Especial
Ignacio de Borbón comparte en ‘Supervivientes’ su desgarrador relato sobre el bullying en su infancia
Esta semana le tocaba recorrer el puente de las emociones al benjamín de la edición
Esta semana hemos vivido dos puentes de las emociones muy desgarradores en Supervivientes. Por un lado, veíamos derrumbarse a Nacho Palau hablando de sus hijos, de su separación y confesando que tiene un nuevo amor desde hace un año. No se quedaba atrás Ignacio de Borbón que lloraba recordando su infancia con bullying.
“Mi vida ha sido dura en muchos momentos, también tengo que decir que he tenido la suerte de tener una familia que me ha cuidado mucho siempre, y les estoy muy agradecido, pero sí, ha sido duro”, decía antes de pisar el primer peldaño que era el de la infancia.
“Ha sido feliz porque he tenido una familia que me ha cuidado, me ha querido y me ha dado todo lo que ha podido siempre, pero al mismo tiempo ha sido dura porque de pequeño sufrí bullying durante unos años y he sentido momentos de mucha soledad, de no sentirme valorado por amigos. Eso me ha creado muchos complejos a lo largo de mi vida. Creo que ahora no los tengo y lo he superado bastante. Pueden quedar cositas como que hay veces que me cuesta mucho aceptar las críticas o me puede afectar en muchos momentos, demasiado, la opinión de los demás. Una infancia dura en parte porque me costaba no tener amigos, no tener con quién hablar muchas veces. A pesar de todo he tenido una infancia feliz", explicaba el concursante más joven de la edición.
La emoción de la familia
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Su madre tenía que escuchar todo desde la playa y también mostraba una visible emoción ante el relato de su hijo que seguía hablando de separación. “Ahora la puedo aplicar a varias cosas. En mi infancia sí que me afectó la separación de mis padres. Yo era muy pequeño y fue algo que llevé bien para lo pequeño que era, pero me pudo afectar de cierta manera”, admitía.
Aunque también habló de la separación que ha vivido ahora mismo de su familia y sus amigos durante los dos últimos años. “Ha sido muy duro estar lejos de ellos. Estoy orgulloso de lo que he conseguido en este tiempo porque si no hubiese sido así, no estaría aquí con esta oportunidad con la que estoy super agradecido. Vivir esto con 21 años es espectacular. Creo que muy poca gente tiene esa suerte de aprender tanto y con 21 años aprender a valorar a la familia y a los amigos de esa manera”, relataba.
El siguiente peldaño era el de la soledad, un sentimiento que también reconocía que podía aplicar a distintas situaciones. Es lo que sintió durante los dos últimos años cuando llegó a un país nuevo, solo, sin amigos y familia. “De un día para otro vives solo, lo tienes que hacer todo tú… creo que es algo que he llevado bien y estoy orgulloso de cómo lo he hecho porque me ha hecho madurar mucho estos dos años”, expresaba.
“En mi infancia sí que he sentido soledad en muchos momentos, sobre todo en el colegio. Yo no contaba nada a mi familia y ellos contaban que todo estaba bien. Mi apellido ha podido afectar en algún momento. Siempre que llegaba a un colegio nuevo, o un equipo de fútbol o cualquier cosa, la gente te mira, la gente comenta y eso me ha pasado toda la vida. Lo he llevado bien normalmente en mi vida. No creo que sea la razón de todo tampoco. También habré cometido errores, pero la soledad es algo que aplico más a mi infancia", confesaba.
Así llegaba a la culpa. “Sobre todo me siento culpable, ahora mismo, de no haber valorado a mi familia como la he tenido que valorar en muchos momentos. Me arrepiento de mis comportamientos en muchas ocasiones, simplemente no darles el valor que tienen y pasar tiempo con ellos. Hasta el momento que me he ido fuera, lejos de ellos, no lo he sabido valorar bien y esta experiencia me está haciendo ver la falta que me hacen, lo que les quiero y lo que más deseo en este mundo es volver y estar con mi hermanita, mi madre, mi padre, mi familia entera”, aseguraba.
El perdón era la última palabra. “Ahora mismo tendría que perdonarme a mí mismo por todas estas cosas y no culparme tampoco porque tengo tiempo suficiente para arreglar esto y darles el valor, el sitio y todo lo que se merecen porque no me podía haber tocado una familia mejor”, terminaba reconociendo.
Y tras terminar el puente llegaba la recompensa de recibir el abrazo de su madre.
Cristina Zavala
Periodista enamorada de todo el entretenimiento. Enganchada a la tele, los libros, los últimos lanzamientos...