Especial
Así luce a sus 72 años Mary Austin, el gran amor de Freddie Mercury y la heredera de su fortuna
Actualmente está ocupada en la gestión de diversas actividades empresariales, entre las que está la de administrar la herencia que le dejó su gran amor, amigo y confidente
Ya han pasado más de 32 años desde que la voz de Queen se apagase. Freddie Mercury murió el 24 de noviembre de 1991. Dos días antes de la fatídica fecha, un 22 de noviembre, con Jim Beach junto a su cama, el cantante acordó cuál sería el texto en el que lo admitía todo y que ese mismo día leería la publicista de Queen, Roxy Meade.
"Como consecuencia de las conjeturas aparecidas en la prensa en las dos últimas semanas, es mi deseo confirmar que me he hecho las pruebas de VIH y tengo sida. Creo que ha sido conveniente el mantener esta información en secreto para proteger la intimidad de los que me rodean", confesaba el texto.
Y añadía: "Ha llegado el momento de que mis amigos y mis fans de todo el mundo sepan la verdad y espero que todos se unan con mis doctores y aquellos que luchan contra esta terrible enfermedad. Mi intimidad siempre ha sido algo especial para mí y soy conocido por las pocas entrevistas que concedo. Por favor, comprended que esta pauta continuará".
Sin embargo, apenas 24 horas después de hacer pública su enfermedad, Freddie Mercury moría en su mansión Garden Lodge, en una tranquila zona de Londres, provocando una conmoción mundial inmediata al conocerse la noticia de su fallecimiento a primera hora de la mañana del día 25 de noviembre. La causa oficial, una bronconeumonía agravada por el sida.
Freddie se había ido, dejando un profundo vacío en sus allegados y en millones de fans en todo el mundo. Repartió su herencia entre sus padres, su hermana, Joe Fanelli, Peter Freestona, Terry Giddings (su chófer) y Jim Hutton. Pero fue Mary Austin la que heredó la mayor parte de su fortuna, incluyendo la impresionante casa en Earls Court.
Su gran amor
"Los meses posteriores a la muerte de Freddie fueron los más solitarios y difíciles de mi vida. Tuve muchos problemas para aceptar que se había ido", declaró Mary Austin después.
Mercury siempre la consideró su gran amor e incluso le dedicó su tema Love of My Life, además de su gran amiga hasta el final de sus días, hasta tal punto que solo Austin sabe qué pasó con las cenizas del músico. Antes de declararse abiertamente homosexual, Freddie y Mary vivieron una bonita e intensa historia de amor que duró seis años.
Se conocieron en la década de los 70, cuando Mary trabajaba en una tienda de ropa en Londres, la boutique Biba. Él tenía 24 años y ella 19. Poco después de este primer encuentro y tras un breve romance con Brian May, Mary Austin y Freddie Mercury se fueron a vivir juntos a en un apartamento de lujoso barrio londinense de Kensington en el que a menudo organizaban fiestas para amigos.
En 1973, Mercury le pidió matrimonio y una emocionada y sorprendida Austin dijo sí, pero finalmente esa boda nunca llegó a celebrarse y, en 1976, se rompió la relación sentimental entre ambos (antes de separarse, el cantante le había confesado que era bisexual). Sin embargo, siguieron manteniendo una estrecha relación de amistad que hizo que Freddie se refiriese a Mary como "mi esposa".
Cuando en 1984 Queen ya eran leyendas vivas, Mary seguía permaneciendo al lado de Freddie, como su mujer de confianza. Ambos rehicieron sus vidas amorosas por separado, pero el cantante siempre se las ingenió para tenerla cerca, de hecho, le compró un apartamento a poca distancia de su casa para que pudieran verse a través de la ventana.
En 1990, Mary contrajo matrimonio con el empresario inglés Piers Cameron y tuvieron dos hijos. Del primero, Freddie fue padrino. El segundo nacería poco después de la muerte del cantante.
A los años, se divorciaron. Mary, que el pasado 6 de marzo cumplió 72 años de edad, es difícil verla en público. Actualmente se mantiene ocupada en diversas actividades empresariales, en los proyectos cinematográficos y documentales que se han realizado sobre el músico, además de administrar la herencia que le dejó su gran amor, amigo y confidente.
Ana de la Morena
Periodista y redactora de LOS40 Classic.