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Crónica: Dani Fernández da el concierto de su vida llenando un estadio de gente y sueños cumplidos
La historia de un chico humilde de Alcázar de San Juan conquistando el estadio de la ciudad que le vio empezar en la industria a los 18 años
Hay muchas formas de acabar bien el año. Puedes dedicarte a lo que te apasiona, estrenar eso que tan duro has preparado, vivir experiencias inolvidables con tus amigos... O reunir a 15.000 en un estadio al son de tu música. Y da la casualidad de que Dani Fernández ha conseguido todo esto en 2022.
El que ya es uno de los artistas clave del panorama nacional venía avalado por un catálogo y un nuevo disco, Entre las dudas y el azar, varios premios —entre los que figuran un LOS40 Music Award a Artista del Año y el Premio Ondas a Fenómeno Musical del Año—, aunque le faltaba la que ya parece una prueba de fuego para cualquier cantante: actuar en el WiZink Center.
Si nos remontamos a verano, Dani se puso de lo más críptico en sus redes sociales. Un misterioso 29D no paraba de aparecer en sus perfiles, todos acompañando fotografías de momentos muy especiales de su vida; coincidiendo todos con su infancia. El mensaje estaba claro: Dani Fernández iba a vivir algo que marcaría su carrera, tanto, que el niño anterior también lograría su sueño junto a él. ¿Lo consiguió? Por supuesto.
Un sold out mucho antes de la celebración del concierto dejó claro que el título a fenómeno del año no se gana por ganar, y eso se notaba en el ambiente. Los alrededores del estadio estaban repletos de fans, aunque ninguno quiso entrar demasiado tarde para poder estar ahí cuando el artista saliera al escenario. Y a la noche, con las luces apagadas, por fin empezó el espectáculo.
Se abre el telón, y sale Dani Fernández
Casi como una metáfora del espectáculo que se iba a producir en ese escenario, Dani Fernández salía de detrás del telón con las guitarras ya rugiendo. La primera canción en sonar, cómo no, no fue otra que Dile a los demás. No por aquello de que iba viniendo, sino porque sabía que era el tema perfecto para que todo el WiZink Center entrara en calor. Objetivo conseguido a los pocos segundos de empezar a cantar, claro.
Su emoción es tan notable que la elección de En llamas no parece en absoluto trivial, pudiéndole dedicar el tema a todo el público que estaba presente. De hecho, su primera presentación fue tan sobrecogedora que dejó ver todo lo que le imponía el escenario, pese a haberse pasado varias veces por ahí —la última, actuando en LOS40 Music Awards 2022—.
Guarda una parte, Puñales, Te esperaré toda la vida, Perdido en Madrid... Todas ellas acabaron siendo la prueba de que da igual el sitio, solo importan la voz. La noche se fue desarrollando con todos los temazos que Dani ha brindado en sus dos últimos discos, y que la gente se sabía letra a letra. Da igual Madrid, Castilla La Mancha o Japón: la música para Dani es un hogar, y no duda en invitar a todo aquel que le quiera escuchar. Y todo ello sin renunciar a la esencia de rockstar que muestra en cada actuación.
Se baja el telón, y continúa cantando el artista del año
La escenografía fue tan impresionante como su directo, aunque de lo segundo ya veníamos avisados después de una gira llena de logros por su parte. Cayó el telón al suelo, y una pantalla con su nombre en mayúsculas iluminó todo el recinto. Y todo para acabar en un escenario que no escatimó en medios para verle desde cualquier punta del WiZink.
Su voz, sumado a una energía superlativa —una que demuestra en cualquier show, porque la música está por encima de cualquier estadio o sala— siguió dando una noche para el recuerdo. Si bien todo empezó como el punto de inflexión más determinante de su carrera, acabó siendo uno de los conciertos del año. Y no solamente por un setlist cuidado y una ejecución sobresaliente.
Dani Fernández consiguió lo que pocos artistas han logrado a lo largo de todos los Wizink de los últimos años. Poner a rugir a decenas de miles de personas es relativamente fácil, sí —bueno, con las canciones adecuadas, claro—, pero, ¿cómo se hace que 15.000 personas consigan estar en absoluto silencio para escucharte cantar?
Es sencillo: Dani quiso un viaje al pasado para uno de los temas que más se ha pateado en directo, Casa de Inés. Dijo que sería la última vez que la cantara —aunque dejó ver cierta benevolencia cuando se rindió a una posible futura petición fan de retomarla—, y quiso hacerlo como lo hacía cuando se subía a los garitos madrileños: a viva voz y con su guitarra.
Para ello, se alejó del micrófono y cantó. Toda la noche besando / toda la noche en la casa de Inés fueron los versos que, si bien la distancia con el micro no fue suficiente y logró que se escuchara un poco más, consiguieron escucharse hasta los últimos recovecos del estadio. Sin duda, toda una prueba de que la música en directo es un tesoro que no se debe perder.
Una noche entre amigos
Pero por mucho que Dani pueda llenar estadios y comerse escenarios enormes, no lo haría igual sin sus amigos. Él era el hombre de la noche, está claro, pero no quiso triunfar solo. No dudó en llamar a compañeros, seguramente ya más que amigos, para cantar algunos de sus éxitos. Por ello, sorprendió con actuaciones con Pole, Miss Caffeina, Arde Bogotá y Nil Moliner.
Justo antes de despedirse definitivamente, dio la última sorpresa cumpliendo un sueño y haciéndoles un regalo a los fans. Con un discurso de lo más emocionante, agradeció a un grupo español que él se dedicara a la música; con una influencia con la que quizá no estaría subido a ese escenario en la noche más importante de su carrera. De lo más inesperado, apareció Juanca, el batería de Supersubmarina. Y con una actuación que presumiblemente era la primera que se podía ver en años, la noche se empezó a apagar entre luces.
La noche del plan... Histórico
Era la primera vez que Dani estaba en ese escenario con sus canciones, en un show propio. Hay artistas que ven como un mero trámite cualquier escenario, pero alguien que le canta a las emociones como él no podía irse sin demostrar el momento tan dulce por el que pasaba. "Menuda mierda tener que despedirse", fueron las palabras que menos ganas tenía de decir.
Pero todo se acaba, y él decidió hacerlo a lo grande. Madrid tenía que pedirle que bailara, y él lo hizo con la versión más larga de su tema: con una continua marcha que solo indicó que finalmente abandonaba el escenario con música de otro grupo. Antes de eso, convenció a toda la pista para abrir un camino digno del mismísimo Moisés bíblico para poder cantar entre sus fans; sin embargo, acabó siendo un improvisado baño de masas.
Dani se fue del escenario directo a otra etapa de su carrera, en la que no se le caerán los anillos por volver a las salas pequeñas. Eso sí, se va del 2022 ascendiendo como uno de los artistas nacionales más importantes del año, y dispuesto a serlo de los años que vienen. Y en LOS40, Dani, no nos cansaremos de decirle a los demás el talento que tienes. Aunque bastan noches como la del 29 de diciembre para que tú solo lo demuestres.
Javier Rodrigo Saavedra
Cine y música. Música y cine. Y más, claro. Me encontrarás en todo tipo de saraos cubriendo todo, desde...