8 consejos para empezar a moverte en bicicleta este 2023

¿Quieres cambiar tu manera de desplazarte por la ciudad para hacerlo de manera más sostenible? ¿Tienes dudas sobre cómo pasarte a la bici? ¡Las resolvemos todas!

Enero es un buen momento para pasarse a la bicicleta. / Getty Images

Enero es ese mes del año en el que todo son buenos propósitos. Y entre los más extendidos, los que tienen que ver con cuidar tu salud para ganar en bienestar. En el caso de que estés pensando en empezar a usar la bicicleta como medio de transporte, el planeta te lo agradecerá. Para ayudarte a dar el paso, desde El Eco de LOS40 te damos ocho consejos sencillos.

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1. Escoge bien tu bici. No hace falta que te gastes un dineral ni que la tengas siempre reluciente, pero es importante que pienses qué uso le vas a dar a tu bicicleta. ¿Vas a combinar la ciudad con las escapadas al campo? Prueba con una híbrida. ¿Planeas acceder con ella al transporte público y tienes poco espacio en casa? Nada como una plegable. ¿Quieres un poco de ayuda para no llegar sudado a tu destino? Echa un vistazo a lo que pueden ofrecerte las bicicletas eléctricas. Recuerda: hay una bici para cada tipo de ciclista.

2. Planifica tu ruta. Cuando vas en bicicleta, la mejor opción para cubrir la distancia entre dos puntos no siempre es la línea recta. A menudo es preferible trazar una ruta por calles tranquilas, alejadas del tráfico más agresivo. E incluso dar algún rodeo para disfrutar más del trayecto. Por ejemplo: si puedes atravesar un parque, lo agradecerás entre tanto ruido y tubo de escape.

3. No tengas prisa. El ciclismo es un deporte, pero subirse a una bicicleta no tiene por qué implicar querer hacer ejercicio. La bici es, ante todo, un medio de transporte. Una manera fantástica de desplazarte de un lugar a otro de la ciudad. En silencio y sin emitir gases contaminantes. Sintiendo el aire en la cara. Por eso, nada como ir a tu ritmo. ¿Que te apetece pararte a mirar un escaparate? ¿Que te cruzas a un amigo? Nada como ir en bici para ver la ciudad con otros ojos.

4. Cumple las normas. Que no lleves matrícula no significa que puedas hacer lo que te dé la gana. La bicicleta es un vehículo, y como tal el ciclista debe respetar las normas de circulación. Es cierto: la mayoría de ellas están pensadas para los coches, pero que tú no tengas un motor de combustión no te exime de cumplirlas. Respeta los semáforos, deja pasar a los peatones en los pasos de cebra, no uses el móvil, señaliza tus movimientos, lleva luces cuando caiga el sol… y utiliza el sentido común.

5. No esperes a que haya carril bici. No todas las ciudades de España cuentan con una buena red de carriles bici con las que moverte de un lugar a otro con comodidad y sin tener que compartir espacio con coches y motos. Pero eso no es necesariamente un problema: recuerda que eres un vehículo, y como tal tienes todo el derecho a circular por la calzada, con el resto. Hazlo, eso sí, por el centro del carril y no orillado a la derecha. Así evitarás adelantamientos peligrosos y el temido ‘dooring’: lo que ocurre cuando la puerta de un vehículo que estaba aparcado se abre inesperadamente.

6. Protege tu bici. Si hay un momento desagradable para todo amante de las bicicletas, es encontrarse con que su compañera de dos ruedas ya no está donde la dejó. Sí: sufrir un robo es una tragedia, pero hay formas de evitarlo. No escatimes en el candado (mejor uno de tipo U, los más seguros), asegúrala a un elemento del mobiliario urbano candándola del cuadro (nunca de la rueda), utiliza tuercas antirrobo y déjala en un sitio transitado. No eliminarás al 100% el riesgo de robo, pero lo reducirás considerablemente.

7. Vístete pensando en el destino, no en el trayecto. Una cosa es hacer una ruta por el monte y otra ir a trabajar, al cine o a casa de un amigo. Para lo primero necesitarás equipamiento deportivo. Para lo segundo, no. Por eso es importante que sepas que no hace falta ropa especial para pedalear: basta con ir cómodo. En los lugares como Dinamarca o los Países Bajos, donde la bicicleta es el medio de transporte más extendido, los ciclistas urbanos van más allí: allí es habitual ver a ciclistas con chaqueta y corbata, tacones o vestidos de fiesta.

8. Disfruta… ¡y cuéntalo! A poco que empieces a utilizar la bicicleta, lo notarás: ahorrarás tiempo y dinero. Llegarás a tu destino de mejor humor. Y poco a poco, las personas de tu entorno tomarán nota. ¡La bici es contagiosa!