El discurso de Chanel en el Orgullo 2022: de sufrir racismo y bullying a pedir la unión de las minorías
"Hay voces que siguen empeñadas en dividirnos, en fracturar nuestra lucha y en enfrentarnos"
"Gracias a todos los hombres y las mujeres que he querido por enseñarme a amar sin prejuicios". Es la frase del pregón del Orgullo 2022 que resume perfectamente el espíritu de lo que Chanel Terrero ha querido transmitir con un emotivo y poderoso mensaje en el que ha hablado de racismo, de bullying, ha pedido la unión de las minorías para seguir consiguiendo derechos e incluso ha tenido tiempo de pasar por encima de la polémica de Lightyear.
Como la propia artista cubana ha explicado se trata de normalizar, de visibilizar, de respetar a todas las personas sean como sean y vivan como vivan porque "frente al odio, visibilidad, Orgullo y resiliencia". La cantante que estuvo a punto de ganar Eurovisión 2022 representando a España ha reivindicado también el importante papel de un festival como ese en el que se apuesta por la diversidad.
Visiblemente emocionada en muchos momentos de su discurso, Chanel ha tenido que hacer varias pausas para aguantarse las lágrimas, momento que muchos de los asistentes al Orgullo han aprovechado para corear: "Ganadora, ganadora".
Este es el discurso completo de Chanel en el que se ha reinvicado como mujer orgullosa, en el que ha reivindicado a toda la comunidad LGTBIQA+ y en el que ha pedido unión para seguir conquistando derechos que son de todos.
"Buenas tardes Madri. Muchísimas, muchísimas gracias a todas, a todos y a todes los que hoy estáis aquí celebrando el Orgullo 2022 en esta plaza Pedro Zerolo. Es un honor para mí estar subida hoy aquí en este escenario en un día tan especial para la comunidad LGTBIQA+ y desde el día en el que se me ofreció esta oportunidad he estado pensando en la suerte que tengo pero también en la enorme responsabilidad que supone.
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Como muchos de vosotros ya sabéis el lema de esta manifestación de este año es frente al odio, visibilidad, Orgullo y resiliencia. Y esto me produce especial emoción porque son tres palabras que me han ido atravesando durante toda mi vida. La mayor suerte de mi vida fue tener unos padres que siempre me educaron en el amor y en el respeto. Desde muy pequeña me enseñaron que el amor mueve el mundo, que todos somos iguales sin importar nuestra identidad, nuestra orientación o nuestro color de piel. Durante mi infancia la realidad no se correspondió con estos valores y desde muy pequeña sufrí racismo y bullying por parte de personas que en lugar de comprender y aceptarme tal y como era me rechazaban. Fueron experiencias que no olvidaré jamás pero lejos de hundirme hoy me han convertido en una mujer segura de mí misma y de los valores que me han inculcado.
Muchas de las personas que estáis aquí, habréis sufrido el rechazo o el desprecio por el simple hecho de ser o vivir vuestra vida, no imagino por lo que habréis tenido que pasar, pero os puedo prometer que voy a luchar cada día de mi vida porque cada uno de vosotros, de los que estáis aquí, recibáis el orgullo que os merecéis. Ha llegado el momento de convertir los insultos en gritos orgullosos, de cuidarnos y de defendernos mutuamente, de protegernos de aquellos que piensan que aquel que no vive o siente como otro ha dictado es un delincuente.
Hace 6 meses tuve el honor de ser elegida para representar a España en el festival de Eurovisión, una plataforma inmensa para muchos artistas, pero también un espacio de representación donde se rompen los esquemas establecidos. Muestra la humanidad en sus diferentes formas y colores. La visibilidad es necesaria para aprender y reflexionar, para normalizar el valor de la diversidad, para que un beso entre dos mujeres no sea motivo de conflicto. Para mí actuar en el festival significó también dar voz a todos esos niños y niñas que han crecido sin referentes y demostrarles que ellos también pueden cumplir sus sueños.
Hoy es un día de celebración porque celebramos los derechos que el colectivo ha conseguido hasta ahora pero también es importante recordar a todos aquellos que pusieron cuerpo y alma antes que nosotros, a quienes iniciaron hace más de medio siglo una lucha que hoy sigue siendo importante continuar. Y no solo en este pregón y en este Orgullo, sino a lo largo de todo el año.
Este discurso es un gracias para todas ellas: gays, bisexuales, lesbianas, trans, asexuales, personas intersex, queer y no binarias. Gracias, gracias, gracias a todas las personas que educaron en libertad desde las aulas, a las que impulsan leyes inclusivas y equitativas, a las que viven sin miedo y hacen abrir las mentes de otros, a las que ponen el ojo crítico en un sistema que no siempre funciona para todas. Y por último gracias a todos los hombres y las mujeres que he querido por enseñarme a amar sin prejuicios.
Porque no olvidemos que todavía a día de hoy en algunos países se sigue catalogando a las personas trans como culpables de un delito, y en muchos otros las relaciones entre personas del mismo sexo sigue siendo ilegales. España es un país privilegiado en cuanto a derechos del colectivo pero no hay que olvidar que cuesta muchísimos años conseguir un derecho y sin embargo es demasiado fácil perderlos en un momento. Hay voces que siguen empeñadas en dividirnos, en fracturar nuestra lucha y en enfrentarnos. Por eso, y ahora más que nunca, es esencial que las minorías nos unamos como un muro infranqueable, porque solo triunfaremos cogidos de la mano. Porque no se trata de ser respetado ames a quien ames, se trata de que te respeten seas quien seas. Muchísimas gracias y ahora sí ¡a celebrar nuestro orgullo!"
Juan Ignacio Herrero
Redactor de LOS40 desde 2005