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Crítica ‘Dungeons and Dragons: Honor entre ladrones’: El inicio de algo grande y con personalidad
La película basada en el mítico juego de rol ya está en cines
Es innegable que las franquicias han colmado la taquilla mundial de los últimos años. Más allá del porqué la audiencia prefiere secuelas que aventurarse a nuevas propuestas, Dungeons and Dragons: Honor entre ladrones viene dispuesta a cambiar las reglas del juego en es terreno que el —merecido y muy trabajado— Universo Cinematográfico de Marvel tiene la corona. Pero, ¿conseguirá entrar en el podio?
Paramount ha apostado de lleno por una aventuras de bardos, hechiceros, magas y guerreras en un universo totalmente nuevo para la audiencia —que no para los amantes del juego de rol—. No es nada nuevo, de hecho, es de lo más arriesgado: ya lo hicieron Monster Hunter, Mentes Poderosas o la menos reciente John Carter presentaban propuestas muy ricas y a explorar, pero se quedaron en el camino.
Tener éxito en taquilla siempre termina siendo todo un misterio a resolver en el estreno ante esa mano no tan invisible que es la audiencia, pero cabe destacar que Dungeons —llamémosla así— tiene todos los ingredientes de fórmula de blockbuster para tenerlo. Y lo mejor de todo, bien ejecutados.
Acción, risas y todas las posibilidades que abre este nuevo universo son las principales claves de la película; además de un ritmo frenético que parece adaptarse —consciente o inconscientemente— a unos espectadores que fuera de las salas están acostumbrados a vídeos cortos y en los que pasen cosas. Quizá Dungeons tenga este detalle de manera trivial, pero sin duda puede ser su mejor baza para todo ese público que se queja de las crecientes duraciones de las películas.
D&D: Una nueva esperanza
Paramount parece fijarse en juegos más que conocidos para adaptarlos, y ya lo hizo con Sonic. En su caso, además de una atención absoluta a la opinión de los fans, supo intercalar un guion divertido, familiar y muy entretenido con referencias que no solo los espectadores pueden disfrutar, sino que son todo un bombazo para los seguidores más fieles del erizo. De este modo, el público se amplía consiguiendo la taquilla estratosférica que han acabado consiguiendo las dos entregas estrenadas.
En esta ocasión, parecen apartarse mucho más de lo que parece del juego de rol, aunque manteniendo las bases del mismo. Así, hacen un ejercicio de world-building magnífico adaptando muchos elementos a la gran pantalla; aunque quizá guardándose demasiadas cosas en el tintero —una estrategia que ya vimos en la citada Sonic y que, por el contrario, no parece que vayamos a ver en Super Mario Bros. La Película; pero que le funcionó a la perfección a la primera—.
Los espectadores ávidos de una nueva franquicia a la que engancharse pueden estar de enhorabuena, porque el primer visionado de Dungeons deja claro que aún hay mucho por explorar. Aun así, no se queda ahí: sus personajes saben ganarse el cariño de la audiencia, incluso consiguiendo pasar por alto que está compuesto de estrellas como Chris Pine, Hugh Grant o Justice Smith —incluso algún cameo sorpresa de lo más curioso—, entre otros.
Tiene lo bueno de saber hacer humor, algo en lo que se empeñan muchas producciones de tal nivel y que no siempre consiguen. La épica y las bromas se pueden llevar muy bien, aunque manteniendo un tono muy cuidadoso que no termine pareciendo paródico. Aun así, habrá a quien le sobren chistes en general, y chistes en momentos muy concretos.
Pero no todo es bueno en Neverwinter: la trama, aún bien llevada, cae en demasiadas casualidades que le dejan el terreno muy allanado a los protagonistas. Los giros siempre están bien, aunque los Deus Ex Machina —y ojo, esto no se refiere al final ni es ningún spoiler, sino que pasa de manera continuada en la trama— se repiten como favores de los guionistas caídos del cielo. Claro que quizá esto guste más a los personajes que a los propios espectadores.
Pese a esto, Dungeons tiene ganas y esencia de construir algo mucho más grande; sin rechazar un espíritu de amistad y de familia que piensa mucho en un público joven y a largo plazo. Consigue tener identidad propia, pero está claro que le falta más desarrollo para colocarse entre la nueva parrilla de sagas que vienen.
Solo el tiempo dirá si estamos ante el inicio de algo, pero las intenciones no pueden ser mejores. Una historia manida en el cine no siempre sabe reinventarse de esta manera, por lo que el público podrá perdonar los errores de ésta con una saga bien construida y que tiene potencial para llegar a construir seguidores fieles, por lo que es mejor ver qué nos depara el futuro. De momento, tiremos los dados esperando la secuela.
- CRÍTICA 'DUNGEONS AND DRAGONS: HONOR ENTRE LADRONES'
Dungeons and Dragons: Honor entre ladrones ya está en cines.
Javier Rodrigo Saavedra
Cine y música. Música y cine. Y más, claro. Me encontrarás en todo tipo de saraos cubriendo todo, desde...