Última hora
Pablo Ojeda y Virginia Troconis hablan de nutrición sin filtros: “El primer libro que no tiene ninguna dieta”
Desmontan muchos mitos en torno a estos temas
Pablo Ojeda es uno de esos nutricionistas a los que estamos acostumbrados a ver en televisión. Virginia Troconis es esa venezolana que se casó con Manuel Díaz ‘El Cordobés’ y encontró su espacio como influencer de life style. Juntos, han publicado un libro sobre nutrición que desmonta muchos mitos en torno a estos temas.
Él confiesa los problemas que ha tenido con la gordofobia y adicciones como el juego y el alcohol. Ella, habla de las dietas que ha seguido. Juntos, se muestran naturales y eso hace que la gente se identifique fácilmente con ellos.
Y entre confesión y confesión personal, nos hablan de lo que sería la mejor forma de mantenernos saludables a través de la alimentación y el ejercicio y, sobre todo, de una buena salud mental. Hemos hablado con ellos para conocer los detalles y se nota que tienen ganas de que la gente encuentre su camino y logre ser feliz en este ámbito.
Te recomendamos
Comida, vamos a llevarnos bien. Este título me hace pensar que de entrada nos llevamos mal con la comida, ¿es tan mala la relación?
Virginia: Creo que sí, tenemos una relación amor odio con la comida que pensamos que es nuestro enemigo y no nuestro aliado y ahí tenemos el error.
Un dietista y una influencer que terminan compartiendo proyecto, ¿cómo os distribuisteis el trabajo?
Pablo: Virginia se encargó de la parte más personal como chica con la que se puede sentir más identificada la gente, que lleva una casa, una familia, trabajo, hace deporte y sale a disfrutar los fines de semana…tiene una visión pública y puede llegar a mucha gente. Y yo desde una parte un poco más técnica, lo que veo todos los días en mis pacientes con sus miedos y curiosidades.
Os conocisteis en pandemia.
Pablo: Nos conocimos en plena pandemia, empezamos a hacer directos y nos hicimos amigos. Vimos que la gente era curiosa y nos veía mucho y seguimos haciendo directos y nos planteamos plasmar todo lo que estábamos haciendo en un libro en positivo, no en negativo. Eso es importante en los tiempos que corren, ver una visión positiva de lo que podemos hacer.
Sí es cierto que la gente cada vez siente más curiosidad por estos temas. Cada vez hay más información, pero a la vez surgen más dudas por las muchas contradicciones, ¿qué es lo que pasa?
Virginia: Todo el mundo cree que sabe de nutrición y por eso me atreví a escribir este libro porque yo no voy de nada. Ni soy escritora ni soy nutricionista. Si puedo influir de una manera positiva y está Pablo detrás para apoyar lo que me pasa y que la gente se siente identificada, creo que es el éxito del libro en el que nadie va a encontrar una dieta, una pastilla mágica para cambiar. Es importante que primero entendamos que queremos cambiar y encontrarnos mejor y luego emprender una andadura a largo plazo. Que sepan que para estar bien no hay que hacer nada extraordinario que es lo que yo me encontraba en los directos. ‘Como tú puedes ir tres horas al gimnasio’ y no, yo soy lo que soy porque me cuido y llevo mi casa, mis hijos, trabajo, hago deporte y la gente se tiene que sentir identificada con eso y tiene que entender que puede conseguir lo que quiera. Lo que pasa es que no nos ponemos y buscamos excusas.
Pablo: Y, sobre todo, entender que todos somos diferentes, tenemos y circunstancias diferentes y sentimientos diferentes, pero muchas veces buscamos los mismos objetivos y lo que hay que intentar es que la consecución de nuestros objetivos vaya acorde a nuestra situación actual.
Vamos, que a todos no nos funciona lo mismo.
Pablo: Nada más lejos de la realidad, pero como necesitamos respuestas para ayer y tenemos que resolver ciertos temas que nos afectan como puede ser el peso o la imagen estética. Se ha puesto de moda el término gordofobia y es una realidad. Yo pesaba 138 kilos y a mí la gente no me miraba igual que ahora y eso es verdad. Yo iba por la calle y notaba una miradita porque pesaba 140 kilos y eso está ahí. La gente se siente muy vulnerable porque necesito cosas para ya y ahí es donde entran esos productos mágicos y dietas milagro que van a jugar un poquito con esa vulnerabilidad del ser humano.
De hecho, en el libro desmontáis muchas creencias que hemos tenido siempre muy interiorizadas. ¿Cuánto daño han hecho estas creencias?
Pablo: Cuando estudié la carrera lo que más agradecí es que me enseñaran a interpretar los estudios. Los que salen, por norma general, son observacionales en ratas y eso no se puede extrapolar al ser humano. Te voy a poner un ejemplo: ‘Una copa de vino equivale a una hora de gimnasio’. Ese estudio que se hizo en Estados Unidos hace muchísimos años aisló del zumo de uva una molécula que se le dio a una rata sí y a otra no y se vio que, a esa rata, cuando se le metía en la rueda, tenía un rendimiento un poquito mayor que la otra rata. De ahí a decir que el vino equivale a una hora de gimnasio… detrás hay una gran industria, un lobby espectacular, muchas ventas. En este libro no hay dietas, yo creo que es el primer libro de alimentación que no tiene ninguna dieta para recomendar.
Tú desechas esos mitos porque has estudiado, pero, ¿cómo puede la gente de a pie saber lo que es cierto y lo que no?
Pablo: Lo primero que diría es que nunca miren internet. Si tú quieres ver un estudio o ver algo, en internet vas a encontrar las mismas respuestas a favor de tu pensamiento, que en contra. Por una selección innata en el ser humano vas a ratificarte en lo que te viene mejor a ti. Falta una cosa y es educación. Yo traía una niña saharaui cuando era pequeña y por sus creencias le enseñan que no puede tomar cerdo porque es un animal prohibido y cuando venía a mi casa cuando tenía 9 años decía que no comía cerdo porque si lo hacía iba a explotar. Pero es que se lo han dicho desde el día uno que nació y es muy difícil quitarle esa creencia. Eso es lo que hacemos un poco con los niños. No les damos ningún tipo de educación y luego vete tú cuando tienen 40 años que un plato engorda cuando le han dicho que no. Es más psicológico que nutricional.
Virginia: Lo que decías de romper con los mitos, el agua templada con limón por la mañana, la fruta engorda, si quieres perder peso, no comas carbohidratos… hay muchas cosas que tenemos grabadas a fuego y lo que tienes que aprender a distinguir es que si te tomas un vasito de agua con limón templada por la mañana porque te apetece o te sienta bien, que te lo tomes, pero que entiendas que el limón no va a quemar la grasa del chorizo y la morcilla que te comas después. Esto es lo que tenemos que tener claro.
Hablabas Pablo de la gordofobia y en el libro insistís en el tema de que la obesidad se tiende a asociar a la estética, pero es más una cuestión de salud, ¿no?
Virginia: La mayor reflexión que yo he conseguido con este libro es que te das cuenta de que a cualquier persona le preguntas por qué hace dieta y te dice que para perder peso, muy pocas personas te van a decir que lo hacen por sentirse bien o tener salud. Y ahí está uno de los temas importantes del estudio. Y otro estudio que me enseñó Pablo decía que existen 200 factores que influyen en la subida y la bajada de peso y la comida es uno y le damos demasiada importancia.
Pablo: Le damos toda y por eso no funcionan las dietas.
Pablo, supongo que después del verano y las vacaciones, tu consulta se llenará más que en otras épocas del año porque nos hemos excedido y queremos remediarlo.
Pablo: Totalmente y a mí me gusta decir que no hay que hacer nada especial, volver a la rutina. Las personas que ya llevaban unos malos hábitos son los que suben mucho de peso porque siguen con esos malos hábitos en verano. Pero las personas que llevan unos buenos hábitos cogen algún kilito, pero en el momento que siguen con esos hábitos no tienen que hacer nada especial.
“El problema no es la comida sino la culpa”. En el libro incidís que muchos problemas con la nutrición tienen más que ver con lo psicológico.
Pablo: Yo tengo una clínica que es de psiconutrición, la parte psicológica es un 70%. Hay mucha gente que pierde mucho peso, simplemente con el plano psicológico. La manera en la que tú te relaciones con la comida es un reflejo de tu vida y siempre digo que siempre hay momentos a día de hoy en los que no sé si estoy enfadado o triste o tengo un poquito de ira o de rabio, pero si no lo sé, ¿cómo le pongo solución? Pero lo que sí sé es que cuando lo tengo como y me quedo tranquilo y ahí está el problema. No en la comida sino en que no sé gestionar lo que me está sucediendo y ahí es donde tenemos que trabajar. No tienes que adelgazar tu barriga sino tu mente. Por eso la salud emocional es más importante, o más, que la salud física.
En esa salud física entra el tema técnico de la nutrición y son muchas cosas. Solo mirando una etiqueta uno se pierde, ¿cómo no que no está metido en la materia puede enfrentarse a ello?
Pablo: Sencillo, compra sin etiqueta. Si te agobian las etiquetas, la fruta, la carne, la verdura, los frutos secos, el pescado, las legumbres… ¿tienen etiquetan? Mira qué sencillo. Que te agobian las etiquetas, compra sin etiquetas, que vas a tener una alimentación maravillosa.
Dices Virginia que muchas veces recurrimos a la excusa del tiempo, ahora habría que añadir la económica porque al final lo de comprar sin etiquetas suele salir más caro que comprar con etiquetas, ¿son excusas o son realidades?
Virginia: Son excusas porque ahora a Pablo le han puesto a hacer menús por poco dinero. Estamos pasando por una situación complicada, pero todo el mundo tiene para comprar unas lentejas o un arroz y te alimentas bien. Creo que son excusas. La gente me bombardeaba diciendo que hago cosas extraordinarias, lo que tenemos que entender es que para estar y comer bien no hace falta hacer nada extraordinario y cuando lo entiendes lo miras desde otro punto de vista. Yo sé que ahora es más difícil que la gente pueda comer la fruta que le apetece, pero tenemos que tener una planificación, sabor hacer la compra, la fruta de temporada y buscar en nuestra imaginación.
Pablo: Esas excusas son innatas en el ser humano. Muchas veces nos da miedo, a nivel conciencia, admitir que estamos haciendo las cosas mal y buscamos esos pensamientos saboteadores para justificarnos. Comer de manera saludable puede ser muy rápido.
¿Cuándo es el mejor momento para iniciar un cambio?
Virginia: Muchas personas dicen, ‘el lunes empiezo’, yo cuando las escucho pienso, ‘el domingo se van a poner hasta arriba’. Siempre están buscando momentos, si es ahora, si es ya, si es cambiar nuestra filosofía, si es ir poco a poco. Me encanta lo que dice Pablo de que en enero no podemos empezar tirando todos los polvorones. No, tú te los vas comiendo poquito a poco y llega un momento en el que se acaban y ya no los tienes. Tenemos que saber que están ahí, pero no machacarnos y cortar por lo sano.
Pablo: Yo siempre digo que si yo hubiese buscado el mejor momento para que mis niñas estuvieran en este mundo, te aseguro, que mis niñas no estarían en este mundo, porque no existe ese momento. Cuando inicias un proceso de cambio, el mejor momento es ahora. Si nunca has hecho deporte no te va a gustar de hoy para mañana hacer deporte, es imposible, pero tienes que iniciarlo.
Virginia: Y verlo desde otro punto de vista. Yo siempre digo que tenía una amiga con cáncer y un día le dije, ‘qué pereza, tengo que correr ahora 10km porque me estoy preparando para la maratón de Nueva York’ y ella me dijo, ‘ojalá pudiese yo andar uno’. Vemos la dieta como algo extraordinario y el deporte como una obligación y ahí está la cosa, es un privilegio poder hacer deporte y cada uno a su ritmo.
Hablas de deporte que siempre sale cuando hablamos de adelgazar. Dieta y deporte, ¿son inseparables, no se puede conseguir sin hacer ejercicio?
Pablo: La palabra salud es un compendio de cosas, la comida es una cosita más. La enfermedad número uno en personas adultas es la sarcopenia, la destrucción de la masa muscular que es la encargada de que cuando se caen nuestros mayores se rompen la cadera porque no tienen fuerza ni musculatura suficiente. Y gracias a la masa muscular se consume mucho oxígeno y gracias a eso mi metabolismo es alto y necesita mucha energía. Si no tengo músculo y mi energía es mínima para vivir, pero el hambre que tengo siempre es la misma. Tienen que ir de la mano.
En los últimos años los foodies nos han metido los superalimentos hasta en la sopa, ingredientes como la espirulina que ahora llegáis vosotros para decirnos que son una estafa, ¿ya os han apuntado en alguna lista negra?
Virginia: Yo no creo que sean una estafa, pero me hace mucha gracia porque ves a la gente que te dice, ‘me estoy tomando las bayas, la espirulina…’ y les preguntas para qué sirve y ‘es buenísimo’, es lo único que te saben decir. Cada super alimento tiene sus propiedades, pero por sí solos no van a cambiar nuestra vida.
Pablo: El caso concreto de la espirulina a mí me da un poquito de miedo porque necesitamos conocimiento al respecto. Tiene mucha vitamina B12 que es esencial en las personas veganas o vegetarianas que tienen que complementar. Pero si tú te haces un análisis después de haber tomado espirulina vas a tener una analítica muy alta porque en tu organismo tienes esa vitamina B12, pero esa vitamina B12 no la asimila tu organismo, pasa sin pena ni gloria. Puedes tener una falsa sensación de estar sano y te estás jodiendo y te puede generar una anemia rapidísima, mareas, cefaleas… igual que las lentejas, que tienen mucho hierro, pero si no tienes una suficiente cantidad de vitamina C no lo vas a poder adquirir.
Puestos a derribar torres también llegas Pablo y aseguras, al contrario de lo que hemos creído siempre, que el desayuno no es la comida más importante del día.
Pablo: No es la comida más importante del día. En los niños, que tienen una gran actividad por la mañana porque van al colegio, van al patio, a jugar, recomiendo que desayunen. Aparte, yo nunca te diré que el desayuno es la panacea, se pueden ir sin desayunar. Yo todos los días desayuno un pedazo de tostada con aguacate y no me lo toques porque me enfado. Hay que adaptarse.
En el libro habéis compartido temas muy personales. Pablo, por ejemplo, hablas de tu pasado de sobrepeso, tu ludopatía o excesos con el alcohol, ¿te ha hecho sentir más vulnerable?
Pablo: Lo llevo trabajando muchos años. Ahora tengo un buen momento de vida gracias a todas esas experiencias de las que no me arrepiento. ¿Hubiera cambiado cosas? Obviamente, pero están ahí y he tenido que aprender de ellas, por eso siempre he defendido el cuidado psicológico en cualquier cambio. Creo que todos deberíamos tener un psicólogo a nuestro lado que nos ayude en momentos de debilidad y dificultad, todos podemos pasar un mal momento y pedir ayuda es de valientes. Lo que es de cobardes es señalar a la gente. La gente que es capaz de superar una adicción, un mal momento de vida, son gente capaz de lo que sea. Todas las personas por muchas circunstancias de vida somos vulnerables y podemos caer en los infiernos, lo que es de grandes es reconocerlo, pedir ayuda y superarlo.
Virginia: Yo me siento super orgullosa de que la gente se pueda identificar y tomar decisiones a raíz de lo que nosotros podemos compartir en el libro. Para nada me siento vulnerable y yo creo que lo importantes que la gente sepa que nosotros también nos hemos equivocado. Soy lo que soy gracias a lo que he sido y he vivido. Si podemos ayudar e influir de una manera positiva, nosotros encantadísimos.
Cada vez hay más información, como decíamos antes, peor los trastornos de alimentación, sobre todo en gente joven, no disminuyen, ¿qué ocurre?
Pablo: No es que no disminuyan, es que aumentan. Hace unos años era la tercera causa de enfermedad crónica en adolescentes y ya va por la segunda. Esto es una opinión muy personal. Veo a mis sobrinos y amigos de mis hijas que ya no ven televisión. Se comunican por youtube, redes sociales, reels, TikTok y hay que enseñar que eso es una fantasía, eso no es real, es la mejor foto de la mejor foto de la mejor versión del mejor programa con el mejor filtro. Creo que cuando uno no cumple esas expectativas siempre sigue buscando porque uno no acaba de aceptarse. Y cuando tú no te aceptas, por muy delgada, por muy guapo o lo que seas, siempre vas a ver algo que no te cuadra. Lo primero es aceptarnos tal y como somos y luego buscar nuestra mejor versión saludable.
Para acabar, después de hacer este libro, ¿cuál creéis que es la principal idea que habría que erradicar en estos temas de nutrición?
Pablo: Lo más perfecto es lo imperfecto. En la imperfección está lo real, está el aprendizaje y caerse es una oportunidad.
Cristina Zavala
Periodista enamorada de todo el entretenimiento. Enganchada a la tele, los libros, los últimos lanzamientos...