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La contaminación acelera la degeneración ósea en las mujeres
Un nuevo estudio demuestra cómo afecta la contaminación a los huesos de las mujeres tras la menopausia.
La contaminación ambiental es uno de los graves problemas de la sociedad actual, especialmente en los entornos urbanos. El tráfico rodado, así como la industria o las calefacciones de carbón, contribuyen a envenenar el aire que respiramos. Una amenaza a la que no siempre se presta la debida atención, pese a que casi 9 de cada 10 personas que viven en zonas urbanas de todo el mundo se ven afectadas por ella, y a que se trata de un fenómeno que cada año mata a nueve millones de personas, tal y como te contamos en la última Eco Talk de El Eco de LOS40.
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Ahora, un nuevo estudio demuestra que los daños de la contaminación ambiental van más allá de lo que se creía. Según han demostrado investigadores de la Universidad de Columbia, en Estados Unidos, sus efectos son especialmente perniciosos para la degeneración ósea de aquellas mujeres que han pasado la menopausia.
Esa degeneración puede dar lugar a una enfermedad mucho más presente en las mujeres que en los hombres: la osteoporosis. Se calcula que, de todas las personas afectadas, el 80% son mujeres, lo que a su vez se traduce en un riesgo mayor de sufrir algún tipo de fractura ósea.
Según la investigación, publicada en la revista científica eClinicalMedicine, los óxidos nitrosos presentes en la contaminación ambiental resultan el doble de perjudiciales en las mujeres que han pasado la menopausia que en el resto. El motivo está en cómo estos compuestos afectan a la densidad mineral de los huesos, que mide la cantidad de calcio y otros tipos de minerales presentes en un área ósea concreta. Específicamente, los investigadores han descubierto que los efectos de los contaminantes fueron más evidentes en los huesos de la columna lumbar, donde los óxidos nitrosos resultan el doble de perjudiciales.
Domicilio y salud
Para llegar a sus conclusiones, los científicos utilizaron una muestra compuesta por 161.808 mujeres que ya habían pasado la menopausia. Su exposición a la contaminación atmosférica se calculó en base a sus domicilios: aquellas que viven en lugares más expuestos a la contaminación provocada por los vehículos de combustión o centrales eléctricas fueron las que demostraron tener más problemas de salud.
“Nuestros resultados confirman que la mala calidad del aire puede ser un factor de riesgo de pérdida ósea, independientemente de factores socioeconómicos o demográficos”, ha declarado el autor principal del estudio, el doctor Diddier Prada, científico investigador asociado del Departamento de Ciencias de la Salud Ambiental de la Escuela de Salud Pública Mailman de Columbia. “Por primera vez tenemos pruebas de que los óxidos de nitrógeno, en particular, contribuyen en gran medida al daño óseo y de que la columna lumbar es uno de los lugares más susceptibles a este daño”.
“Las mejoras en la exposición a la contaminación atmosférica, y en particular los óxidos de nitrógeno, reducirán el daño óseo en las mujeres posmenopáusicas, evitarán las fracturas óseas y reducirán la carga de los costes sanitarios asociados a la osteoporosis entre las mujeres posmenopáusicas”, asegura Andrea Baccarelli, jefe del Departamento de Ciencias de la Salud Ambiental de la Universidad de Columbia y otro de los autores del estudio. “Los esfuerzos adicionales deben centrarse en la detección de las personas con mayor riesgo de daño óseo relacionado con la contaminación del aire”.