Especial
La sostenibilidad, según los japoneses
Mottainai y Wabi-Sabi no son dos personajes de manga. Tampoco dos tipos de sushi. Son dos antiguas filosofías japonesas que podrían ser la respuesta a nuestro presente ecológico. Son respeto por la cosas con la creencia de que vivimos en un mundo finito y debemos cuidarlo y respetarlo. Son la versión nipona de las 4 erres pero con alma y filosofía. Son algo que debes conocer y practicar desde ya. En El Eco de LOS40 te explicamos por qué.
En un mundo obsesionado por el consumo masivo y una incesante necesidad de novedades, los centenarios conceptos de Mottainai y Wabi-Sabi proporcionan un modelo para vivir una vida sostenible. ¿Por qué? Pues porque nos guían en cómo reducir nuestro consumo diario y, de esta manera, ejercer menos presión sobre el planeta. Esta manera de actuar puede ayudarnos a transformar la forma en que nos relacionamos con las cosas que consumimos.
¿Qué es Mottainai?
Quizás la traducción más exacta del término Mottainai es el "arrepentimiento por desperdiciar". Este concepto es el que ha inspirado una amplia y efectiva campaña de reciclaje en Japón basada en las 4 erres: Reducir, Reutilizar, Reciclar, Respetar.
Pero Mottainai también es un término que expresa un sentimiento de arrepentimiento por lo que tiramos sin aprovechar al máximo, y que se podría traducir por "¡qué desperdicio!". De esta manera, se entiende que Mottainai tiene una fuerte carga filosófica, porque enfatiza el valor intrínseco de un recurso u objeto, muy ligada al animismo, es decir, a la noción de que “todos los objetos tienen un espíritu 'kami”'. Y entronca con la idea de que somos parte de la naturaleza, algo clave en la psicología japonesa.
¿De dónde viene este concepto?
Al parecer ha tenido dos grandes momentos. El primero fue el período Edo de los samuráis, del 1603 al 1868, donde si comprabas cualquier tipo de prenda se tenía que utilizar, como mínimo, una década. Si se rompía se remendaba, y cuando ya no se podía hacer más, se reciclaba en trapos de limpieza. E incluso cuando ya no se podía limpiar con estos trapos, se utilizaban para encender el fuego. Pero iban más allá, con las cenizas lavaban los platos. Esto es un ejemplo del respeto hacia las cosas, hacia la finitud de los objetos, hacia el agradecimiento por su utilidad.
La traducción más exacta del término Mottainai es el "arrepentimiento por desperdiciar”
El segundo gran momento del “espíritu Mottainai” se dió tras la Segunda Guerra Mundial, en un momento crítico para este país debido a la carencia material y de alimentos. Todo se reutilizaba, todo se reciclaba y se intentaba reducir al máximo el consumo.
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Se dice que incluso desperdiciar un grano de arroz significaba menospreciar el trabajo de los campesinos.
Mottainai hoy
Aún y siendo el segundo consumidor de plástico entre los países desarrollados, reciclar es una práctica cultural muy arraigada en Japón. Las políticas de reciclaje difieren entre una ciudad y otra, pero existen tres reglas básicas: tirar la basura antes de las 8 de la mañana, respetar los días de recogida y utilizar bolsas semitransparentes.
Mottainai y Wabi-Sabi son un ejemplo del respeto hacia las cosas, hacia la finitud de los objetos, hacia el agradecimiento por su utilidad
En ciudades como Kamikatsu hay hasta 45 clasificaciones de tipos de basura. Sus habitantes tienen que lavar los envases y secarlos antes de depositarlos en sus cubos. Otro ejemplo un poco menos complejo es Yokohama, la segunda ciudad más grande de Japón. Sus casi 4 millones de habitantes separan los desechos en 15 tipos, divididos en 10 categorías. La separación es obligatoria y el incumplimiento de las normas puede conllevar multa de 2.000 yenes (14€).
Wabi-Sabi, otro maravilloso concepto
Wabi-Sabi está bastante ligado al concepto de Mottainai: enfatiza la aceptación de la transitoriedad y la imperfección. Tradicionalmente Wabi tiene el significado de triste y solitario, pero actualmente describe a “aquellas personas que no son materialistas y viven en armonía con la naturaleza”.
Por otro lado, Sabi quiere decir “la flor del tiempo”, algo que con el tiempo ha evolucionado hacia el significado de “disfrutar y ver la belleza en las cosas viejas”.
Estos dos conceptos juntos se han convertido en una característica destacada de la sociedad japonesa, una idea fundamental en la forma en que las personas diseñan sus hogares y su vidas, donde los conceptos de imperfección y frugalidad son claves.
En ciudades como Kamikatsu hay hasta 45 clasificaciones de tipos de basura
Por ejemplo, en lugar de comparar unas sillas nuevas para el comedor, muchos japoneses deciden conservar las que tienen, y que han heredado de generación en generación. Su uso prolongado, las marcas y rasguños que retratan el paso del tiempo, han enseñado a las familias que deben valorar sus pertenencias, y que su naturaleza imperfecta es un valor y no una imperfección. Relatan su historia, dibujan el paso del tiempo, algo muy alejado de nuestro mundo occidental, de nuestro sistema capitalista de usar y tirar.
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