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COP27: Todo lo que nos jugamos en la cumbre del clima de Egipto
Este domingo arranca en la ciudad egipcia de Sharm El Sheikh la 27ª conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático. Te contamos por qué lo que ocurra allí es esencial para el futuro del planeta.
¿Qué es la COP27?
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Cada año, los principales mandatarios del mundo se reúnen bajo el paraguas de las Naciones Unidas con el objetivo de poner freno al cambio climático. Un encuentro que viene celebrándose desde 1995, cuando Berlín acogió la primera de estas conferencias. Dos años después, en 1997, se aprobó en la ciudad japonesa de Kioto el protocolo que lleva su nombre, por el cual las grandes potencias se comprometían a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
Este año la cita tiene lugar en la ciudad egipcia de Sharm El Sheikh, del 6 al 18 de noviembre. Participarán en ella 198 países, entre los que hay tres ausencias notables: China, India y Rusia. Será la primera vez en seis años que la cumbre se celebre en el continente africano.
¿Qué se acordó en la COP26?
La cumbre celebrada en Glasgow (Escocia) el año pasado terminó un día más tarde de lo previsto. Los países participantes consiguieron llegar, en el último momento, a un acuerdo de mínimos que no era legalmente vinculante y que, básicamente, reflejaba el objetivo de mantener el calentamiento global por debajo de 1,5° C, para lo que se reconoció la necesidad de reducir la emisión de gases de efecto invernadero en un 45% para 2030 y alcanzar el objetivo de cero emisiones para 2050.
Todo ello es fruto de lo firmado en 2015, cuando el llamado Acuerdo de París estableció las medidas a tomar para la reducción de las emisiones. Además, en la COP26 se alcanzaron compromisos en materias como la deforestación, las emisiones de metano, la financiación o el uso de combustibles fósiles. Los grupos ecologistas mostraron su decepción ante la falta de compromisos más ambiciosos, así como ante el hecho de que no se concretaran cifras ni plazos.
¿Cuál es la situación actual?
El mundo se encuentra en una encrucijada compleja. La crisis económica, geopolítica y energética derivada de la guerra en Ucrania ha puesto a varias de las naciones más poderosas en una situación de tensión casi prebélica y ha hecho que los compromisos adquiridos en cumbres pasadas hayan pasado a un segundo plano. Y sin embargo, el cambio climático sigue siendo una de las mayores amenazas para la humanidad. Un informe que acaba de hacer público el programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma) alerta que las medidas actuales para reducir los gases de efecto invernadero (GEI) son insuficientes. Al ritmo actual de emisiones, la temperatura aumentaría entre 2,4 y 2,8 grados a lo largo del siglo. Un incremento que resultaría devastador para buena parte de los habitantes del planeta.
Actualmente, los científicos del panel internacional de especialistas en cambio climático (IPCC), estiman que entre 3.300 millones y 3.600 millones de personas (de los casi 8.000 millones que habitan el planeta) viven actualmente en contextos considerados “altamente vulnerables” al calentamiento, ya sea por su ubicación geográfica o por su mala situación socioeconómica, que hace que padezcan más las consecuencias de los fenómenos meteorológicos extremos derivados del cambio climático.
¿Qué esperan de esta cumbre los ecologistas?
Desde las distintas organizaciones que luchan contra el cambio climático seguirán con mucha atención todo lo que ocurra en la COP27. Ecologistas en Acción, que contará con una delegación de siete personas en Sharm El Sheikh, ha elaborado un comunicado en el que pide que la cumbre “dé respuestas vinculantes y efectivas para dotar de capacidades a los países que ya sufren las consecuencias de la emergencia climática. La justicia climática, la protección de los derechos humanos y la necesidad de impedir pasos atrás en la protección del planeta, deben ser la prioridad de las negociaciones”. No hay tiempo que perder. Tal y como recuerdan los ecologistas, “las décadas de retraso en los compromisos ya están afectando a millones de personas y comunidades”.