Drama en la mesa de tentaciones de ‘Supervivientes’ cuando Anabel Pantoja se tiene que cortar su larga melena

Todos los supervivientes pagan una penitencia a cambio de comida

Lara Álvarez le corta la melena a Anabel Pantoja en 'Supervivientes'. / Mediaset España

Este martes llegó a Supervivientes uno de los momentos que más interés despierta en el programa: La mesa de las tentaciones. Una prueba que nos permite comprobar hasta dónde son capaces de llegar los concursantes por recibir una recompensa.

Esta mesa de tentaciones es la que nos he permitido ver cómo las melenas más largas desaparecían a cambio de suculentos platos. ¿Cómo olvidar el drama de Melyssa Pinto o de Olga Moreno? Pero paliar un poco el hambre bien vale un poco de pelo.

Este año la gran candidata a pasar por lo mismo era Anabel Pantoja y el programa no ha decepcionaba. Lara Álvarez levantaba la tapa para descubrir una hamburguesa XXL. “¿Para mí entera?”, preguntaba Anabel. Y la respuesta era afirmativa. Claro que, tenía un precio. “Toda para ti, sin tiempo, sin trampas, con lechuga, con bacon, con tomate”, le decía Lara para tentarla.

La gran decisión de Anabel

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“Si no tiene mayonesa, no”, decía Anabel. La siguiente tapa desvelaba una maquinilla para raparse el pelo. “Raparse, ¿cómo un hombre?”, preguntaba. “Sí, María Jesús Ruiz lo hizo, Ana María Aldón, también”, le recordaba la presentadora.

“No, no, raparme no, la melena lo negocio, raparme el cráneo no”, aseguraba Anabel. Le daban unos minutos para pensárselo. De hecho, no tuvo que compartir su decisión hasta que todos sus compañeros pasaron por la mesa.

Solo quedaba ella y, finalmente, negoció cortarse 5cm por cada ingrediente que se quedaba de la hamburguesa. En total fueron 25cm de su melena y dejó el tomate y el pepino. Y ahí llegó el drama.

“Córtame bien Lara, péiname. Yo no miro, yo no miro. Antoñito lo siento, ya me pondré extensiones”, aseguraba Anabel deshecha en lágrimas. “No lo tires al suelo que me lo voy a llevar de recuerdo”, pedía. “Ay mi pelo, qué pena, mira qué bonito es”, le decía a Lara con su mechón recién cortado entre las manos.

Las otras penitencias

Ignacio de Borbón reconoció que él también se rapaba por una hamburguesa como esa. Pero no, a él le ofrecieron un plato de canelones que le supieron a poco. Y la penitencia era ponerse unas gafas y quedarse ciego hasta nueva orden. No acababa de convencerle. Finalmente aceptó.

Nacho Palau aceptó ser el único encargado de abrir cocos y almendras en la playa sin poder comer nada de eso a cambio de una enorme tarta de chocolate.

Yulen Pereira se quedó con el pollo cocinado por su madre a cambio de llevar un tanga durante toda una semana. Y mientras se lo ponía apareció su madre.

Ana Luque vio el cielo abierto cuando vio un bol enorme de chuches y no dudó al aceptar ponerse unos grilletes en los pies y quedarse muda hasta que la organización considere. Solo podrá comunicarse a través de mensajes en una pizarra.

Alejandro Nieto fue el otro concursante que se quedó sin pelo. Una calzone le esperaba a cambio de un rapado de cabeza. No acababa de convencerle el trato. Finalmente, Lara le ofreció raparle al 3 por una pizza, o al 1 por dos pizzas. Se quedó con esta segunda opción.

Un delicioso flan y unas abundantes natillas eran la gran tentación de Kiko Matamoros. “¿Qué tengo que hacer? ¿Cortarme un brazo? Que me lo corten por aquí”, bromeaba el concursante. Pero no, su penitencia era convertirse en el único encargado de la pesca. “Jodo a los compañeros y el problema es para ellos porque acepto”, admitía.

Todos comen y a unos les ha salido más caro que a otros.

Cristina Zavala

Periodista enamorada de todo el entretenimiento....