Especial
Ana Perrote y Federico Betancourt: “¡Mira qué sanos y sonrientes estamos, y no comemos carne!”
La modelo y vocalista de Hinds y el diseñador de moda respondieron a las preguntas de El Eco de LOS40 sobre su compromiso medioambiental.
Aunque Ana y Federico se conocen desde hace poco tiempo, la química entre ambos es visible. Así se demostró en la pasada edición de LOS40 Music Awards, donde la vocalista y guitarrista de Hinds, también modelo, lució un espectacular diseño elaborado por Federico con plásticos recogidos en playas de las Islas Baleares, en una acción organizada por El Eco de LOS40. Y así queda patente desde el primer momento en que se ponen ante los micrófonos de LOS40, en una entrevista en la que la música y la moda pasan a un segundo plano: es momento de hablar de su compromiso por un mundo mejor.
“Sí, me considero una persona concienciada en materia medioambiental, aunque seguro que podría serlo más”, se sincera Federico. “Yo también”, contesta Ana. “Creo que siempre que te hacen esta pregunta tienes cierto sentimiento de culpa, porque siempre hay cosas que puedes hacer mal. Pero lo intentamos”.
Hablar es fácil: vayamos a los hechos: ¿Qué hacen Ana Perrote y Federico Betancourt para contribuir a un planeta más sostenible? “Yo llevo cinco años sin comer carne”, cuenta Ana. “En cuanto a la moda, intento priorizar la segunda mano y, en caso de que compre algo nuevo, evito la fast fashion y apuesto por materiales sostenibles. Pero al final son muchas cosas: desde lo más pequeño, como evitar las bolsas de plástico, a votar a un partido que tenga en cuenta el medio ambiente. Porque al final, aunque lo individual cuenta, lo que más impacto tiene es lo político”. Federico, por su parte, está en la misma línea: “Llevo casi diez años sin comer carne. Procuro comprar de segunda mano, reciclar, usar el transporte público, la bicicleta… ¡aunque ahora con el frío cuesta un poco más!”
Casi todas las personas concienciadas en materia ecologista tienen un punto de inflexión. Un momento en el que su cabeza hizo el clic definitivo. “¿Se pueden decir tacos?”, pregunta Ana entre risas. “Siempre he sabido que estábamos jodidos. Ves que hay algo que va mal y que tenemos que despertar en algunos aspectos. Respecto a la carne, recuerdo que el documental ‘Cowspiracy’ me impactó mucho: me ayudó a hacer la conexión entre la industria de la carne y el medio ambiente”.
En el caso de Federico, determinada sensibilidad estuvo ahí desde siempre. “De pequeño, jugar con cualquier animal era lo mismo para mí. Cuando fui creciendo, decidí tratar a todos por igual y no hacer una diferenciación entre mascotas y no mascotas. Es algo cultural: en otros países no comen conejo, y aquí es normal. Un buen día me dije a mí mismo: si puedo estar sano y feliz sin participar en esta industria y ser cómplice de estas prácticas, lo voy a hacer”.
Ser completamente ‘zero waste’ es muy difícil”: hay que buscar un equilibrio personal
¿Algo de autocrítica? Toda. “Yo me critico a mí misma todo el rato. Por ejemplo, no soy vegana. Ser completamente ‘zero waste’ es muy difícil”, reconoce Ana. “Hay que aprender a buscar un equilibrio personal: no debes obsesionarte, porque siempre vas a poder dar un paso más. Lo ideal es llegar al punto en el que tú te sientas bien”, añade Federico.
A casi todo ecologista le pasa: hay momentos en que da la chapa a otros que no lo son tanto. Amigos, familiares, conocidos… “A mí me pasa algo curioso”, revela Ana. “A veces acabo hablando de estas cosas con personas con las que preferiría no hacerlo. Por ejemplo, mi abuela: la amo y es la mejor, pero no lo entiende. Y aunque yo no quiera sacar el tema, lo saca ella. Con los círculos más cercanos, así como en redes sociales, doy la chapa mogollón. Y además me parece importante hacerlo. Pero procuro no hacer sentir culpable a nadie: cada persona hace lo que puede con lo que tiene. Y yo lo hago desde una posición de clase privilegiada”.
A veces es mejor no centrarse tanto en la teoría, sino mostrar los hechos
“Yo no me considero la persona más pesada en este aspecto”, reconoce Federico. “Pero siempre intento tener pequeños gestos. Transmitir estas cosas sutilmente. No me gusta ser invasivo y creo que hay que respetar las decisiones de las personas”. Ana asiente con la cabeza: “Muchas veces la mejor manera de hacerlo es demostrar que se puede hacer, y no tanto hablar de ello. No centrarse tanto en la teoría, sino mostrar los hechos: ¡Mira qué sanos y qué sonrientes estamos, y no comemos carne!”, ríe.
Música y moda: el veredicto verde
Ana y Federico tienen un punto de vista muy claro sobre sus respectivos sectores desde el punto de vista medioambiental. Y no se muerden la lengua. “A la moda le pongo un cero”, asevera el diseñador con contundencia. “Es la segunda industria más contaminante del mundo. Pero al mismo tiempo hay esperanza: cada vez hay más jóvenes diseñadores sumándose a todo este movimiento. Hay un futuro sostenible y hay ilusión en este aspecto”.
Estoy muy frustrada, porque no encuentro a mucha gente de la industria de la música a la que le este tema le importe
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La música tampoco se libra. “Tampoco le doy una buena nota, y es algo que me duele mucho”, explica la cantante de Hinds. “Me duele porque se supone que los artistas están conectados con los sentimientos. Se presupone que es gente empática, no frívola. Y me he dado cuenta de que a nadie le importa. Estoy muy frustrada porque no encuentro nada. En ningún backstage hay comida que no lleve carne, ni un vaso reutilizable. En todos los festivales, según sales, hay una capa de mierda tremenda… Es muy decepcionante y no lo entiendo”.
Llegados a este punto, proponemos un juego a Ana y Federico: imaginar que son los máximos responsables políticos del país: ¿Cuál sería su primera y más urgente medida en materia medioambiental? “Creo que hay que penalizar la contaminación que hay detrás de una prenda, un producto que compras en Amazon o un disco. Tiene que haber un impuesto por lo que contamine. No quiero poner el peso del futuro sobre el individuo: hay que incentivar a la gente desde un punto de vista puramente capitalista”. ¿Y Federico? “Si yo fuera presidente, centraría el foco en las grandes industrias y pondría límites verdaderos”.
Para acabar, una pregunta que no puede faltar: ¿Son optimistas Ana Perrote y Federico Betencourt de cara al futuro? “A mí me gusta serlo”, concluyó el diseñador. “Creo que todavía estamos a tiempo de mejorar y de cambiar, pero tenemos que hacerlo ya”. Ana asegura que también quiere pensar en positivo, pero no siempre lo consigue. “Depende del día: hay veces que estoy al 100% y otras que me desaliento un poco: a veces me pone triste que a la gente no le importen estos temas. Es algo muy gordo. Así que… optimista a medias”.