Día Mundial del Tigre: un prodigio de la naturaleza, al borde de la extinción
Te invitamos a conocer un poco mejor al felino más grande del mundo.
Tal día como hoy, en 1990, tuvo lugar en un circo de Lleida un hecho insólito. Ante un nutrido público formado fundamentalmente por niños, el número estrella de la noche protagonizado por Ángel Papadópulos Dordid, más conocido como Ángel Cristo, se torció de forma repentina: tres leones y un tigre se abalanzaron violentamente sobre el domador, causándole graves heridas en todo el cuerpo y la ruptura de seis costillas. No era la primera vez que ocurría: la lista de accidentes de Papadópulos era inmensa. Y sin embargo, ninguno de ellos le impidió llegar a ponerse al frente del circo más grande de toda Europa.
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Ha pasado mucho tiempo desde aquel 29 de julio. Hoy día, el circo con animales está prohibido en buena parte de los municipios de España, y ver un tigre en directo se torna realmente complicado. No en vano, el propio Ángel Cristo fue condenado en varias ocasiones por maltrato animal antes de morir en 2010 tras una vida de excesos y escándalos.
El destino ha querido que sea precisamente este 29 de julio cuando se celebra en todo el planeta el Día Mundial del Tigre. Pero la elección de esa fecha poco tiene que ver con Ángel Cristo: en 2010, el presidente ruso Vladimir Putin convocó la llamada Cumbre del Tigre, en la que reunió a los líderes de los 13 países que aún cuentan con población de estos animales en libertad: China, India, Indonesia, Bangladesh, Bután, Vietnam, Camboya, Laos, Malasia, Birmania, Nepal, Tailandia y, por supuesto, también Rusia. Juntos se comprometieron a proteger a esta especie.
Existen nueve subespecies de tigre, de las cuales tres ya han sido declaradas completamente extintas: el tigre de Bali, el de Java y el de Caspio. Las seis restantes son el tigre de Bengala, la especie más numerosa, el de Amur, el del sur de China, el de Sumatra, el de Indochina y el de Malasia. Un macho en libertad puede llegar a superar los 300 kilos de peso y medir más de tres metros desde la nariz hasta la cola, lo que le convierte en el felino más grande del planeta.
Una vida entre rejas
Los tigres nos siguen causando fascinación. Tanta, que nuestro afán por verlo de cerca ha sido una de las principales causas de su agonía. A lo largo del último siglo, el ser humano ha provocado la desaparición del 97% de la población mundial de tigres. Apenas hay 4.000 de ellos en libertad. Y otros 14.000 viven entre rejas: 913 en Europa, más de 8.000 en Asia y otros 5.000 en EE.UU. ¿La buena noticia? Que el número de tigres parece estar creciendo poco a poco. De 2010 a 2016, la población pasó de 3.200 a 3.890, en parte gracias a los acuerdos a los que llegaron los líderes mundiales en aquella Cumbre del Tigre.
Las principales amenazas que se ciernen sobre los tigres son las mismas que sufren otras especies en peligro de extinción. En primer lugar, el tráfico ilegal. Más allá de los circos y de quienes siguen viendo como un símbolo de estatus tener una piel de tigre en su salón, algunas culturas asiáticas utilizan distintas partes de su cuerpo, como los huesos, a los que atribuyen propiedades medicinales relacionadas con el vigor. Eso se traduce en un importante número de cazadores furtivos. Asimismo, la destrucción de su hábitat natural ha provocado que su población se haya reducido de manera drástica.
Hoy, Día Mundial del Tigre, es la excusa perfecta para volver a poner en el centro del debate el papel del ser humano en la desaparición de tantas y tantas especies. Organismos como la ONU alertan de que cada día desaparecen 150 especies, lo que se considera la mayor ola de extinciones desde que desaparecieron los dinosaurios.