Especial
¿Qué es “Canciones de la ballena jorobada”?
Hace un poco más de medio siglo, un álbum de cantos de ballenas se convirtió en un éxito mundial y puso en marcha la prohibición de su caza. El disco se titula “Songs of the humpback whale” (“Canciones de la ballena jorobada”) y en El Eco de LOS40 te explicamos su historia.
Desde finales del siglo XIX, decenas de miles de ballenas eran sacrificadas cada año para obtener jabón, aceite y comida para mascotas. En 1900, la población de ballenas jorobadas era de unas 100.000, pero debido a su caza sin piedad quedaban menos de 7.000.
Una solución para detener la masacre
En 1967, el biólogo Roger Payne coincidió con Frank Watlington, un ingeniero de la Marina estadounidense que desde la década de 1950 había utilizado hidrófonos (micrófonos diseñados para grabar sonidos submarinos) a 30 millas de la costa de las Bermudas, con la esperanza de espiar a los submarinos soviéticos. Payne escuchó las grabaciones, y se emocionó con lo que escuchó. Diametralmente opuesto a los sonidos de los submarinos, Watlington había descubierto por casualidad que los hidrófonos eran una herramienta genial para escuchar a las ballenas jorobadas.
Mientras escuchaba esas grabaciones, Payne también supo que podía haber descubierto la solución para detener la masacre de estas increíbles criaturas. En una reciente entrevista lo explicaba así: “Al minuto sentí que se trataba del sonido más extraordinario que había escuchado en la naturaleza. Supe que mi misión era que el máximo número de personas escucharan esas canciones y pensaran: 'Estamos matando a los animales más grandes que han vivido en la historia del planeta. ¿No os dais cuenta de que es una locura?’”
Un éxito total
Payne, junto a su primera esposa Katy y su socio Scott McVay, se dedicaron a grabar estos “ruidos” y descubrieron que aunque muchas ballenas utilizan sonidos para comunicarse, las jorobadas son las únicas que cantan melodías que, a la primera escucha, parecen gemidos prolongados, pero que si prestas atención oyes una rima, una repetición y una estructura intencionadas.
Al minuto sentí que se trataba del sonido más extraordinario que había escuchado en la naturaleza. Supe que mi misión era que el máximo número de personas escucharan esas canciones
Las primeras veces que pusieron sus grabaciones a la gente se dieron cuenta que al principio se sentían algo incómodos, se reían entre ellos, pero al cabo de unos minutos, se callaban y cuando acababa la grabación, parecían salir de una especie de trance. Entonces Payne lo vio claro, fue la prueba definitiva que necesitaba para convencerse de que estos sonidos podían cambiar la vida de las ballenas, y de las personas.
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Así que en 1970, Payne lanzó un álbum con cinco pistas y 34 minutos de duración. Lo tituló “Songs of the Humpback Whale” y, sorprendentemente, fue un éxito: vendió más de 125.000 copias, y se convirtió en la grabación de naturaleza más exitosa de la historia, hasta la fecha. Superestrellas como Pete Seeger o Judy Collins escribieron canciones inspiradas en el disco. Extractos del disco aparecen en canciones de Judy Collins o Kate Bush. Incluso se dice que Bob Dylan a veces paraba sus conciertos y tocaba junto a una parte de la grabación.
Sonidos que han llegado al espacio
Pero eso no es todo, cuando en 1977 la NASA lanzó su Disco de Oro a bordo de la nave espacial Voyager, en el disco de 12 pulgadas bañado en oro se incluyó, junto con música de Bach, Mozart y Louis Armstrong, una pista de este disco.Y por si fuera poco, en 1979 se envió un extracto del álbum a los más de diez millones y medio de suscriptores de la revista National Geographic. Ah, ¡y uno de los temas aparece en la película Star Trek IV: The Journey Home!
Supe que mi misión era que el máximo número de personas escucharan esas canciones y pensaran: 'Estamos matando a los animales más grandes que han vivido en la historia del planeta. ¿No os dais cuenta de que es una locura?
El álbum también provocó la creación de un movimiento global llamado “Salven a las ballenas”, que derivó en la moratoria global de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y que prohibió la caza de ballenas en todo el mundo -menos Japón, Islandia y Noruega- en 1986. Por su lado, Payne fundó la ONG Ocean Alliance, dedicada a la investigación científica y la preservación de la vida en los océanos del mundo. Desde entonces se dedica a luchar para salvar los océanos explicando por todos los rincones del mundo algo que parece mentira que todavía no tengamos claro: “Qué mundo tan fabuloso existe a nuestro alrededor y cómo lo estamos destruyendo por completo".
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