Especial
Joana Marcús, la autora juvenil del momento: “No haré peli en Netflix ni en ningún otro lado”
La joven mallorquina acaba de lanzar ‘Después de diciembre’
Las cifras en redes sociales de Joana Marcús dejan claro que es una de las autoras juveniles del momento. Si a eso le sumamos las cifras de ventas o las lecturas en Wattpad, ya no cabe duda alguna.
Esta mallorquina ha tenido un 2022 lleno de lanzamientos. Ha ido compaginando el lanzamiento de su saga de ciencia ficción, Ciudades de humo, con la romántica, Meses a tu lado. Obras que publicó hace años en Wattpad y que ahora podemos tener en papel.
Ella es la única española en el top de esta plataforma de literatura donde los jóvenes han creado una gran comunidad y que se ha convertido en la gran cantera tanto de las editoriales como de Netflix que basa muchas de sus nuevas series o películas juveniles en obras surgidas aquí.
No muchos autores con 22 años pueden pasear por el centro de Madrid y ver su cara en grandes carteles. Ella sí y todavía tiene que asumirlo, como el hecho de que está a punto de iniciar su primera gira de firmas internacional.
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Acaba de lanzar Después de diciembre, la segunda parte de su saga romántica que nos cuenta la historia de Jenna y Jack. Dos jóvenes que se enamoraron, pero acabaron separados porque por encima del amor, estaba el futuro y las decisiones difíciles para poder cumplir sueños. Un año después, vuelven a cruzar sus caminos y ya no son los mismos. ¿Podrá el amor vencer todo obstáculo?
Hemos hablado con Joana para saber cómo está viviendo este gran momento para ella.
Acabas de lanzar Después de diciembre, la segunda parte de Meses a tu lado. ¿Cómo se vive un día de lanzamiento?
Se vive con emoción, pero con muchos nervios. Siempre tienes esa intriga de cómo irá la cosa, de si va a estar bien posicionado, si a la gente le va a gustar.
Cuando la primera parte ha ido tan bien, ¿te relajas más con la segunda?
No te creas, porque siempre está como esa inseguridad de que tienes que estar a la altura de lo que les ha gustado del primero. Siempre tienes ese fantasmita detrás de que tienes que estar a la altura del primero.
En ese sentido, ¿tus lectores son muy exigentes?
Creo que en mi caso no son tan exigentes porque es una obra que ya han leído, que ya conocen, que está en internet. La trama principal es la misma, pero hay muchas cosas nuevas, personajes que tiene más desarrollo e importancia que en la versión de internet porque aquí he tenido como más tiempo y es como mi versión un poco más madura porque, al final, son obras que escribes con 15 o 16 años y ahora ha cambiado mucho la perspectiva.
Has tenido un 2022 lleno de lanzamientos. Ahora que llega época de hacer balance, ¿cómo sería el tuyo?
Creo que todavía no he tenido el momento de parar para pensar en todo lo que ha pasado. Han pasado tantas cosas en menos de un año, porque publiqué Antes de diciembre el 17 de enero y desde entonces ha sido una cosa tras otra. No ha habido ningún momento de pararme a pensar ‘¿me ha pasado todo esto a mí? ¿ahora qué quiero hacer con mi vida? ¿cómo quiero seguir?’. Cuando lo haga, empezaré a llegar a conclusiones, pero todavía no ha pasado.
Has lanzado en papel la trilogía de Ciudades de humo y las dos primeras partes de la saga Meses a tu lado, ¿vas a poder mantener ese nivel de publicaciones?
Creo que necesito un poco más de margen entre libro y libro porque quiero dedicarle más tiempo a cada uno. Quiero que cada libro tenga su momento de brillar y que no se pisen entre sí. Ahora haría máximo dos o tres libros por año, para que cada uno tenga su trayecto antes de que llegue el siguiente.
Antes de diciembre y Después de diciembre, las dos primeras partes de la historia de Jenna y Jack, ¿cuándo escribiste esta historia?
Creo que tenía 16 años cuando escribí el primer borrador y luego, con 17 la volví a retomar y a subirla a Wattpad y fue más elaborado. La segunda versión siempre es más elaborada que la primera, y esta es la tercera, así que, imagínate.
Ahora tienes 22, una edad en la que uno evoluciona y cambia mucho porque se está formando. Eso supongo que lo notará el lector, ¿no?
Han sido años en los que internet y la gente, en general, ha modificado mucho su pensamiento. Ha pasado muy poco tiempo, pero ha cambiado muchísimo. Cosas que antes te parecían normales, ahora las lees y te preguntas cómo has podido escribir esto y te llevas las manos a la cabeza. Reflexionas mucho y haces muchos cambios de este tipo. Te planteas cómo pudiste tratar tan mal este tema o aquel. Ahora tengo la oportunidad de tratarlo mejor.
¿Y eso cómo lo toman los lectores, lo de que hayan leído la historia en Wattpad y luego se la modifiques en papel?
En mi caso siempre se lo han tomado bien porque siempre que hago cambios siento que son necesarios. Nunca cambiaría la trama principal o el final o cosas cruciales, pero las subtramas sí las puedo modificar para que tengan más sentido, o quitar un poco de drama o esto, o ponerle más drama a lo otro. Son cambios que no afectan a la estructura en sí, sino que es dar otra versión de la historia que te han contado. Si no les gusta, siguen teniendo la versión de internet, esa siempre va a estar allí.
Pero, a los lectores que se hayan acercado a ti por la versión papel, ¿les recomendarías que fueran a internet a leer las otras dos partes que ya has publicado en internet de esta historia?
No, no, no. Yo les diría que se quedaran con la de papel que es lo último que he escrito y es como con lo que me hace sentir más identificada ahora mismo. De esas otras dos partes me siento también orgullosa, pero es como una versión más joven de mí. Obviamente no pienso igual que antes.
¿Cuesta ponerle fin a una saga después de cogerle tanto cariño a los personajes?
A mí no me cuesta nada porque llego a un punto que cuando llevo estos libros, digo, ‘lo siento mucho, os quiero mucho, personajes, pero ha llegado un punto en el que ya me habéis aburrido y necesito pasar a algo nuevo’. Al final te da algo de pena porque cuando llevas cuatro libros con los mismos protagonistas, los echas de menos, pero también quieres probar cosas nuevas.
¿Tus compañeros de psicología, analizan los personajes de tus novelas?
Estudio online y no tengo una relación super cercana con ellos y, como hablamos, sobre todo por grupos de trabajo o proyectos y hablamos sólo de eso y nunca les he comentado… creo que hay el runrún, que lo saben, porque a veces sí que hay comentarios, que digo, ‘éste sospecha algo’, pero yo nunca he hablado de ello y es como respetan ese muro de separar mi vida de estudiante de la de escritora.
No si es cuestión de respetar o de que te pueda la curiosidad. Yo si te tuviera en mi círculo te estaría preguntando todo el rato por el final o por los personajes.
Eso pasa con mis amigos de toda la vida. Me dicen, ‘ya que somos amigos me lo puedes contar, que no se lo voy a decir a nadie’. Y se lo cuento, claro, hay confianza. Por ahora ninguno me ha traicionado, no ha habido alta traición.
Como en otras de tus novelas, tu historia va más allá de una relación de amor, tratas otros temas. En esta historia está muy presente el tema de las relaciones tóxicas, un tema siempre delicado, ¿crees que la gente más joven es capaz de identificar este tipo de relaciones?
Yo crecí con los libros juveniles muy enfocados al chico controlador, muy celoso, que la chica nunca tenía personalidad propia y siempre estaba muy basada en lo que él quiere de mí. Nos criamos con eso y cuando empecé a crecer un poco y vi otras perspectivas, dije, ‘yo no quiero escribir un libro así, quiero escribir un libro con ese tópico de chica que no tiene personalidad de ningún tipo, pero tenga un por qué’. En el caso de Jenna, por ejemplo, son sus padres que la tiene muy marcada y en su relación tóxica con su novio que le dice que no puede vestirse de determinada manera o comportarse de una manera en concreto. Todos los elementos que tienen los protagonistas antiguos de controladores, los tiene ahora el personaje que te hacen ver como malo, y es una forma de decirte que todo esto que te han hecho creer que está bien y es romántico, no está bien. No está bien que otra persona dicte cómo tienes que vivir. Y Jack es el protagonista y es todo lo contrario a esos personajes y así pueden comparar la relación sana con la relación tóxica.
Cuando hablamos de comportamientos violentos dentro de una pareja, ¿dónde crees que deberían marcarse los límites?
Deberíamos darnos cuenta antes de que llegue la violencia física. A veces la violencia psicológica es mucho peor que la física porque te deja más secuelas. En el momento que tu pareja o amigo empieza a marcar cómo tienes que comportarte o cómo tienes que vivir tu vida porque si no lo haces, vas a dejar de gustar o vas a dejar de tener aprobación, ahí deberías de darte cuenta de que no es una relación sana.
Hasta hace tres años, quien iba al psicólogo era el rarito de la clase, del trabajo o de donde fuera. Por suerte, ahora ya no está este estigma.
Una ruptura hace caer a tu personaje en una espiral de auto destrucción, ¿deberían enseñarnos a afrontar el desamor?
Sí, yo creo que es una asignatura pendiente que tenemos todos, da igual la edad que tengamos. En el caso de Jack es que se le junta la ruptura con su pareja, con una relación muy negativa con sus padres, con la separación de sus amigos porque se va a otro sitio a estudiar, con un ambiente en el que no conoce nada y todo acumulado le lleva a este camino de auto destrucción.
Pero dejas ahí ese halo de esperanza de que se sale del pozo, ¿no?
Claro. No quiero hacer spoiler. De hecho, la ruptura ves cómo está enfocada desde el punto de vista de ella y de él. Él cae en esta espiral destructiva y él, sí es verdad que durante los primeros meses está muy mal y lo echa de menos y echa de menos a sus amigos y se siente muy apartada de todo, pero luego, como que cambia el chip y se da cuenta de que no puede seguir así y empieza a reaccionar. Empieza a buscar cosas con las que distraerse, a trabajar en varias cosas diferentes, actividades que había abandonado por su anterior pareja y que le gustaban mucho, es como reemprende su vida poco a poco. Es como que así es como deberías enfocar una ruptura, no de la otra manera.
En esa parte de recuperación de Jenna metes el tema de la salud mental y de acudir a terapia que ahora está tan al orden del día. En eso sí que ha cambiado desde que escribiste la primera versión a ahora.
Esto ha sido en los últimos tres años, igual que ha empezado a hablarse de ir al psicólogo como algo positivo porque hasta hace tres años, quien iba al psicólogo era el rarito de la clase, del trabajo o de donde fuera. Por suerte, ahora ya no está este estigma, aunque algunos todavía lo tengan. Pero si lo enfocas en plan he ido a terapia y me ha ayudado a superar este mal momento porque lo estaba pasando mal y no tenía ayuda y no sabía dónde podía buscarla, creo que la gente puede pensar que igual es que no sea tan negativo.
¿Los personajes de Chris y Curtis vienen a cubrir esa cuota de diversidad sexual que parece imprescindible en la literatura juvenil actual?
Creo que no existe una cuota de diversidad, simplemente es como cualquier grupo de amigos en el que es imposible que todo el mundo sea igual de una determinada manera. Cada uno recorre su camino y tiene sus preferencias y, dentro del grupo de Jenna, además de Chris y Curtis, está Sue que es bisexual y no habla directamente de ello, pero te lo dice. Lo que pasó hace poco con el actor de Heartstopper, que lo obligaron a salir del armario… no tiene por qué decirte un personaje en qué categoría está. Tú no le exiges a un personaje heterosexual que exprese su sexualidad porque la tiene normalizada y deberíamos hacer lo mismo con los otros y no pensar que este personaje, por ser de determinada manera, está aquí por cubrir una cuota, simplemente es el grupo de amigos que tendría cualquiera.
Pero esta diversidad, ¿la había en tu entorno cuando empezaste a escribir esta novela hace cinco o seis años?
En mi caso ya había alguno porque es mi grupo de amigos y me basaba mucho en ellos, pero es verdad que no se hablaba tanto de este tema. Había estos estándares para crear personajes y todo el mundo se basaba en ellos, no era que no quisieran incluirlos, sino que nadie se lo planteaba.
Dices que esta pandilla está basada en tu grupo de amigos, o sea, que existe una Naya, un Will, una Sue…
Yo soy la Sue de mi grupo. Cuando estoy con mis amigos soy un poco así, aunque al final, tengo un poco de cada personaje. Son ficticios, no tengo un amigo que sea como Mike, como Will, pero todos comparten algo con alguien que conozco o conmigo misma.
¿Tus amigos son capaces de reconocerse en alguno de los personajes?
Totalmente, de hecho, lo hacen. El de Will es una de mis mejores amigas que, cuando lo leyó, dijo, ‘a ver, los derechos de autor, ¿dónde están?’. Yo los he creado con mucho cariño y se sienten como muy bien viendo cómo les percibes tú como escritora, cómo percibes sus personalidades y cómo las plasmas.
Tus personajes son unos en la primera parte y otros, en la segunda, sobre todo al final, ¿esa evolución es propia de la vida?
Sí, sobre todo porque entre el primer y el segundo libro hay un año de diferencia y en un año en los 18-25 años, en ese rango de edad, en un año te cambia mucho la vida, te cambia mucho la forma de pensar y para mí no tenía sentido que los personajes fueran los mismos que habían empezado la historia que eran como muy niños y al final de esta que son más adultos y tienen la vida como más hecha y tienen las ideas más claras. Tenía sentido que evolucionaran.
Mike Ross tiene una banda, pero no le das mucho protagonismo, ¿no habría dado más juego verle triunfar con su grupo?
Sí, es verdad. Es uno de los personajes más polémicos. Jack es un personaje que está hecho para que te guste. Y su hermano Mike es como su polo opuesto, no está hecho para que te guste. Ha pasado por lo mismo y es la versión más realista, aunque haga cosas malas, que podría pensar en una situación igual. Me choca mucho porque el mismo personaje desde distintas perspectivas, en el caso de Mike, que no tenemos su historia, es repudiado por los lectores. Hay gente que lo adora y gente que lo odia, no hay nadie que se quede en medio.
A mí me gusta.
A mí también, es mi niño, hay que admitirlo.
Tampoco hay mucha música en esta historia, ¿qué canción le pondrías como tema central?
Tengo otras historias en las que tengo mucha más música y justo has dado con la que no tiene mucha. Esta es más de películas, porque él es director.
¿Eres de películas de terror?
Sí, me encanta. De hecho, soy de cine de animación infantiles y cine de terror, no tengo término medio.
Pero, ¿eres de las que después de ver una peli de miedo haces que alguien te acompañe al baño?
No, yo soy la que acompaña al baño a mis amigos. La que cuando te metes en un pasillo del terror ponen delante porque saben que no se va a asustar mucho.
Aunque no haya música en la novela, ¿qué tema le pondrías como tema central?
En este libro, el Cómo te atreves, de Morat, creo que pega bastante con la perspectiva de Jack de ‘ahora que estaba empezando a pasar página de repente vuelves a mi vida, desgraciada, y me la vuelves a girar, ¿cómo te atreves?’.
Ahora a finales de noviembre te vas a México, esto ya empieza a ser como las giras de los artistas, ¿qué suponen para ti?
Estoy que no me lo creo, es mi primer viaje internacional. No sé qué me encontraré porque es algo que no he vivido nunca. En España, aunque sea un sitio en el que no he estado nunca, más o menos sabes cómo es la gente, cómo se comporta. En México, no tengo ni idea. No sé si no va a venir nadie o va a venir un montón de gente y eso me causa una gran inseguridad. Siempre tengo la idea de que me voy a quedar sola firmando libros para los que vienen de seguridad.
¿Has comprado una guía de viajes para hacer turismo?
Admito que lo primero que pedí es ir a ver lo de la lucha libre porque me llama mucho la atención. A raíz de eso he ido investigando a ver qué hay. También está la Casa Azul, cosas así, como más culturales, también me gustaría mucho verlas.
Para ti ha sido primordial el contacto tú a tú con tus lectores, ¿qué tal llevas esa parte?
Creo que es de las cosas que menos se tienen en cuenta cuando alguien te viene diciendo, ‘yo también quiero ser escritora, quiero estar en internet, quiero tener x seguidores’. Te enfocas mucho en eso y no piensas que de todo lo bueno sale algo malo, desgraciadamente. Si cuando empiezas tienen 100 comentarios buenos y uno malo, a medida que crezcas, la cosa se va equilibrando y es algo para lo que tienes que estar preparado mentalmente, poner cierta distancia de cómo te afectan estas cosas. Es cierto que internet es un sitio donde cualquier persona, anónima, además, y te pueden decir de todo. Y tienes que entender que hay críticas que tienes que coger con pinzas, coger solo lo que te pueda ayudar como escritora a evolucionar, y hay otras de las que tienes que pasar porque no te van a aportar nada.
¿Eso ya lo tienes asumido?
A mí al principio me costaba cuando era más jovencita porque, además, el internet de ahora no es el internet de antes. Me acuerdo que antes subía vídeos a youtube y en un vídeo puse una cancioncita de fondo mientras hablaba y porque había una chica a la que no le gustaba la cancioncita me empezó a enviar mensajes de que me quería pegar. Eso era internet hace cinco años. Me acuerdo de eso y es algo que hoy en día ya no veo tanto. Es verdad que todavía hay gente muy intensa, pero se ha moderado mucho.
Tu comunidad va creciendo a medida que vas publicando libros, ¿te ha llegado feedback de alguna celeb?
En feedback, no, pero lo que sí me ha pasado, que me da mucha vergüenza admitirlo, es que me sigan escritores que a mí me gustan mucho y yo hacerme la guay, la interesante, en plan ‘muchas gracias por seguirme’ cuando, en realidad, por dentro estoy gritando en mil idiomas. Es algo que todavía no he asumido, que saben que existo. O hacerte amigo de influencers que hace tiempo que sigues, es algo muy surrealista.
¿Con quién te ha pasado?
Yo era super fan de Cherry Chic, nunca se lo he dicho, porque me da mucha vergüenza y ahora la considero mi amiga porque hemos coincidido en muchas ferias, he estado en su casa, ella quería venir a Mallorca. También están Iria y Selene, gente que seguía y ahora me encuentro con que son amigas.
Tienes solo 22 años y ya puedes ver el centro de Madrid inundado con tu cara por todos lados, ¿cómo se digiere eso?
Jajaja… creo que hasta que no lo ves en persona no crees que te está pasando a ti. Siempre tienes como este runrún en la cabeza como de por qué a mí sí y a otros, no. Creo que cuando me haya ubicado más, mentalmente, en lo que me está pasando, ya diré, ‘qué guay’. Ahora me genera mucha inseguridad y, encima no quiero ver mis fotos porque cada vez que las miro veo un defecto más.
La última vez que hablamos aseguraste de manera rotunda que no harías peli Netflix, ¿sigues con esa idea?
No he cambiado, de hecho, me reafirmo mucho. No haré peli en Netflix ni en ningún otro lado. Respeto mucho que se hagan, soy la primera que las ve cuando las hacen de algún libro que me gusta, y una de mis favoritas es Orgullo y prejuicio, que está basada en un libro, pero me daría mucho miedo, mucha inseguridad, que la peli se alejara mucho de la esencia que intento transmitir en el libro. Eso me crearía tanta inseguridad que sé que no disfrutaría del proceso y para no disfrutar de algo tan especial, prefiero no hacerlo. Mis lectores son bastante comprensivos con ello.
También me dijiste que estabas leyendo Alguien está mintiendo, ¿ahora?
Ahora con El mapa de los anhelos, de Alice Kellen, que es otra a la que seguía y ya sabe que existo. Eso impacta mucho. Me está gustando mucho, la verdad. Tiene una forma de escribir muy sensible, muy empática con sus personajes. Sabe transmitirte exactamente lo que siente cada uno que es muy difícil como escritor, poner algo tan complejo como un sentimiento, y ella lo capta a la perfección.
¿Y ahora qué?
Me planteo muchas cosas, luego ya veremos las que hago. Si sigo publicando libaros, que espero que sí, me gustaría que, igual que he hecho ahora de romance, ciencia ficción, romance, tirar por algo diferente al romance. Ir intercalando para no aburrirme porque si siempre estuviera en romance, me aburriría mucho. En Wattpad tiene mucha fantasía, un paranormal, puedo elegir.
Cristina Zavala
Periodista enamorada de todo el entretenimiento. Enganchada a la tele, los libros, los últimos lanzamientos...