María Castro celebra el 8M con mención especial a dos mujeres muy especiales y unas palabras muy emotivas

Muchas se habrán sentido identificadas con su discurso

“Hoy me voy a permitir hablar de estas dos bellezas: mis abuelas”. Así anunciaba María Castro cuál era su intención para este 8M, Día Internacional de la Mujer Trabajadora. Y les ha dedicado unas emotivas palabras.

“Las dos mujeres de mi familia más “antiguas” que yo conocí y que obviamente recuerdo a diario…tanto! que, aunque ya no están, viven en mí. Y que dos mujeres”, decía sobre esas abuelas que ya no viven.

Ha empezado con Doña Josefa: “Una mujer de pocas palabras, pero una gran escucha y, mucho mundo interior. Tanto, que cuando hablaba, con toda la retranca gallega, sentaba cátedra. Toda una vida de esfuerzos y trabajo, de ese que no se paga, pero que lo es! Criando a tres hijos…Y también a una sobrina y una viejita, porque la vida se las puso en el camino, y ella no era de decir “no””.

Una mujer que no solo trabajó en su casa, también lo hizo fuera. “También tuvo trabajo del otro, fuera de casa, y que suele ser más descansado que el del hogar, aunque éste, concretamente, supusiese andar mucho. Vendedora ambulante, haciendo pasta fresca de casa en casa…ella y su máquina. Máquina que aún vive, ojalá ella también, y se sigue usando hoy en día en casa para las “orellas” de carnaval”, confesaba sobre uno de los objetos familiares con más solera.

Doña Clementina

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Su otra abuela, Doña Clementina: “De quien heredo el pelo y quién siempre presumía de nieta. Años más tarde me siguen recordando que ella, desde las gradas, a todos les decía: “la roxiña del tapiz es mi nieta”. Qué mujer, está lucense. Bondad a raudales y mucho carácter como el color de su pelo, indispensable supongo para traer 9 hijos al mundo y combinarlo con ser maestra”.

Está claro que sus dos referentes femeninos fueron muy adelantadas a su tiempo y ella es consciente. “Era una avanzada a sus tiempos. Tenía una memoria prodigiosa, mucha capacidad para estudiar y no iba a desperdiciarla, por mucho que “otros” se empeñasen. De escuelas unitarias rodeadas de nieve, a otras con “campos” por váteres, pero siempre con alegría, energía aplastante y consejos no propios de aquellos tiempos como: “vosotras, si os casáis, siempre independientes económicamente de vuestros maridos...para poder ser dueñas y señoras de vuestra vida!” Lo pienso ahora y me sigo preguntando de dónde se sacaría semejantes consejos revolucionarios”, se planteaba.

“Doña Clementina se fue hace mucho, y doña Josefa no tanto...pero como digo se fueron para quedarse en mí, en nosotras… por tanta lucha, enseñanzas y sabios consejos que no olvidaré en la vida… Siempre que las recordemos, estarán. Ellas y tantas, q se han ido antes de tiempo, injustamente y sin avisar. Por ellas. Por todas. #8m #diadelamujer”, terminaba su homenaje a las mujeres con dos como excusa.

Cristina Zavala

Periodista enamorada de todo el entretenimiento....