Tamara Falcó pone a la venta su bien más preciado

Apenas quedan cuatro meses y medio para que Tamara Falcó e Íñigo Onieva pasen por el altar y se den, por fin, el ¡sí, quiero! Una boda que se celebrará en el palacio El Rincón y que será el sitio idílico para poner el broche de oro a esta historia de idas y venidas.

Pocos detalles conocemos del gran enlace, aunque si hay algo que sabemos es que será el próximo mes de julio, por la iglesia y se mantendrá fiel a sus ideales. La gran incógnita sigue siendo el lugar de la ceremonia que, aunque el sueño era hacerlo en la capilla de su palacio, Tamara aseguró que se le quedaba pequeña.

La celebración sí será en el palacio, lugar donde también se casaron Julio José Iglesias Jr. en 2012 y Carlos Falcó con Esther Doña, por lo que, además de ser una joya arquitectónica llena de historia, también es un tesoro a nivel emocional y familiar para la marquesa de Griñón. Sin embargo, podría ser la última vez que el palacio sea testigo de un enlace familiar.

Únete al canal de WhatsApp de LOS40

Según se ha conocido en una conocida revista, Falcó habría dado el paso de poner este lugar lleno de significado a la venta por siete millones de euros, un paso que estarían dispuestos a dar para evitar más conflictos internos. Y es que el paso de los años ha hecho sus estragos: algunas de las habitaciones cuentan con goteras y a nivel general necesita un buen lavado de cara que la marquesa no estaría dispuesta a hacer.

Una decisión que no ha tomado sola

La finca se encuentra en Aldea del Fresno, a 54 kilómetros de Madrid y muy cerca de Toledo. Allí vivió Carlos Francó durante los últimos años de su vida antes de fallecer a causa del coronavirus. Tras su muerte, su mujer Esther Doña continuó viviendo en El Rincón hasta que tres meses después decidiría empezar una nueva etapa en Majadahonda.

Tanto Tamara como su hermano mayor, Manuel, compraron la parte correspondiente a la mujer de su padre y a los hijos menores de éste, Aldara y Duarte. Una decisión que tomaron para quedarse solamente dos propietarios a cargo del palacio ya que era "un tema difícil de gestionar" y ambos hermanos tenían "la misma visión de lo que se puede hacer". Asimismo, esta decisión de poner a la venta el palacio no ha sido solo cosa de Tamara Falcó.