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Bosco Blach vuelve a poner su salud en riesgo en ‘Supervivientes’
Laura Madrueño le llama la atención por su osadía en uno de los juegos
Bosco Blach ha sido un gran descubrimiento para muchos seguidores de Supervivientes. El sobrino de Pocholo Martínez Bordiú nos recuerda mucho a él por su espíritu vitalista y positivo. Pasa un tanto desapercibido en la convivencia, pero tan solo porque no es amigo de meterse en polémicas y broncas varias.
Procura buscar el lado positivo de las cosas y relativizar las cosas para no dejarse llevar por los sinsabores del concurso. Eso sí, desde el primer día dio que hablar.
Fue uno de los votados por sus compañeros para convertirse en uno de los primeros nominados. Eso hizo que viajara con el resto de nominados al margen del grupo y empezar su experiencia en Tierra de Nadie.
Primera imprudencia
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No saltó del helicóptero el primer día, pero sí lo hizo después, con sus compañeros y dejando claro que no iba a dejar que nadie se olvidara de su salto.
Quería batir el record del salto más alto, pero pasará a la historia por el salto mortal que hizo al lanzarse al mar. Una osadía que le valió una reprimenda porque la organización se lo había prohibido expresamente.
Pero ya se ve que no es muy de cumplir con las normas. Le gusta arriesgarse y lo hemos podido comprobar una vez más esta semana durante el juego de recompensa que hemos podido ver en Tierra de Nadie.
De dos en dos, tenían que superar un puente a través de dos tablillas, coger una bandera y llegar a la plataforma con ella. El primero en conseguirlo podría comer un chuletón. La altura de Bosco era un gran impedimento y tener que batirse con Diego Pérez no le facilitaba las cosas.
El salto final
Comenzó bien, pero cayó pronto al agua perdiendo la ventaja que podía haber conseguido. No se vino abajo y volvió a intentarlo, pero consciente de que tenía que arriesgarse para ganar. Y no se lo pensó dos veces. Dio un salto a la plataforma cuando vio que Diego estaba a punto de llegar y chocó su pecho contra las tablas.
No pareció haberse hecho daño, pero Laura Madrueño volvió a llamarle la atención porque no compensa poner la salud en riesgo por el concurso, lo importante es continuar. Así que, se quedó sin recompensa, con bronca, pero con el apoyo de gran parte de la audiencia que valora su entrega.
Esta semana se ha ganado una penitencia que para muchos es la más dura del grupo. Tendrá que pasar tres horas al día atado en un mástil en medio del mar. "Lo que mola aquí es sufrir", dijo entre risas cuando se enteró. Esa es la actitud que muchos aplauden.
¿Habrá una tercera imprudencia por su parte?
Cristina Zavala
Periodista enamorada de todo el entretenimiento. Enganchada a la tele, los libros, los últimos lanzamientos...