Especial
Las 4 enseñanzas de 'Encanto' que los padres deben trasladar a sus hijos
El neuropsicólogo Álvaro Bilbao comparte en redes las enseñanzas que transmite la película
Desde que Disney estrenase el pasado mes de noviembre Encanto, la película centrada en la familia Madrigal, todo han sido buenas noticias para la factoría del ratón animado. La cinta ha conseguido una recaudación de 240 millones de dólares en las salas de cine de todo el mundo y, tras su lanzamiento en Disney Plus la Nochebuena del 2021, millones de hogares hicieron de la cinta un imprescindible durante las Navidades.
Además, Encanto también ha conseguido un éxito sin precedentes con su banda sonora: La canción We don't talk about Bruno lleva cuatro semanas ocupando el podio de las listas más importantes de Estados Unidos, tanto en ventas como en reproducciones (Billboard Hot 100, Top 50 Estados Unidos en Spotify y Billboard Global 200). Del mismo modo, la canción Dos oruguitas de Sebastián Yatra está nominada a Mejor canción original en los Premios Oscar 2022.
Tal es el éxito de la historia de la magia de la familia Madrigal que desde su estreno muchos profesionales y personas de todo el mundo se han dedicado a analizar los mensajes que transmite la película. Entre todos ellos, el neuropsicólogo Álvaro Bilbao compartía en su cuenta de Instagram una publicación donde abordaba cuatro enseñanzas distintas que los padres pueden trasladar a sus hijos tras ver la cinta, disfrutando en familia de sus valores y letras pegadizas.
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¿Qué nos enseña Encanto?
Por un lado, Luisa es la hermana fuerte de la familia, no solo en lo que tiene que ver con lo físico sino la que soporta y se hace cargo de los problemas de la familia. Esto le hace aguantar una presión inmensa que conlleva situaciones de estrés, ansiedad y, que, finalmente, se rompa y pierda su fuerza. El personaje de Luisa enseña a pequeños y mayores que hay que pedir ayuda cuando es necesario, que una persona no tiene que soportar todo el peso de su familia.
Isabela, que a simple vista representa la perfección, vive infeliz por intentar cumplir con unos estándares y llegar a unas expectativas imposibles. Cumplir su papel dentro de la familia y hacer lo que todo el mundo espera de ella le provoca una tristeza inmensa. Isabela nos ensaña que no hay que ser perfectos para satisfacer a los demás.
La tía Pepa, por su parte, es capaz de controlar el clima, que cambia en función de su estado de ánimo. Al final, desarrolla una codependencia absoluta, pues durante toda su vida le han hecho creer que para que todo vaya bien tiene que estar siempre feliz. Pepa enseña a los más pequeños que los momentos de tristeza también son importantes, que no es sano pedir una felicidad constante a los niños de la casa.
Pero la enseñanza más importante es que hay que hablar de los problemas y no ocultarlos. En We don't talk about Bruno la familia explica que su desaparición dentro de la familia se debe a que tenía el poder de predecir lo que iba a ocurrir, y que sus visiones siempre eran negativas. El hecho de no hablar de los problemas que derivan en traumas es lo que hace que en un momento de la película los Madrigal se desmoronen y se pierda el encanto. Hay que enseñar a los hijos que hablar de los problemas es la mejor forma de cuidar la salud mental, de esta forma estaremos contribuyendo a que tengan un desarrollo emocional óptimo.
Mario Caridad
Redactor en LOS40. Ana Mena y Taylor Swift son mi Imperio Romano. Un poco como Lalola: en el momento...