Hulka vuelve en uno de los tomos más refrescantes de Marvel
Un soplo de aire fresco para el catálogo super-heroico.
Hulka de Charles Soule. / Panini
¿Cansados del super-héroe tradicional? Demasiadas páginas de batallas sin descanso y amenazas que se toman demasiado en serio a sí mismas, pueden agotar al lector con facilidad y eso, en el cómic de super héroes, es el pan de cada día.
Entre tanto tratamiento clásico Marvelita, hemos ido encontrando soplos de aire fresco, como las temporadas de Ojo de Halcón de Matt Fraction y Jeff Lemire o la historia de La Visión que dio pie a la exitosa serie de televisión ‘Wandavisión’. Series diferentes, que llevan a personajes tradicionales a situaciones más interesantes, humanas y divertidas.
Hoy cae sobre nuestra mesa otra de esas píldoras de genialidad; una etapa de Hulka que propone una lectura divertida y muy especial.
Hulka 'en acción'. / Marvel
Siguiendo la estela de la etapa que firmó Dan Slott (a quien han llamado para supervisar la próxima serie de Disney+ sobre este personaje) para Hulka, que podría definirse perfectamente como "Ally McBeal con superhéroes", Soule y Pulido firman un trabajo donde le ponen aún más los pies en la tierra a la abogada esmeralda.
Mediante pequeños arcos argumentales de pocos números, van construyendo una suerte de sitcom (además, obedeciendo prácticamente todas las convenciones de este género) en la que Jennifer Walters tendrá que hacer frente a amenazas como caseros recelosos de su edificio o denuncias que "se le quedan pequeñas", creando este ambiente cotidiano que al final le resulta más difícil de manejar que una pelea a puñetazo limpio contra Titania.
Hulka / Marvel
Dichos mini-arcos actúan como los capítulos de una serie, por eso la metáfora no es baladí, y acaban construyendo una trama mayor que deja espacio también para la aventura, los viajes y desenmarañar misterios como el que enturbia el buen nombre del Capitán América o qué diantres es ese misterioso archivo que apareció en su despacho del que nadie sabe nada.
Hulka / Panini
Para terminar de ponerle la guinda a esta delicia, el guionista echa mano de personajes muy de segunda fila para redefinirlos y darle aún más color a las historias, destacando con fuerza Patsy Walker (Gata Infernal), reconvertida de Vengadora a detective privada, y quien será el gran apoyo emocional de la prima de Bruce Banner.
Se trata, pues, de una puerta de entrada ideal para nuevos lectores gracias a una trama ágil, desenfadada y muy, muy urbana (pero con su toque cómico, desmarcándose de esa seriedad metropolitana que tiene, por ejemplo, esa otra joya que es el Ojo de Halcón de Fraction y David Ajá), prácticamente independiente del cosmos Marvel a pesar de que se meta de lleno en algunos de sus recovecos más desconocidos.
Una compra obligatoria para todos aquellos que buscan algo diferente, pero muy, muy recomendable para todo el mundo.
Hulka de Charles Soule. / Panini