Barbie Recanati: Hablamos de Shirley Manson, el feminismo, la industria y las mujeres rockeras invisibilizadas
Publica ‘Mostras del rock’ con historias sobre mujeres esenciales en la música que no están en los libros
Si nos vamos al origen del rock and roll seguro que te vienen a la mente el nombre de muchos artistas como Elvis Presley, Little Richard o Chuck Berry, ninguna mujer. Pero, ¿sabías que la primera vez que se grabó un blues, lo hizo una mujer? Es solo un grano de arena de la invisibilidad que se le ha dado al sector femenino en la historia de la música.
Barbie Recanati es una artista argentina que ha intentado ponerle solución a esa injusticia y tras elaborar un podcast en su país recogiendo estas historias y transformarlo en un libro, lo lanza ahora en España: Mostras del rock.
Su lucha feminista es bien conocida en su país y no entiende la vida desde otro prisma. Es mujer, madre y música y está convencida de que el discurso tiene que cambiar. Este 8M está volando a nuestro país, pero antes hemos podido hablar con ella.
8 de marzo, ¿qué significa esta fecha para ti?
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Viviendo en Buenos Aires significa mucho al punto de que desde hace unos años es una fecha que tengo tachada en mi calendario toda la semana porque Argentina lo toma como una semana de actividades muy intensas el Día de la Mujer Trabajadora y, de hecho, este ha sido un fin de semana muy intenso tanto por el 8M como por el 7M que, en Argentina, es el Día de la Visibilidad Lésbica. Se juntan esos dos días y es una jornada bastante extensa e intensa donde lo cultural predomina, pero hay mucho debate y discusiones, asambleas, movilizaciones… Es una fecha de mucho trabajo.
¿Qué supone para ti el feminismo?
Una identidad y una forma de vida. Una vez que entiendes que es tu forma de vivir, vas a comprar una lámpara y la compras siendo feminista. Cada decisión que tomas, la tomas a través de esa lupa. Cuando entiendes que el feminismo es anti sexismo a veces puede sonar autoritario, pero es todo lo contrario, es la única forma de vida que deberíamos comprender.
¿Cuál crees que es el principal cambio en la visión que se tiene de la mujer?
Creo que globalmente hubo un cambio en el mundo occidental en la mirada sobre la mujer es que hay que temerla. Creo que eso es bueno. Fue mucho tiempo de creer que las mujeres no se iban a animar a juntarse, a decir y creo que se perdió. Se veía y se comprendía más en espacios más chicos y cerrados de militancia, pero no tanto, de repente, en el mainstream. A veces parece estúpido, pero que una mujer de la televisión famosa y bien vista es a la que se empieza a temer es muy nervioso.
Estamos experimentando muchos cambios, en el musical, ¿cuál crees que es el principal?
Creo que justo en Argentina hace dos años se aplicó la ley de cupo que pide a todos los festivales tener un cupo mínimo de artistas mujeres y, a partir de ahí, el debate se amplió un montón. Lo que sí entiendo que en la música está pasando es que ya se ha entendido y se acepta que es muy necesaria la equidad y va muy rápido. Primero es como que no hay mujeres y, después, pasa a un plano interracial y un plano que tiene que ver con los estilos de música, la equidad en general. creo que la mujer está ocupando un plano muy grande en la música, mucho más allá de la participación de las mujeres, como impulsando esa equidad. Lo que me sorprende mucho es que tiras una semilla a la tierra con respecto a la equidad y en un año tienes un millón de bandas increíbles y solistas increíbles, que no habrían existido sin esa semilla, pero que estaban ahí esperando a que algo suceda para salir a flote. Es combatir ese discurso de que no están y de que no hay.
En 2018 haces un podcast sobre la mujer en la historia del rock, ¿qué te mueve a meterte en esta investigación?
Me invitaron desde Futurock que es una radio digital de Argentina a hacer un podcast sobre mis ídolas mujeres. Yo soy música desde hace muchos años en Argentina y cualquiera que me sigue sabe que soy fanática de Patti Smith, de Debby Harry y, un poco, me invitaron a hablar sobre eso. Yo fui contenta a hablar sobre ellas, pero cuando empecé a armar el guion encontré una historia sobre el primer blues. Era una introducción y era el primer blues grabado en la historia y eso era Mami Smith, una mujer afrodescendiente, pobre, de los clubes de vodevil de Harlem, y era la primera persona que grabó un blues. Y ese blues inventó todo porque gracias a ese blues despertaron las listas de R&B en Estados Unidos y se inventó el rock, el blues, el todo a nivel comercial. Cuando me di cuenta de que ese primer paso lo había dado una mujer y que yo, melómana, no lo sabía, dije ‘creo que este podcast no tiene que ser sobre Patti Smith y Debby Harry, sino que tiene que ser sobre todas las historias que yo no conocía’. Empezó como un juego y fueron siete capítulos y cuando los terminé tenía una furia y un enojo adentro que pocas veces había experimentado. Por eso hoy se transformó en una columna radial que tengo todas las semanas desde hace un par de años.
Dices que son historias que tú no conocías, pero ¿te ha resultado fácil acceder a esas historias?
No, de hecho, el libro Mostras del rock es en forma de cómic, novela gráfica y fanzine porque son 50 historias no oficiales que muchas están sacadas de conversaciones en biografías ajenas o están sacadas de vídeos o de testimonios de personas que ya murieron, pero tengo muchos libros de texto de música y no están en esos libros. El ABC del rock, La historia del blues… y no están ahí, es como si hubiera sido intencional, porque la importancia no la niega nadie. Vas a los hechos y son muy importantes, hubo una intención muy grande de que no estén.
En el prólogo, Roberta Marrero, asegura que este libro es “como la habitación de un adolescente con posters de sus ídolas”, ¿lo ves así? ¿qué posters había en tu habitación de adolescente?
Sí, definitivamente lo veo así porque hay algo muy arbitrario en este libro y es que es una línea de tiempo sobre la música que yo escuché toda mi vida, y las historias que a mí me fueron robando de esa línea de tiempo. No hablo de jazz porque no era la música que a mí me había influenciado en ese momento, ni hablo tanto de pop sino que hablo de las raíces de mi adolescencia, es muy personal. Definitivamente podía ser la habitación de mi adolescencia que habría deseado más que la que tenía. Siousxie, Debby Harry, Patti Smith, PJ Harvey estaban en mi habitación, esas eran como mis ídolas… Shirley Manson, eran como mis pilares de adolescente.
Mencionabas a Shirley Manson, ¿cómo se vive el pasar de tener una ídola a una amiga?
Para mí fue una enseñanza regrande, también como música. Tengo una relación con Shirley que va desde 2012 a 2022 y me llevó como cinco años aceptar que ella estaba siendo mi amiga y no una persona muy condescendiente. No entendía por qué me escribía o por qué cuando me veía gritaba y me abrazaba. No podía entender que una persona de su tamaño profesional pudiera tener interés en vincularse con una persona de mi tamaño profesional. Eso para mí fue una enseñanza grande. En Argentina es muy común que vas a tocar un concierto y te dicen, ‘no, a ese camerín no accedas, no mires, ese baño no puedes usarlo’, siempre hubo como una diferenciación muy grande en el tamaño de los artistas y te lo hacían sentir. Shirley me enseñó lo contrario y, de hecho, hoy es algo que vivo a día a día gracias al feminismo porque no sucede, en Argentina, entre las mujeres lesbianas, trans, sucede cuando están los varones involucrados.
Esas artistas “nos han enseñado que no hay una sola forma de ser mujer”, ¿cuántas hay?
Las que quieras, ese es el punto. A veces está bien cuando hablas al mundo de las mujeres porque ocupan un lugar tan solitario en el mundo que es una manera fácil de acceder a la palabra y de hacerte entender y movilizar una lucha, pero por lo menos, en Buenos Aires, uno de los debates número uno que hay ahora es que la gente se desencaja haciendo encajar a las personas. ¿Qué eres, ella, elle, él? Creo que la eliminación del binarismo todavía lo tenemos lejos, pero es una de las luchas más importantes que se vienen, pero mujer es ser absolutamente todo lo que quieras ser.
Confiesas que a ti te marcó una película como American Pop que viste cuando tenías 7 años, ¿qué significó para ti?
Con el paso del tiempo entiendo que significó mucho. Durante muchos años nunca lo conté. Un día dije: Creo que esto que pensé que era una tontería que no había ido más allá de que me animó a tocar la guitarra cuando recordé que de lo único de lo que me acordaba con mucha fijación de esa película era Grace Slick cantando y empecé a comprender la importancia de que haya referentes en los medios de comunicación. Una nena de 7 años estaba mirando la tele y si esa escena no hubiera estado en televisión, tal vez me hubiera impactado una película de Beethoven y hubiera sido veterinaria.
Eso sí que está cambiando, las nuevas generaciones sí van a contar con esos referentes, ¿no?
Creo que hay que aprovechar que es un momento de debate porque a veces pasa que empiezan las guerras y aparece una pandemia y hay un montón de situaciones que nos superan políticamente e inclusivamente y es un momento en el que la derecha aprovecha para decir ‘no es momento para discutir esto’ y te pasan por encima y pasan muchas décadas hasta que se puede volver a hablar. Yo creo que las referencias son importantes, pero la hegemonía en esas referencias es peligrosísima porque al final, empiezas a ver en televisión a una mujer tocando la guitarra o dos mujeres besándose, o una cantante trans, pero la hegemonía que manejan para manejar esas referencias no representan ni al 2% de la población mundial. No estamos hablando de identidad de género, o sexual, es como que hoy por hoy ver a una persona gorda de protagonista de algo y que su identidad sea gorda, y una afrodescendiente como protagonista en una película de blancos es imposible y pensar que estamos en el 2022 y estamos hablando de eso cuando la mayoría de las personas se ven así, es ridículo.
Tus relatos dejan claro que la mujer lo ha tenido especialmente complicado en la industria musical. Muchas tenían que elegir entre familia y carrera, ¿crees que eso ya se ha superado?
No, yo creo que la maternidad, según en qué lugar del mundo, pero en el plano laboral más básico es imposible de pensar. Es difícil incluir la maternidad en cualquiera de estos planes de superación personal. Tienes que tener una comunidad muy grande alrededor que te apoye y en la música es muy complejo porque piensas que puedes, pero después es muy difícil llevar el ritmo por las exigencias de la industria con un crío a cuestas.
Tú lo has conseguido, sigues trabajando y tienes un niño de cinco años.
Creo que hay que cuestionar no el rol de la maternidad sino las exigencias de la industria que es lo que hay que cambiar. un día me di cuenta de que no podía irme de gira cinco shows por semana con mi hijo, pero la verdad es que a través de mi hijo me di cuenta de que no quería irme cinco noches por semana de gira. Y eso para el exitismo y el mainstream lo ven como que tuvo que abandonar y es distinto, ningún artista debería tocar cinco noches por semana. La industria no debería ser así de exigente y que si tocas cinco noches por semana es porque es un período de tu vida, entre los 20 y los 25 que tienes muchas ganas de hacerlo, pero creo que es muy lindo vivir la vida distinto y que el arte también se viva distinto. Creo que son discusiones distintas donde no debería cuestionarse la maternidad sino la exigencia de la industria. Como no creo que las madres debieran ser apoyadas para estar a la altura de Mick Jagger sino que deberíamos aceptar que Mick Jagger es un demente que 55 años después sigue haciendo las mismas canciones 8 veces por semana aunque se muera su baterista.
Siempre se ha vendido una idea de rivalidad entre artistas femeninas, pero tus relatos confirmar que también hay ejemplos de sororidad entre ellas, ¿no?
Definitivamente la rivalidad entre mujeres en la música y en la vida también es un relato escrito por algún hombre que le convenía escribirlo de esa forma. Al final, te pones a mirar y, todas las mujeres que yo conocí a través de Mostras, fue a través de otras mujeres. Salvo en el caso particular de la comunidad afrodescendiente de músicos estadounidenses, previos a los derechos civiles, como que ahí eran una comunidad en sí donde sí había hombres que hablaban de mujeres, pero es la única excepción. Después son mujeres hablando de mujeres, siempre y, sobre todo, mujeres animándose a hacer algo gracias a otras mujeres.
Decías que no conocías muchas de las historias antes de tu investigación, ¿cuál te sorprendió más?
Buffy Sainte-Marie la conocí a través de Mostras y me sorprendí mucho porque es muy importante para los derechos de los pueblos originarios canadienses y estadounidenses. Ella, siendo de un pueblo originario de Canadá, lucha mucho por la identidad de los indígenas musicalmente y culturalmente, pero más allá de eso, fue la primera mujer en dar la teta en televisión, que tiene que ver con su pueblo originario. Manifestaba que en su cultura dar la teta era muy importante desde muchos ángulos y en la modernidad vamos robando esas características como si fueran progresistas, pero ella decía que era super importante dar la teta y habían prohibido dar la teta en esta colonización moderna que hubo en Canadá en los primeros 50 años de 1900. Las iglesias obligaban a los pueblos originarios de Canadá a actuar como si no lo fueran y a abandonar su cultura y se las llevaban a conventos y decían que no podían dar la teta y muchos niños murieron en ese proceso. Para Buffy Sainte-Marie era muy importante esa manifestación y fue como casi sin querer, estaba dando la teta en Barrio Sésamo y fue la primera vez que una mujer dio la teta en televisión.
Tú tienes un sello feminista, ¿cuál es su objetivo?
Se llama Goza Records y el objetivo puede ser ese, gozar. Es como una plataforma que va mutando. El primer año, tengo un estudio de grabación y grabamos 12 discos en 12 meses de 12 bandas que no podían tener acceso a un estudio de grabación. El segundo año comenzamos a mezclar y masterizar discos que estaban sin terminar, se había quedado a mitad del proceso y empezamos a hacer un ciclo de charlas por toda Argentina a las que invitábamos a músicas y colectivos de esas provincias y hacíamos debates cerrados, que luego salían por la radio, donde se debatía que podíamos hacer. Ahora que nos quieren escuchar y hacer sonar en la radio, ¿cómo tenemos que actuar en esta industria para destruirla, cambiarlo o crear otra nueva? La industria que nos está invitando a formar parte de la música, no nos sirve, tiene reglas piramidales de éxito que van en contra del feminismo y que van en contra de la equidad. El mundo de quién es mejor, la jefa, la uno y la que más tickets vende y la verdadera reina de esto, va en contra de cualquier equidad. Si a una artista le va tan, tan, tan bien es porque a muchos les va muy mal. Destruir esa estructura y entender que 60.000 personas gritando una canción en un estadio no sé si es muy orgánico.
Cada vez hay más titulares sobre mujeres empoderadas en la música, sobre todo, en el ámbito latino, ¿es real?
Hay procesos y espacios y hay que respetar los procesos y ocupar los espacios. Hay una artista en Argentina que se llama Cazzu, otra Nicki Nicole o María Becerra, las tres del trap y la escena urbana de aquí de Argentina que entiendo que están en un proceso que es el de poder hacerle frente a esas imágenes masculinas que están liderando en la escena urbana y están en un trabajo que es visibilizar lo que una mujer latina puede hacer en la música urbana y eso lo entiendo y lo festejo y ojalá que sigan creciendo. Pero espero que todas las chicas que vengan por detrás las utilicen como referentes, pero no quieran llegar al mismo lugar. Quieran empezar a hacer esa música, respetarla y vivirla y ocupar un espacio y entender que la única manera de sobrevivir a ese mundo es rodeada. Tener una carrera basada en llegar a lo más alto es por un lado muy solitario y, por otro lado, muy poco disfrutable. Cuando entendemos eso de la música todo se vuelve anárquico e increíble artísticamente sobre todo porque la industria se empieza a volver loca porque no te importa nada firmar con ellos y no lo pueden comprender.
Llegas ahora a España, ¿qué artistas de aquí conoces?
Soy muy fanática de Punsetes, me parece una banda increíble. Hinds también me parece buenísima la banda, la he escuchado mucho los últimos años. Hace poco empezaron a aparecer bandas que me parece de una música alternativa que en Argentina no existe, es muy española, y me parece increíble.
Leyendo el libro y sus historias, da la sensación de que la mujer rockera es un poco sinónimo de chica mala, ¿es así?
El rock siempre fue una referencia a la rebeldía y la única forma de poder encontrar un lugar para hacer tus canciones era con esa postura de chica mala. Creo que es eso un poco lo que fue sucediendo. El rock es contestatario y lo contestatario suele decirse enojado y de mal humor y creo que eso puede hacerte ver como chica mala.
¿Cuál es tu mantra para este 8M?
Con el mantra de no te olvides del pasaporte porque me voy para España. Yo creo que el mantra con el que me vengo levantando desde hace varios años el 8M es que no te acomodes. Es el mantra que debemos tener todas. Hay un apuro muy grande por hacernos sentir que ya, ya las escuchamos, ya está. Estamos en eso y creo que lo veo muy gráfico, es como si un agujerito negro empezara a abrirse y expandirse y te hacen pasar y el error es pasar, hay que quedarse acostado en el agujero y no nos acomodemos con el beneficio nuevo que nos dieron en el trabajo o con el espacio nuevo que nos dieron en la radio, o con esa nota nueva que nos hicieron que antes no nos hacían. Que no cometamos el mismo error que ya se cometió en el feminismo.
Para terminar, ¿cuál es la idea que te gustaría que permaneciese en el lector tras leer tu libro?
Mis ganas de cuando las personas terminan de leer ese libro es ‘puta injusticia’, necesito que todos conozcan estas historias e investiguen más historias y hagan sus propios libros y folletos y podcast y columnas. El revisionismo sobre lo que no se dijo es lo único que cambiar lo que vamos a decir.
Cristina Zavala
Periodista enamorada de todo el entretenimiento. Enganchada a la tele, los libros, los últimos lanzamientos...