Tania Llasera se despide de un buen amigo: “Muy jodido y uso palabrotas porque esto son palabras mayores”
Una despedida con mucha rabia e impotencia
Tania Llasera se despide de un amigo. / Pablo Cuadra/WireImage
La pérdida de un ser querido siempre es dura, pero si el fallecido en cuestión es alguien joven, parece que cuesta asumirlo todavía más. Y si encimas, le sumas una enfermedad de esas que no tienen cura, es difícil llevarlo bien.
A Tania Llasera le ha tocado despedirse de un buen amigo: “Nico es un pez. Nico es un sabio en la sombra. Nico…es nuestro Capitán. Tiene paladar y gusto, humor negro a raudales y risa contagiosa de nivel. El puto #ELA se lo ha llevado. La falta de él viene a olas. Ya no está. Se ha ido. Ya no le vemos más joder”.
Un amigo de esos que dejan huella. “Peeero nuestro difunto ‘Oh! Mi capitán’, supo virar a tiempo, y abrió los ojos. Cuando su cuerpo le andaba enjaulando vio claramente que su vida son su mujer y sus hijos e hija. Su tesoro su familia entera. Y era MUY de sus amigos, ‘La Selecta Familia’ para los que siempre tenía tiempo, recetas y fiestas para celebrar lo que sea”, explicaba sobre él.
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“Generoso en cantidades de comida, tiempo y amor. Y lo he visto en sus ojos, lo ha dicho con su voz robótica: la muerte en los talones hace que perdones, mandes amor y pases de lo que no es importante. Priorizando siempre sumar sonrisas”, continuaba alabando sus virtudes.
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No tuvo una vida fácil, como la de todos los que padecen ELA, una enfermedad degenerativa sin cura, que necesita todavía muchos fondos de inversión para seguir investigando.
Un viaje duro
“Ha sido un buen viaje, pero duro, muy jodido y uso palabrotas porque esto son palabras mayores. Ver como un amigo joven se apaga poco a poco es angustioso como poco. Pero, aunque sé que suena a película mala de sobremesa, lo sé; os juro que él siempre dando ejemplo sin buscarlo, con esa clase… de persona que te sorprende por cómo se toma algo tan putamente chungo como es saber que te mueres joder”, continuaba lamentándose Tania.
“Un mago, un gran chef, un hijo, hermano, padre, Primo, amigo y un amante de la vida y de su mujer (que es lo puto más también sin forzar le sale nobleza por cada poro). Su voluntad férrea y calentita al mismo tiempo, sabiendo que se iba antes pero NUNCA SOLO. Que nunca estarás sólo Nico joder”, aseguraba.
Y no quería terminar sin compartir su agradecimiento: “Gracias sobre todo a ti, somos una piña. Espéranos que cuando nos llegue la hora nos vemos, ahora todos tenemos un ángel más y por siempre nuestro faro…El jefe al llegar nos dirás: ‘empecemos el lunes…’ ahora a vivir, a comer y celebrar la vida. Hasta entonces Nicolai... ¡Ay ay Mi Capitán! 💙💙💙💙”.
