Sandra Barneda habla de su nueva situación sentimental: “Muy bien acompañada, con buena calidad de besos”

Si hay algo que marcó la quinta edición de La isla de las tentaciones es la extrema sensibilidad de Sandra Barneda al enfrentarse al desamor de las parejas que estaban participando. La vimos empatizar y llorar mucho con los participantes. Y es que, se grabó en enero, poco después de su ruptura con Nagore Robles.

La pareja estuvo junta unos cinco años con idas y venidas, aunque, finalmente, el pasado febrero compartieron un comunicado que anunciaba su ruptura. Se conocieron en el plató de Supervivientes y tras su ruptura intentaron no volver a coincidir, aunque lo han vuelto a hacer en Pesadilla en El Paraíso 2. Eso sí, con distancia entre ellas, ya que una está en Cádiz y la otra en Madrid.

Parece que han superado su historia y que ahora guardan una buena relación. Además, Sandra ha vuelto a enamorarse. Fue el pasado octubre cuando la pillaron por primera vez con Pascalle Paerel dando un paseo por El Retiro.

Ha sido muy discreta respecto a esta relación que no es tan mediática como la que mantuvo con Nagore. Pero acaba de conceder una entrevista a Lecturas, como recoge Divinity, en la que ha hablado por primera vez de ella.

El termómetro de la felicidad

Lo ha hecho de manera sutil, mientras hablaba de los tres termómetros que ella tiene para saber si es feliz: “Mi despertar, la calidad de besos y la gente que me viene a la cabeza a la que le puedo decir ‘te quiero’”. Ahora mismo ella ha confesado que se siente “feliz, muy bien acompañada, con buena calidad de besos, gente de calidad a la que puedo decir ‘te quiero’ y unos despertares maravillosos”.

Y esos despertares son junto a la ex bailarina holandesa, que fue parte del prestigioso Ballet Nacional Holandés. Lo que significaba un duro entrenamiento y disciplina que han forjado su carácter.

También es una mujer emprendedora. Fundó The Fashion Camposers, una empresa de representación que funciona como agencia internacional de modelos con colaboración con grandes firmas. Parece que se despiertan juntas y felices.