De adolescente rapero a icono de la moda y estrella de cine: el triunfo de Timothée Chalamet
El actor fraco-estadounidense se ha converido en los últimos años en uno de los nombres más importantes de la industria del cine y en un abanderado de la moda masculina
En 2017, Timothée Chalamet alcanzó la fama internacional interpretando el papel de Elio en la cinta de Luca Guadagnino Call Me By Your Name: todo un trampolín que le colocó en el foco de la crítica cinematográfica y el público, convirtiéndose en uno de los actores más jóvenes en recibir una nominación al Oscar con tan solo 22 años y, a su vez, en un personaje público capaz de movilizar a las masas.
Pese a que el actor franco-estadounidense había participado hasta la fecha en más de una decena de proyectos, destacando sus papeles en series como Ley y Orden y Homeland, o películas como Hombres, mujeres y niños e Interstellar, Timothée Chalamet empezó a experimentar el éxito a raíz de la adaptación cinematográfica de la novela de André Aciman. Y con el éxito, llegaron los proyectos más importantes de su carrera.
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Lady Bird, Beautiful Boy, Día de lluvia en Nueva York, Mujercitas, El Rey, La crónica francesa, Dune o No mires arriba son algunos de los títulos en los que ha participado el actor en los últimos cinco años, pudiendo trabajar de la mano de cineastas como Greta Gerwig, Woody Allen, Wes Anderson o Denis Villeneuve.
Con el éxito llegaron también los fans, y con los fans la investigación. Timothée Chalamet, que había tenido una juventud bastante normal estudiando dentro del Instituto LaGuardia de Música y Artes Escénicas de Nueva York, vio cómo en cuestión de horas un rap que había hecho con 17 años, Statistics, para su clase con la profesora Lawton se volvía viral entre sus seguidores. Timmy T. (su nombre artístico durante la adolescencia), puede presumir ahora de que el vídeo cuenta con millones de reproducciones solo de cuentas fans en Youtube.
Icono de la moda
Poco queda nueve años después del adolescente que aparecía rapeando junto a sus compañeros de instituto sobre los entresijos de la estadística: más allá de su cara reconocible y la naturalidad que le caracteriza, la ropa holgada y la gorra forman parte del pasado. Y es que desde el 2018, Timothée Chalamet se ha convertido, además, en un icono de la moda masculina, alumbrando cada alfombra roja y convirtiéndose en ejemplo de que la moda de hombres puede ir un paso más allá del clásico traje negro.
Frente a sus primeras apariciones públicas, donde el actor apostaba por los cortes y colores clásicos y tradicionales, Timothée Chalamet ha utilizado su forma de vestir en los últimos años como medio de expresión: apostando por colores atrevidos, lentejuelas, arneses, tops atados al cuello que dejan la espalda al aire, terciopelo, encajes y cuellos Mao.
La última aparición pública que nos ha dejado con la boca abierta fue en la alfombra roja de la 79 edición del Festival de Venecia, al que asistía para presentar uno de los próximos proyectos: Bones and All, de nuevo una cita en la que trabaja bajo la dirección de Luca Guadagnino para convertirse en el protagonista de la adaptación de la novela de Camille DeAngelis.
El franco-estadounidense entraba en el podio de los mejor vestidos gracias a un conjunto del diseñador franco-colombiano Haider Ackermann, con el que ya colaboró también en la pasada edición del mismo festival, durante la presentación de Dune, y que ha sido un habitual en el armario de Chalamet desde hace más de tres años.
Un pantalón de sastre rojo metalizado y un top que dejaba al aire su espalda y sus brazos se convirtieron en una apuesta segura y ganadora para el actor que, como decimos, es capaz de llevar la moda masculina a otro nivel sin cometer demasiados excesos pero conociendo cómo destacar, como han podido hacer también nombres como Harry Styles o el polémico Ezra Miller.
Y es que si algo puede sorprendernos del actor dentro del mundo de la industria de la moda es que no cuenta con un estilista que elija lo que viste para cada ocasión, sino que él mismo es el encargado de elegir sus conjuntos. Eso sí, como mencionamos, tiene algunas firmas y diseñadores fetiche. Más allá de Haider Ackermann, con quien ha colaborado en multitud de ocasiones, Virgil Abloh, el encargado de dirigir la línea masculina de Louis Vuitton, que cuenta además con una firma propia, Off-White, Prada y Dior son algunas de las marcas más habituales de Chalamet en las alfombras rojas. Icónico fue, por ejemplo, su conjunto de Louis Vuitton elejido para la gala de los Globos de Oro en 2019, donde Timothée sorprendió con un total look de camisa y pantalón negro que completaba con un arnés-joya.
Próximos proyectos
Más allá del mundo de la moda, el 2022 y el 2023 se vuelven a presentar como grandes años para Chalamet dentro del cine, y es que en el mes de diciembre estrenará la película Bones and All, pero a lo largo del próximo año nos permitirá ver la segunda parte de Dune, en pleno proceso de rodaje, y Wonka, que explora la vida de un joven Willy Wonka y su primer encuentro con los Oompa-Loompas mucho antes de las aventuras que pudimos presenciar en Charlie y la fábrica de chocolate.
Timothée Chalamet es presente y es futuro de la moda y el cine, y nosotros no podemos estar más contentos de contemplar cómo sigue creciendo, trabajando y experimentando con su imagen.
Mario Caridad
Redactor en LOS40. Ana Mena y Taylor Swift son mi Imperio Romano. Un poco como Lalola: en el momento...