Una psicóloga analiza las reacciones de Rocío Flores tras su interveción en 'El programa de Ana Rosa'
La profesional Lara Ferreiro profundizaba en algunas claves del comportamiento de Rocío Flores en su última intervención televisiva
La brecha familiar entre Rocío Carrasco y su familia mediática sigue ocupando minutos dentro de los programas nacionales del corazón. Tras la intervención de la hija de Rocío Jurado en El programa de Ana Rosa, donde comunicaba su decisión de que de ahora en adelante iba a mantener a su hija a un lado en sus intervenciones televivas, el 17 de febrero llegaba el turno de Rocío Flores dentro del mismo espacio.
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La hija de Antonio David Flores expresaba delante de Joaquín Prat que le hubiese gustado que la decisión de su madre de dejarla al margen se hubiese tomado antes de rodar el documental y, a pesar de respirar tranquila porque se iba a dejar de hablar del conflicto que las separa, Rocío Flores explicaba también que la puerta a una reconciliación estaba cerrada.
Ese mismo día, desde el programa de Ya son las ocho presentado por Sonsoles Ónega, se contaba con la intervención de la psicóloga Lara Ferreiro para analizar el cambio de actitud de la nieta de Rocío Jurado y dar las claves de los conflictos emocionales internos que podría estar atravesando la colaboradora, que en las últimas intervenciones había pasado de tener una posición más defensiva a romperse y mostrarse dolida tras las vivido en los últimos meses.
Los tres frentes de Rocío Flores
Lara Ferreiro hacía un resumen de los que consideraba que eran los tres problemas a los que se enfrentaba Rocío Flores en estos momentos. Por un lado se encontraría la relación consigo misma: "podría estar sufriendo un trastorno disociativo, que cuando tenemos traumas lo que ocurre es que nuestro cerebro los esconde muy lejos y tienes una anestesia emocional que te impide procesar tus emociones".
Por otro lado aparece la relación con su padre: "Tienen una relación fusión, la misma identidad. Ella tendría que trabajar en su propia identidad para separarse del padre. Tendría que diferenciar lo que es la relación entre adultos, entre sus padres, y la relación de ella con cada uno de los padres". Además, la profesional explicaba que la colaboradora debe aprender a diferenciar una mentira de una verdad, pudiendo estar sufriendo el sindrome de las falsas memorias al haber trasformado en cierta una mentira repetida como verdad durante mucho tiempo a lo largo de los años.
Finalmente aparece la relación con su madre, una "relación isla", al encontrarse tan separadas. Ferreiro explicaba que para que se diera una reconciliación entre ambas es necesario la intervención de un mediador o una terapia terapia familiar, aunque en estos momentos no parecía posible debido a que "las posiciones son muy díciles". La terapia individual, el trabajo de los traumas y una reparación pública y privada son imprescindibles para que una futura relación entre madre e hija sea posible. El tiempo nos dirá si somos testigos o no de este acontecimiento.
Mario Caridad
Redactor en LOS40. Ana Mena y Taylor Swift son mi Imperio Romano. Un poco como Lalola: en el momento...