Especial
¿Podría el buque de Algeciras ser un nuevo Prestige?
La situación del buque OS35, que chocó este lunes con otro barco y cuyo casco se ha partido en dos, preocupa a los grupos ecologistas. El combustible ya ha comenzado a verterse en el mar.
Ocurrió el pasado lunes, pero los medios no comenzaron a hacerse eco de la gravedad de la situación hasta el día siguiente. El buque granelero (dedicado al transporte de grano seco) OS 35 y el barco gasero Adam LNG chocaron frente a las costas de Gibraltar.
Lo que en un principio parecía un incidente relevante, pero no extremadamente peligroso en materia medioambiental, acabó convirtiéndose en un problema mayor pasadas las horas, cuando se rompió en dos el casco del OS 35 y empezó a hundirse. En aquel instante, el gobierno gibraltareño estaba intentando extraer todo el combustible del buque: más de 290 toneladas entre fuel-oil, gasoil y aceite, una tarea que no pudo concluir. Una bomba de relojería.
La rotura del casco provocó, en un primer instante, una fuga de aceite lubricante, lo que hizo sonar todas las alarmas. El gobierno del Peñón publicó entonces un comunicado en el que aseguraba que el vertido estaba controlado gracias a una barrera anticontaminación desplegada por las autoridades. Asimismo, el texto apuntaba que "se hará todo lo posible para retirarlo del mar utilizando un 'skimmer' y una barcaza de lodos antes de que pueda filtrarse fuera de la barrera".
Desde las organizaciones de defensa del medio ambiente denuncian la falta de transparencia y la torpeza a la hora de actuar. En un comunicado, Ecologistas en Acción reclama conocer “qué tipo de carga lleva el buque, si puede ser peligrosa y, en caso de ser así, el operativo que se va a establecer para su recuperación para evitar que llegue al medio ambiente”.
Podemos estar hablando de un daño importante, pero no se puede comparar con un buque como el Prestige, porque no es un petrolero"
Pero, ¿es realmente posible que ocurra un desastre medioambiental y que ese petróleo acabe en el agua y, en última instancia, en la costa y en las playas?
“El riesgo existe, sin duda”, aclara Daniel López Marijuán, responsable de residuos de Ecologistas en Acción en Andalucía y geólogo. “Podemos estar hablando de un daño importante, pero no se puede comparar con un buque como el Prestige, porque no es un petrolero, sino un granelero”, explica. “Aun así, la cantidad de combustible que lleva en su interior es importante, y constituye un riesgo serio”.
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Tal y como recuerda Daniel, la bahía de Algeciras está al lado del Parque Natural del Estrecho, que cuenta con una gran riqueza en materia de biodiversidad. “La afección al medio acuático va a ser importante. Todo depende de cómo se vacíen los depósitos: si no son capaces de contenerlo, tendremos un serio problema”, advierte.
Respecto a las barreras de contención que ha dispuesto el gobierno de Gibraltar, Daniel aclara que “minimizan el daño, pero no lo evitan. Entre otras cosas, porque depende de condiciones externas como el oleaje”, recuerda. “Lo que hacen es contener los hidrocarburos flotantes: todo lo demás se va al fondo del mar. Hablamos de un combustible enormemente tóxico”.
Tierra de naufragios
Desde Ecologistas en Acción denuncian que hechos como los ocurridos esta semana se repiten continuamente “debido al colapso del puerto de Gibraltar”. A modo de ejemplo, la organización ecologista recuerda los naufragios del New Flame, Samotraki o del carguero Fedra que encalló en la pared del peñón y estuvo vertiendo toda la carga de fuel pesado que necesitaba para la navegación. Los vertidos se extendieron por la Bahía de Algeciras y el Estrecho de Gibraltar. Por ello, Ecologistas en Acción exige a Gibraltar descongestionar la zona de buques peligrosos junto a la Zona de Interés Comunitario del Estrecho Oriental y la bahía de Algeciras.
En cualquier caso, y ocurra lo que ocurra, lo importante es poner los medios para que este tipo de situaciones no se repitan en el futuro. “De entrada, habría que implementar medidas preventivas: todos los barcos deberían tener doble casco, lo que evitaría el vertido en un caso de accidente como este. No sabemos si el OS35 lo tenía”, apunta. “En segundo lugar, los protocolos de protección frente a los vertidos deben estar activados y actualizados en todos los municipios de costa. Por último, deben ponerse en marcha medidas de alerta temprana: que este tipo de incidentes se atajen a tiempo. En este caso, se tardó mucho en avisar a Gibraltar”, denuncia.
Y es que, tal y como recuerda Daniel López Marijuán, cuando se produce una situación de riesgo medioambiental como la estos días en Gibraltar hay muchos actores implicados: “Esta Capitanía marítima, la Autoridad Portuaria, la Consejería de Medio Ambiente, la Junta de Andalucía, los distintos municipios, el gobierno de Gibraltar e incluso el Ministerio de Transición Ecológica”, enumera. “Poner a toda esa gente de acuerdo es complicado: por eso tendría que haber un mando central que actuase de manera coordinada ante situaciones como esta”.