Matthew Perry confiesa la dura razón por la que no puede ver 'Friends'

Friends ha sido una serie intergeneracional, y tanto en España como en gran parte del resto del mundo son muy pocos los que no han visto ni un solo segundo de su trama en los últimos tiempos, mucho saños después de su estreno... Pero aunque suene extraño, entre ellos está el actor Matthew Perry, uno de sus grandes protagonistas y, sin duda, el actor que más sombras ha expuesto sobre su paso por la ficción de la NBC.

El intérprete que se encargó de darle vida al conocidísimo Chandler Bing cuando tenía solo 24 años, uno de los seis inseparables amigos, ha contando en reiteradas ocasiones que su paso por la serie fue truculento a causa de una adicción al alcohol y a las drogas, pero ahora, ha decidido dar un paso más y publicar unas memorias tituladas Friends, Lovers and the Big Terible Thing en las que da todos los detalles sobre su bajada al infierno más profundo y su posterior regreso a la realidad.

Y precisamente durante la promoción de este nuevo libro, concretamente en una entrevista con Tom Power en el Hot Docs Ted Rogers de Toronto (Canadá), Perry ha querido dar algunos detalles sobre lo que ha supuesto para él la lucha contra el alcohol y las drogas, incluido un hecho que ha llamado mucho la atención de la prensa internacional, y es que el actor no ha vuelto a ver Friends desde que dejó de trabajar en la serie.

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Perry ha explicado que en los peores momentos de su adicción al alcohol no le importaba nada. El alcoholismo se apoderó de él y no tuvo en cuenta que trabajaba en una serie con repercusión mundial. Simplemente luchó contra ella a la vez que cada día se esforzaba por dar lo mejor de sí como Chandler.

Matthew Perry no quiere verse en escena porque considera que su delgadez llegó a ser brutal en los peores momentos de su adicción al alcohol y las drogas

El actor, en sus peores momentos de drogadicción, llegó a tomar 55 pastillas de Vicodín (un analgésico) al día y a pesar 58 kilos, algo que para él supone una "brutal delgadez" que no está dispuesto a ver, por lo que desde el momento en el que la rodó decidió que no la volvería ver jamás.

"Podía estar bebiendo, tomando opiáceos, bebiendo, consumiendo cocaína... Podría recordar temporada por temporada según mi aspecto", ha llegado a reconocer el actor, que asegura que todavía tiene que seguir luchando, cada día, para no recaer en una serie de adiciciones que casi le cuesta la vida durante unos años en los que la mirada de más de 30 millones de fans de Friends se posaba sobre él y sobre sus otros cinco compañeros protagonistas de la popularísima ficción de los noventa y los dos mil.