¿Por qué los pamploneses se visten en San Fermín de blanco y rojo? Todas las claves de su historia
La ciudad de Pamplona se viste año tras año de blanco y rojo y aquí te explicamos los motivos
Los pamploneses ultiman los detalles para disfrutar del que es el evento más especial del año: San Fermín. Una fiesta declarada de Interés Turístico Nacional que despierta la curiosidad de miles de personas de todas las nacionalidades que se trasladan hasta la capital para disfrutar de numerosas actividades y conciertos. Todos los presentes la viven con muchísima ilusión, inclusive el simple hecho de llevar el traje tradicional es algo de lo que presumen con orgullo. Y es que desde el 6 hasta el 14 de julio, la ciudad se tiñe de blanco y rojo, los colores de la vestimenta típica de esta celebración.
Pocos se resisten, ya sean oriundos o no de la región pamplonesa, a vestir el traje original de San Fermín, que se basa en un atuendo sencillo y de color blanco que contrasta con los complementos rojos, ya sea el mítico pañuelo anudado al cuello o la faja atada a la cintura. Sin embargo y pese a que todos conozcan la ropa típica de San Fermín, no todos conocen cuál es el origen de esta vestimenta. Por tanto, ir de blanco y rojo durante la celebración de los Sanfermines es una obligación, ya que quién no lo haga va a tender a destacar y no precisamente para bien.
Seguramente alguna vez te hayas preguntado por qué en los Sanfermines se visten de blanco y rojo y la realidad es que existen varias teorías que sustentan que estos colores se hayan convertido en el verdadero emblema para los pamploneses.
Todos de blanco
Una de las principales hipótesis señala a los miembros de la peña La Valeta como los pioneros de establecer el unicolor en las fiestas. Esta organización, que fue inaugurada en 1931, se conformaba por gente pudiente de la clase obrera que buscaba un elemento diferenciador, dentro del resto de asociaciones por entonces y en el blanco encontraron su distintivo. Además, la ropa de color blanco era más asequible y fácil de conseguir. Así que, rápidamente esta idea contagió a la masa y finalmente, toda la ciudad decidió vestirse completamente de blanco.
Otra de las principales teorías que sustenta que el color blanco sea la vestimenta de los Sanfermines apunta a que los txistularis de Biarritz, joteros y jugadores de la pelota vasca en los años 30, llevaban prendas de color blanco para diferenciarse también del resto, pero a la misma vez para unificarse y que les reconociesen. No hay que obviar que antiguamente en Pamplona era habitual acudir a las actuaciones de los pelotaris y joteros.
En cambio, no sería hasta varios años después, concretamente en la década de los 60, cuando el alcalde de la ciudad, Miguel Javier Urmeneta, acabó implantando el color blanco como la vestimenta oficial de los Sanfermines.
Los complementos rojos
Para que el traje blanco represente el verdaderamente emblema de Pamplona se necesitan algunos accesorios en color rojo, que guarda mucho significado para sus ciudadanos.
Por un lado, encontramos el pañuelo rojo, popularmente conocido como el "pañuelico", que tal y como dicta la tradición se debe anudar en el cuello minutos después de que se produzca el chupinazo, el acto oficial que inaugura las fiestas y que se debe llevar puesto hasta que suena la canción Pobre de mí con la que se pone punto y final a la celebración de los sanfermines.
En lo que respecta al color rojo es algo, aunque sea en pequeñas dosis, que responde a mitos religiosos. Una de las principales teorías es que el rojo simboliza el sufrimiento del propio San Fermín que murió degollado en Amiens (Francia) durante las persecuciones cristianas del siglo III. Por lo que en este cas, el rojo representaría más bien la sangre del Santo.
Sin embargo, también existe la creencia de que este color conmemora la bandera de Navarra, con la que comparte la misma tonalidad. Los pañuelos de San Fermín por regla general también llevan bordada la figura del santo o el escudo de la peña a la que pertenecen. Por eso, no es de extrañar que cada uno lleve un símbolo diferente en su pañuelo.
Por otro lado, está la famosa faja que se ata al lazo izquierdo de la cintura, la cual hace un guiño a los trajes tradicionales de los txistularis, ya que guardaban el mismo colorido. Para terminar, a la ropa sanferminera también se le une el calzado típico de Pamplona en estas fechas. Se trata de unas alpargatas de esparto con cintas rojas para atar en la pierna, que cada vez están más en desuso pero que muchos ciudadanos oriundos de la ciudad no se resisten a llevar.
Teresa Moreno
Periodista a ratos, SEO todo el tiempo, aunque a veces también me verás escribiendo algún que otro salseo....