C. Tangana y Rigoberta Bandini: historia de un sueño cumplido en el Mallorca Live Festival
Los dos artistas brillaron en la primera jornada del festival
Sentí cosas. Este viernes, en el Mallorca Live Festival, sentí cosas. Empezó como un gusanillo que recorría mi cuerpo, mientras me acercaba al recinto del antiguo Aquapark de Calvià. Tres años después volvía al festival. En 2019 tuvo lugar su última edición y, al reencontrarme con él, sentí lo mismo que cuando ves a un niño que ha pegado el estirón: era el mismo, pero a lo grande.
Miles de personas, con sus mejores looks festivaleros, acudieron al recinto. Estaban deseando cantar, bailar y perderse entre los cuatro escenarios. O pasearse entre los puestos de ropa, comida, tatuajes y souvenirs que emulan los comercios locales de la zona. ¡Una fantasía!
Para ser sincero, yo tenía un objetivo claro durante esta primera noche del festival: disfrutar de dos de mis artistas favoritos, C. Tangana y Rigoberta Bandini. ¡Y vaya si lo conseguí!
Rigoberta Bandini y A ver qué pasa
A las 20:30 de la tarde estaba clavado en el escenario principal, el Estrella Damm, para gritar hasta quedarme afónico las canciones de Rigoberta Bandini. Aunque suene repelente, yo soy de esos que la descubrieron mucho antes de Mamá. Antes incluso de A ver qué pasa. Es más, antes de Perra. Yo descubrí a la Rigo en plena pandemia, cantando eso de Too Many Drugs.
“Bona tarda, Mallorca. Hi, I just wanna say hello. I was just taking a walk. In this deepness we belong to, In Spain we call it soledad”, empezó cantando la artista. Un mensaje simpático que parecía preparado para todos aquellos turistas británicos, alemanes y franceses que habían acudido al festival. Y es que no se nos puede olvidar que el Mallorca Live se celebra en pleno Magaluf: uno de los destinos favoritos de los europeos para pasar sus vacaciones.
Rigoberta estaba desatada sobre el escenario. Estaba feliz, estaba eufórica y verla era un auténtico espectáculo. “Menuda pasarela le han puesto a Pucho, pienso utilizarla mucho”, dijo la cantante cuando vio la plataforma que habían montado en el escenario para C. Tangana. Y no engañaba, en el final de la primera canción ya estaba subida en ella. Una forma de estar más cerca de su público, que saltaba con los acordes del famoso temazo. La estampa de la artista cantando con el cielo azul mallorquín de fondo y miles de brazos a su alrededor no la voy a olvidar nunca.
Uno de los momentos más especiales fue, sin duda, cuando interpretó A ver qué pasa. Porque disfrutar de esta canción en una de las islas más cotizadas del Mediterráneo es otro rollo. Y todos queremos sentirnos como en ese anuncio de cervezas.
Como era de esperar, la composición con la que el recinto se volvió arriba fue con Mamá. El temazo con el que Rigoberta Bandini se presentó al Benidorm Fest ya se considera un auténtico himno y el público estaba deseando cantarlo con ella. A mí ya me quedaba poca voz de gritar las letras de sus canciones, pero los primeros acordes de Mamá son capaces de revivir a un muerto y hacer que corra un maratón. Así que grité el estribillo como si me fuese la vida en ello.
En el escenario, Rigoberta y Belén Barenys, una de sus fieles coristas, se quitaron la camiseta. Mamá cobraba más fuerza, si es posible, con la imagen de Belén embarazada. ¡Precioso momento sobre el escenario!
Para terminar, la artista catalana se despidió con otro de sus mayores himnos, la canción con la que la había descubierto: Too Many Drugs. Y así cerré mi propio círculo musical con la artista. ¿Y ahora cómo supero este concierto?
C. Tangana: la sobremesa del momento
Había leído y escuchado todo tipo de halagos sobre la gira de C. Tangana. Sin cantar ni afinar se había convertido en todo un fenómeno cultural del que todo el mundo hablaba maravillas. Por desgracia, me había quedado sin entrada para las fechas a las que podía acudir. Pero el destino me tenía guardada una sorpresa: verlo en el Mallorca Live Festival.
Aunque me moría de ganas de ver el concierto, pensaba que, al tratarse de un festival, Antón no iba a montar toda la parafernalia de su gira. Me equivocaba, ¡y bendita equivocación!
C. Tangana vino a mesa puesta, con todo su squad y demostrando que no hace falta tener una gran voz para montar el mejor espectáculo que te puedas imaginar. Lucía Fernanda, Antonio Carmona, El niño de Elche, Ismael de la Rosa o Yerai Cortes le acompañaban en el escenario.
Los temazos de El Madrileño como Tú me dejaste de querer o Demasiada Mujer se fusionaban con melodías que todos conocemos como Corazón Partío o No estamos locos. Un concierto que, más allá de hacerte disfrutar de la música, te hace amarla. Te lleva directamente a recuerdos que creías olvidados. Un golpe directo al corazón.
Por supuesto, C. Tangana también interpretó algunos de sus primeros temas: Llorando en la limo o Still rapping. Vamos, que no pude ni ir al baño por no perderme ni un segundo del show. No para, no para, no para. Y el público, yo incluido, cada vez más arriba. Porque si algo entiende C. Tangana es cómo darles a sus fans lo que quieren.
Sin duda, en tiempos donde los festivales salen de las piedras, el Mallorca Live se desmarca ofreciendo una experiencia premium. A mí ya me ha regalado dos de las actuaciones más icónicas que he visto este año. Y eso que me dedico a esto. ¡Gracias por tanto Mallorca!
Alberto Palao
Periodista musical. Me gusta comer burritos y escuchar canciones cortavenas. Encuentro todo tipo de...