el pistoletazo de salida a las regrabaciones de sus másteres y comenzaba a reclamarse como dueña de sus seis primeros discos.
Lo hacía un 12 de febrero, a escasos días de San Valentín, con una estrategia claramente comercial: Love Story es probablemente una de las canciones más conocidas de la artista, y la cercanía con el Día de los enamorados auguraba un éxito en ventas y reproducciones. Así fue. Love Story (TV) rompía el record de escuchas en Spotify para un single en su día de estreno con un total de 6,31 millones de streams.
Love Story, además, se lanzaba como una declaración de intenciones. Swift, que a lo largo de su trayectoria se ha visto criticada por plasmar en sus canciones sus experiencias amorosas y ha sido acusada de sacar tajada del fracaso de sus relaciones, estrenaba un single que recoge toda la esencia de su carrera, demostrando sentirse orgullosa del trabajo realizado.
Un año después, los números siguen abalando a la de Tennessee como una de las artistas más importantes del panorama musical actual: Fearless (Taylor’s Version) y Red (Taylor’s Version) suman más de 2.000 millones de reproducciones en Spotify y ambos superan el millón y medio de copias vendidas en todo el mundo.
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En pleno mes del amor, hacemos un repaso por la discografía de Taylor para ver cómo han evolucionado sus ideas en torno a uno de los temas que la han marcado como artista y como persona. ¿Qué concepto del amor encontramos en sus primeros discos frente a sus últimos trabajos? Hace 16 años que las canciones de Taylor Swift nos acompañan, y sus experiencias e ideas han ido moldeando las letras de sus melodías dejando atrás una concepción sobre el amor que, adelantamos, ha dejado de estar idealizada y ser tóxica para dar paso a un sentimiento sano y maduro.
FEARLESS
Tras un primer disco en el que Taylor Swift se daba a conocer como una nueva artista country y conseguía grandes resultados de ventas en Estados Unidos, la cantante de Love Story alcanzaría su éxito comercial internacional con su segundo álbum de estudio, Fearless.
Se trata de un disco donde su visión del amor estaba completamente idealizada. En plena adolescencia, Taylor Swift escribe canciones re-imaginando una de las grandes obras de Shakespeare (Love Story) y adquiriendo la posición de una princesa que espera la llegada de su príncipe azul. Las referencias a los cuentos de hadas aparecen en canciones como Today Was A Fairytale o White Horse, hablando en esta última desde el punto de vista de una decepción amorosa.
Taylor Swift lanza este álbum con 18 años, pero escribe la mayoría de sus canciones durante los dos anteriores, por lo que muchas de las historias que narra ocurren solo en su imaginación y no tienen una base biográfica. En cualquier caso, eso no le impide soñar con bailar bajo la lluvia (Fearless), ser la protagonista de una comedia romántica adolescente (You Belong With Me) o hablar de la obsesión y el desasosiego que acompañan a las primeras relaciones amorosas (That’s The Way I Loved You).
Forever & Always es una de las canciones del disco que sus fans relacionan con una experiencia amorosa real, su noviazgo con Joe Jonas. En ella habla sobre el fracaso de una historia que parece perfecta hasta que un día las cosas cambian de repente sin saber por qué, de las expectativas no cumplidas y de la sensación de que su vínculo agoniza mientras en su cabeza se repite el momento en el que él le prometió que iban a estar juntos para siempre.
RED
En 2012 Swift lanzaba Red, su cuarto disco. En él se desmarcaba completamente de la Taylor que se aproximaba al amor desde los cuentos de princesas y la idealización de Fearless para abordar lo que ella misma denominaba las “relaciones rojas”.
En el prólogo del disco las describe como “aquellas que fueron de cero a 120 kilómetros por hora para chocarse con una pared y explotar”. Relaciones que se viven con gran intensidad pero que terminan de repente, y que nacen de la necesidad de amar a alguien tan intensamente y con tanta ilusión que nos lanzamos de cabeza sin mirar el fondo de la piscina, sin hacer caso de las señales que nos avisaban de que no iba a funcionar. Relaciones que terminan con el corazón roto y con una sensación de vacío y decepción de la que es difícil despegarse.
Sobre este tipo de relaciones escribe la cantante en Red, I Knew Your Were Trouble, We Are Never Ever Getting Back Together, All Too Well o The Moment I Knew. En estas canciones habla desde la rabia, el desprecio o la tristeza, aunque también deja espacio para otras donde desde la distancia es capaz de reconocer la felicidad que la acompañaba durante los mejores momentos de su relación, como Holy Ground.
En I Almost Do se permite sentir el vacío que ha dejado en ella esta experiencia y reconocerse vulnerable al pensar en lo que estará haciendo la otra persona en ese preciso instante. Repasando mentalmente sus rutinas se da cuenta de que lo mejor fue separarse, sabiendo que hacer una llamada y volver a ponerse en contacto solo convertirá su saludo en una nueva despedida.
LOVER
Siete años más tarde, el lanzamiento de Lover se convierte en la contestación de la artista a su cuarto disco. El prólogo de Red del que hemos hablado antes termina de la siguiente forma: “Hay algo de lo que sentirse orgullosa al pasar página y darse cuenta de que el amor real tiene un brillo dorado como la luz de las estrellas, y que no se desvanece o combustiona espontáneamente. Quizás algún día escriba un álbum entero sobre este tipo de amor, si alguna vez lo encuentro”.
Taylor Swift saca su lado más romántico en Lover para hablar del amor desde diferentes perspectivas, predominando el amor de pareja pero también el de la familia, la amistad y el amor propio. Con la madurez y la experiencia que ha conseguido con el paso de los años, la cantante habla de cómo su relación con el actor Joe Alwyn comenzó siendo una amistad con derechos, donde tenía miedo de ser rechazada al confesarle sus sentimientos (Cruel Summer), para convertirse en una relación estable donde sentirse con la seguridad suficiente para preguntar “Can I go where you go? / Can we always be this close?” en Lover.
En Afterglow habla de la importancia de la comunicación en la pareja, de reconocer los errores cuando se hacen las cosas mal y de pedir perdón cuando es necesario. En The Archer habla de la confusión que sintió en uno de los peores momentos de su vida, cuando confió en las personas equivocadas y los que eran sus amigos se convirtieron en enemigos; de no saber lo que hacer con claridad y del miedo a no ser suficiente. Por otro lado, en Cornelia Street aborda cómo hay ciertos momentos vividos en una relación que inevitablemente se asocian a lugares especiales, y la imposibilidad de transitarlos cuando estas relaciones terminan.
La cantante cierra el disco con Daylight, una canción que habla sobre el amor propio, sobre la capacidad de salir de una época de gran oscuridad para adentrarse en la luz del día, de dejar de estar a la defensiva porque la noche ha dado paso a la mañana. De querer permanecer en la luz porque es lo que le hace feliz y le da estabilidad, de haber llegado a la misma conclusión que al final de su prólogo en Red: el amor de verdad no tiene un color rojo brillante, sino que es dorado como la luz del día.
Parece que Taylor Swift ha encontrado su clave de la felicidad: es indispensable el amor propio para establecer relaciones sanas, para que pueda existir la admiración sin pasar por la idealización, para construir vínculos basados en la confianza y la comunicación. Para encontrar el hogar en los brazos ajenos y ser capaz de preguntar ¿puedo acompañarte?
Mario Caridad
Redactor en LOS40. Ana Mena y Taylor Swift son mi Imperio Romano. Un poco como Lalola: en el momento...