¿Cómo murió Freddie Mercury? La emotiva despedida que el artista (sin saberlo) dio a sus fans
El artista que reinó durante los 70 y los 80 falleció a los 45 años de edad un día antes de anunciar que luchaba contra el SIDA
La música rock cuenta con muchas estrellas que se han seguido escuchando incluso después de haber fallecido. Sin embargo, no todas consiguen que el calificativo les encaje tan bien como a Freddie Mercury. El líder de la banda británica Queen, capaz de emocionar con solo una frase, se ha consagrado como una leyenda que no ha parado de crecer y conquistar cada vez a más generaciones, incluso después de su muerte.
Farrokh Bolsara era su nombre original, aunque todo el mundo le conocía como el gran Freddie Mercury. Su fallecimiento el 24 de noviembre de 1991 le llegó en un momento de fama mundial como compositor y vocalista de la mítica banda Queen. Además, su muerte alimentó el estatus y la popularidad que en vida ya poseía.
Nacido en Zanzíbar y en el seno de una familia parsi, Freddie Mercury pronto emprendió su andadura musical, aunque para entonces tuvieron que cambiar de país. A causa de una revolución religiosa, él y toda su familia tuvieron que marcharse de la región en la que vivían para instalarse en Feltham (Londres). Ya insltalados, el artista rápidamente se buscó la vida para tratar de contribuir a la economía familiar, algo que compaginó con sus estudios de moda y diseño gráfico.
Gracias a Tim Staffel, un compañero de la escuela, comenzó a relacionarse con Bryan May y Roger Taylor, que hasta ese momento eran desconocidos para el público. Todos juntos formaron la banda Smile, el germen de lo que más tarde se acabaría convirtiendo en Queen.
¿Con cuántos años murió Freddie Mercury?
Freddie Mercury falleció a causa del SIDA con 45 años. Tras unas pruebas médicas, le confirmaron el peor de los temores, que era que estaba infectado de VIH, una enfermedad de la que por entonces solo se conocía su alto índice de mortalidad. Sin embargo, el artista decidió comunicárselo solo al entorno más cercano y continuar trabajando pese a que la noticia se había filtrado a la prensa.
Sin embargo, el hecho de que Queen no realizara gira con la publicación de The Miracle, uno de sus últimos discos, hizo saltar todas las alarmas. La gente comezó a especular hasta que finalmente esos rumores se terminaron confirmando en febrero de 1990, cuando Mercury, con un aspecto más desmejorado, acudió a los Premios Brit. De hecho, esta fue su última aparición pública.
Un día antes de su muerte, Roxy Meade, su portavoz, ponía fin a todos estos rumores y especulaciones confirmando que Freddie Mercury había dado positivo en las pruebas del virus. Estas palabras despertaron el interés de los fans de todo el mundo sobre su estado de salud. "Respondiendo a las informaciones y conjeturas que sobre mí han aparecido en la prensa desde hace dos semanas, deseo confirmar que he dado positivo en las pruebas del virus y que tengo el sida. Es hora de que mis amigos y mis fans en todo el mundo sepan la verdad y deseo que todos se unan a mí, a mis médicos y a todos los que padecen esta terrible enfermedad para luchar contra ella", recogía aquel aviso.
Meade, 24 horas más tarde, nuevamente aparecía en la escena mediática para confirmar la muerte de la estrella del rock. Algo que podría haber pillado por sorpresa a sus fans porque no esperaban su fallecimiento y, al mismo tiempo, podría considerarse un acto premeditado. A sabiendas quizá que estaba en sus últimos momentos, Mercury pudo dar el paso de confirmar la enfermedad que padecía un día antes de su muerte para que no pillase por sorpresa a su público más fiel. Sin embargo, nadie sabe realmente sí este acto fue hecho con este fin o si más bien fue fruto de la casualidad.
Antes de su fallecimiento pudo cumplir su sueño: colaborar con la soprano española Montserrar Caballet, de quien se consideraba un gran admirador. Ambos grabaron juntos un disco Barcelona que se lanzó en 1987. Un año más tarde, Caballé y Mercury hicieron disfrutar de un pequeño show a los fans en las inmediaciones de la fuente de Montjuic con motivo de la llegada de la antorcha olímpica a la Ciudad Condal. Esta fue una de sus últimas apariciones públicas.
Los inicios de su trayectoria musical
Freddie Mercury, antes de consagrarse como una verdadera estrella, tuvo un paso muy corto por otros grupos, como Ibex y Sour Milk Sea. Sin embargo, no sería hasta 1970 cuando vimos debutar al joven como vocalista de Smile, tras la salida de Staffel, quien estaba harto de la falta de éxito del grupo. Al poco tiempo conocieron a John Deacon, un bajista, que junto a Roger Taylor terminaron de cerrar el tándem de la formación Queen, que se mantendría en lo más alto de la cima durante más de 20 años.
Pronto se descubrió que Queen era una banda con una personalidad diferente, en la que todos cooperaban con sus singularidades al proyecto. De hecho fue idea de Mercury renombrar a al grupo como Queen, pese a los matices homosexuales que amenazaban con escandalizar a la puritana sociedad británica de entonces.
Al compás del glam-rock, que era lo que triunfaba en aquella época gracias a artistas como David Bowie o Marc Bolan, Queen lanzó sus dos primeros discos, pero no sería hasta el tercero, Sheer heart cuando comenzaron a despertar interés. Lo mejor estaba por llegar, porque no sería hasta el lanzamiento del single Bohemian Rhapsody, cuando consiguieron romper todos los esquemas.
Durante el resto de la década de los años 70 el grupo británico lanzó más álbumes, como A day at the races (1976), News of the World (1977) o Jazz (1978), que terminaron haciéndose muy populares por grandes éxitos, como We are the Champions, We will rock you y Don´t stop me now, por citar solo algunos. Pese a la fuerte unión que mostraban al público, la realidad era que existía un distanciamiento entre ellos, lo que se tradujo en que tomarían caminos por separado. De esta forma, Freddie Mercury iniciaba su carrera en solitario.
Su lado más hedonista
El éxito musical de la banda supuso una liberación personal para Mercury, ya que le llevó a cortar con Mary Austin con quien mantuvo seis años de relación. Eso sí, el artista se sinceró y le hablo de sus infedilidades y de su bisexualidad. Desde entonces, el vocalista dio rienda suelta a su lado más hedonista, aunque públicamente nunca habló sobre sus preferencias sexuales. Es por eso que durante esta nueva etapa su vida estuvo protagonizada por fuertes excesos: fiestas, drogas, noches de sexo...
Este lado más provocador y rompedor también se reflejó en su estilo, ya que se cortó la melena, comenzó a lucir un peculiar bigote y en general, apostó por un toque glam, pero sin perder esa esencia rockera, bohemia y rebelde que le caracterizaba.
Fuera como fuese, la muerte de Freddie Mercury no apagó su voz, ya que todavía se siguien escuchando algunos de sus mejores himnos. De hecho, la película Bohemian Rhapsody que se lanzó en 2018, volvió a despertar la curiosidad sobre su vida y su obra.
Teresa Moreno
Periodista a ratos, SEO todo el tiempo, aunque a veces también me verás escribiendo algún que otro salseo....