Especial
Tears for Fears: “Nuestra fortaleza y nuestra debilidad es que somos muy parecidos”
Bruno Sokolowicz habla con el dúo británico de su regreso a la música con ‘The Tipping Point’, la inspiración de sus letras y sus planes de futuro
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Tears For Fears es uno de los dúos classic de la historia. Su nombre está escrito con letras doradas en la historia de la new wave británica de principios de los 80. Curt Smith y Roland Orzabal han ido plasmando a lo largo de su trayectoria letras que tienen que ver con la humanidad y sus problemáticas, los trastornos psicosociales, muy críticos con las tendencias políticas propias de la época.
Ahora, 17 años después de la publicación de su último disco, han publicado The Tipping Point, su nuevo trabajo, en el que ambos músicos hablan de un punto de inflexión como forma de encontrar el equilibrio necesario para vivir mejor. Bruno Sokolowicz habla con los miembros de la banda sobre sus nuevas canciones, la inspiración de sus letras y sus planes de futuro.
PREGUNTA (P): Felicidades por vuestro nuevo álbum The Tipping Point. Han pasado 17 años, ¿por qué habéis tardado tanto?
CURT: No hay una razón específica. Después de Everybody Loves a Happy Ending en 2004, sentimos que hicimos un buen disco, regresamos juntos, tuvimos una bonita historia para crear este álbum y luego comenzamos a hacer giras un año tras otro. La gira empezó a hacerse más y más grande, se empezó a hacer más popular y mejor con el paso del tiempo. Creo que hace 6 o 7 años llegamos al punto en el que sentimos que la única forma de mejorar los conciertos sería grabando nuevas canciones, así que esa fue la idea inicial. Entonces, las compañías de management y discográfica se involucraron y nos sugirieron algunos nombres como productores y compositores, y eso no salió muy bien. Todo ese tiempo pasó y a finales de 2019 solo estábamos nosotros dos después de haber perdido nuestra compañía discográfica y decidimos que queríamos grabar un disco. Nos preguntamos ¿cómo podemos hacer que eso tenga un sentido para nosotros? En realidad, fue bastante simple, el proceso real de terminar el disco fue realmente muy corto, literalmente tardamos tres meses.
P: ¿Algunas de las nuevas canciones se grabaron hace años o solo se compusieron entonces?
ROLAND: Alrededor de la mitad del álbum se grabó hace algunos años, pero las actualizamos cuando lo grabamos por completo. Regrabamos las voces, cambiamos las letras... diría que hicimos el corazón y el alma del álbum: la parte sanadora del disco. La que suena más calmada, serena y relajada viene de 2020.
P: Las canciones sobre la calma y la paz como Rivers of Mercy. ¿Vivís en América o dónde estáis ahora?
ROLAND: Yo estoy en Inglaterra.
CURT: Roland tiene muchas casas (risas). Yo estoy en Los Ángeles.
P: The Tipping Point es como la gran canción de regreso de Tears for Fears, además del nombre del álbum, pero suena como una canción de despedida de la gente a la que has amado tras su lucha entre la vida y la muerte. ¿Es así?
ROLAND: Sí, es una canción muy triste. Personalmente, creo que es una canción de amor para los que están muriendo. Está inspirada en el momento en que mi mujer estaba en su el peor momento de su enfermedad mental relacionada con el alcoholismo... fue un momento muy difícil para todos los involucrados. The Tipping Point en este sentido se refiere al punto de inflexión entre la vida y la muerte, cuando estás en una sala de hospital mirando a alguien que está muriendo, te das cuenta de que la vida es corta, ese momento de transición donde mientras ella está viva en la memoria, su alma se va y deja una cáscara vacía. Pero el nombre del álbum, The Tipping Point, es un poco menos personal y algo más social, Curt te lo puede explicar muy bien, habla del estado actual del mundo y de todo lo que ha pasado en los últimos años. Son todos los puntos de inflexión simultáneos que estamos viviendo. El cambio de paradigma del que todo el mundo habla.
CURT: El título del disco tiene un significado más global para mí, que el de la propia canción que es más personal. Si miras lo que está pasando a nivel mundial políticamente, el ascenso de la ultraderecha, Black Lives Matter, el movimiento Me Too, la pandemia o la crisis medioambiental, definitivamente nos encontramos en un punto de inflexión. Especialmente con las noticas y la manera en la que se comparte la información. Por cada acción hay una reacción igual y opuesta. En Estados Unidos ahora hay un sesgo muy derechista, especialmente después de la era Trump, y luego, de repente, todo tiene que ir al otro lado, por lo que tienes esta reacción en contra, de extrema izquierda. Tu deseo sería no tener ninguno de los dos extremos, sino un punto de equilibrio. Para mí el punto de inflexión o cambio de paradigma es el deseo de equilibrio en todo.
P: Lo siento por tu pérdida, Roland. Hablando de las luchas de las mujeres, tenéis la canción Break the Man, contra lo peor del patriarcado y para empoderar a las mujeres, que conecta con Woman in Chains de 1989 del álbum The Seeds of Love, pero que va un paso más allá.
ROLAND: En realidad no habla del deseo de llegar al fin del abuso y el maltrato a la mujer, como Woman in Chains. Break The Man reivindica la igualdad para la mujer inspirados por el movimiento Me Too. Los cuatro años de Donald Trump y el refuerzo de esa masculinidad tóxica fue algo totalmente ajeno a mí, viniendo de una familia con tres mujeres muy fuertes: mi esposa y mis dos hijas. De nuevo es la búsqueda del equilibrio. Cuando escucho cosas como lo que dijo Sean Penn el otro día que el hombre se ha feminizado y que adoptando ese rol lo único que hace es debilitarse, pienso que no es un tema de ceder sino de paridad, de justicia. Obviamente no hay equidad entre hombres y mujeres en el mundo en lo que respecta al poder. Me gustaría que fuese más equilibrado, eso es eso más o menos de lo que habla la canción.
P: Veremos cómo evoluciona el mundo. En los últimos 40 años hemos crecido con vuestras canciones, y probablemente, esperemos, veamos en los próximos avanzar en términos de igualdad de género. Otra canción de vuestro nuevo álbum, No Small Thing, es un viaje musical alucinante sobre la libertad, con ecos de country folk polvoriento procedente del campo americano de los años 70 y la esencia de Tears for Fears, que para mí es hacer magia con vuestras voces. ¿Diríais que esta canción contiene el alma americana de Tears for Fears?
ROLAND: Dios, es una buena pregunta. Ciertamente hay mucho de americana ahí. Cuando era pequeño, mis padres tenían una agencia de entretenimiento donde las mujeres eran strippers y los hombres o cantaban estilo Elvis o en plan Johnny Cash, más country & western. Esa fue gran parte de mi infancia, por eso la primera canción que escribí fue un plagio de Johnny Cash (risas). Así empecé a caminar como músico. En No Small Thing usamos esas imágenes, porque cuando hablas de Libertad te vienen esas imágenes de América, la tierra de la libertad, cargadas de simbolismo: el cowboy, los caballos... Y a medida que la canción va entrando en ese caos sonoro heredero de Led Zeppelin, las imágenes van evolucionando desde la idea más romántica de América hacia la realidad de los Estados Unidos de hoy, con las revueltas y las máscaras. Pero no habla solo de América, porque es algo que está pasando en todas partes.
P: Ahora que has mencionado a Elvis, cuando erais adolescentes, antes de llamaros Tears for Fears ¿No hicisteis una canción llamada Elvis Should Play Ska en la que os referíais a Costello y no a Presley?
CURT: Sí, era una canción sobre Elvis Costello.
ROLAND: Fue probablemente la cima de nuestra carrera musical [ironía].
CURT: Es el motivo por el que Elvis nos hizo disolver aquella banda (risas).
P: ¿Cómo os llamabais?
CURT y ROLAND: Graduate.
ROLAND: Hay una canción de David Bowie que a mí me encanta pero que él odiaba, le avergonzaba The Laughing Gnome...
CURT: Es buenísima.
ROLAND: Pues él decía que después de eso ya solo podía ir hacia arriba. Algo parecido nos pasó a nosotros con Elvis Should play ska.
CURT: A partir de ahí solo podíamos mejorar. O abandonar (risas).
P: Leí en una entrevista que uno de los aspectos que os mantuvo artísticamente bloqueados fue que vuestro anterior management intentó sin éxito haceros trabajar con productores y compositores con los que no conectabais. Pero al final os han salido unas cuantas canciones con gancho como End of The Night.
CURT: No es que no lo disfrutáramos del todo. En algunos aspectos sí que nos gustó. Nos encanta trabajar con Sacha Skarbek y y Florian Reutter. Pero lo enfocamos mal al principio, particularmente nuestra discográfica y el management, en busca de un single pegadizo. Y nosotros nunca hemos trabajado así. A lo largo de toda nuestra carrera siempre hemos buscado hacer buenos discos. Seguimos siendo fans del formato álbum. Por ejemplo, este disco dura 43 minutos y es perfecto para la Cara A y la Cara B en la versión de vinilo. No lo planeamos así, es una coincidencia, pero funciona. Llegado un punto en el que teníamos una veintena de intentos de single de éxito a medias, alguno bueno otro no, nos dimos cuenta de que no éramos nosotros. No estábamos siendo nosotros. Parecía que intentábamos ser otros. Y somos lo que somos, tenemos 60 años, no podemos ser otros. Una vez entendimos esto, y que somos una banda que hace discos, cuando perdimos nuestro sello discográfico, nuestro managament y ya solo quedamos nosotros dos, decidimos que queríamos terminar este álbum, no seguir buscando el single de éxito. Queríamos completar el proyecto de disco entero. Así que volvimos a las grabaciones que habíamos hecho, nos quedamos con 5 canciones que sí encajaban en la narrativa del disco y las demás salieron solas, en realidad fue un proceso muy fácil
P: Os conocéis desde que érais pequeños, habéis hecho grandes canciones juntos, aunque no habéis estado siempre juntos, me gustaría que cada uno de vosotros nos describa lo mejor y lo peor del otro, si os parece bien.
CURT: Lo mejor y lo peor que tenemos, en una palabra, es que somos muy similares. Tenemos una trayectoria y unos referentes muy parecidos. Ambos somos muy tercos, motivados, y por ahí viene tanto lo bueno como lo malo. Si las cosas no encajan chocamos nuestras cabezas como cuando en esta sociedad polarizada ves en los medios de comunicación discutir y chocar las ideas dogmáticas de la derecha y la izquierda mientras lo interesante está, como en The Tipping Point, en el equilibrio. Lo mejor de Tears for Fears es cuando nos encontramos en el medio. Así que nuestra fortaleza y nuestra debilidad, y las cosas que menos y más me gustan de nosotros es que somos muy parecidos.
ROLAND: La debilidad de Curt es mi fortaleza, y mi debilidad es la fortaleza de Curt.
P: En mayo 2022 empieza vuestra gira americana. ¿Vendréis a Europa? ¿Algún recuerdo de España para compartir?
ROLAND: ¡Vamos, España! ¿Me lo preguntas a mí? (en castellano:) 'Mi nombre es Orzabal de la Quintana'. Por supuesto, tenemos un montón de buenos recuerdos de España. Como cuando hicimos el concierto con orquesta Night of the Proms. Tenemos una relación especial con España, todavía no tenemos planificada gira europea. Veamos cómo evolucionan las medidas sanitarias. Ahora tenemos una parada en Inglaterra coincidiendo con el lanzamiento del disco y Boris Johnson va a levantar todas las restricciones porque es un gran fan de Tears for Fears. Así que esperaremos que los demás países europeos vayan abriéndose progresivamente.
CURT: Sí, ahora es muy complicado planificar las cosas con mucha anticipación porque no sabemos cómo evolucionará la pandemia. Sabemos que podemos tocar en EUA y en UK. Esperamos poder ampliar la gira y pasar por España, siempre nos lo pasamos muy bien allí, así que esperemos que la pandemia remita y las restricciones desaparezcan así podemos ir y tocar en más sitios.