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Artict Monkeys suena en lo nuevo de Alice Kellen: “De cuando descubrías algo más cañero, más moderno”
‘Donde todo brilla’ nos sumerge en la historia de Nicki y River con banda sonora muy generacional
Alice Kellen se ha convertido en una de las autoras más destacadas de nuestra escena literaria y de ahí que en 2022 se convirtiera en la más vendida del país. Sus cifras no paran de crecer y sus historias marcadas por una sensibilidad muy especial, siguen ganando adeptos cada día.
Es muy prolífica y si antes de Navidad compartía La teoría de los archipiélagos, solo unos meses después llega con Donde todo brilla, una nueva historia de amor y crecimiento que nos cuenta la relación entre Nicki y River, dos amigos de la infancia que van creciendo y viendo cómo sus vidas toman un rumbo que no es el que esperaban cuando eran niños.
Una vez más logra sorprendernos porque si hay algo que caracteriza su literatura es que ninguna de sus novelas es igual a las anteriores. En esta ocasión, juega con ese paso del tiempo y varios puntos de vista.
Y como es habitual en sus historias, no falta la música y si hay un grupo que destaca sobre otros, es Arctic Monkeys, aunque no es el único. Una vez más, hemos hablado con ella para conocer sus impresiones sobre esta nueva novela.
La última vez que hablamos me dijiste que te ibas a tomar los lanzamientos con más calma, supongo que hablabas del próximo año porque aquí estamos de nuevo.
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Esta ya estaba prevista y estaba todo planificado desde el año pasado, pero sí que es verdad que el siguiente, año y medio yo creo que nos tomamos para vivirlo de otra manera.
Ya nos comentaste que te había costado encontrar la fluidez con esta novela, no me extraña con este puzzle de recuerdos.
Al principio no tenía realmente esa estructura. Sí que era un poco puzzle pero no tenía los saltos en el tiempo y era como muy lineal. Hay veces que cuesta hasta que encaja y ya todo fluye, pero yo creo que esta historia es de las que más contenta estoy de la estructura. Me daba mucho miedo que no se entendiera, pero luego, cuando ves que los lectores se meten y da igual, como si estuviese narrado por él y ella y todo les encaja, respiras un poco.
Al final es una novela de crecimiento, recorremos la infancia, la adolescencia y la llegada a la vida adulta de los personajes. ¿En cuál te cuesta menos situarte?
Yo creo que la época que ahora me cuesta más es la intermedia, esta etapa de los 16, me cuesta más porque es la que, en el fondo, una vez la pasas, más te cuesta entender. Cuesta recordar cómo se siente a los 16 años, no es fácil. A veces hago el ejercicio de cómo era cuando tenías 16 años y te gustaba un chico para no contarlo desde la perspectiva de ahora que todo te parece una tontería. Hay que pararse a pensar cómo es cuando estás descubriendo el mundo y estás saliendo de tu hogar, de tus padres. Estás creciendo y no sabes muy bien qué va a ser de ti, las primeras emociones, encajar en el entorno. A veces me intento recordar a mí misma, pero me cuesta más esa etapa. Y luego, es curioso, pero la etapa de la infancia no me cuesta. Aparte de que mis hijos me han hecho recordar muchísimo y cuando escribí esta novela verles y ver cómo ven el mundo, me era muy fácil, todo es asombroso, es divertido y ha sido como hacer un remember. La vida es eso, ir pasando etapas y se te olvida lo que vas dejando atrás porque ya no te interesa y es intentar ponerte en la piel, pero de verdad, no desde tu posición de ahora.
“Sabes que abandonas la niñez cuando no te detienes a observar todo lo que brilla”. Eso lo resume todo, ¿no?
La novela va de eso. En el caso de Nicki, es una protagonista que se sentía muy cómoda en la infancia, muy bien, muy en su mundo. Lo tenía todo como muy rico y bonito y cuando llega la etapa de la adolescencia, de golpe te saca un poco de ahí y tienes que encajar en la vida real y le cuesta. Le cuesta encajar, no encuentra su lugar. Quiere encajar y sentirse querida, pero no es fácil. Y la parte de River, la parte más de crecimiento, yo creo que él a lo mejor, representa eso de que tenemos muy claro lo que queremos en la vida, él tenía planificado por dónde iba a ir todo y, de repente ocurre algo que te lo tira todo por tierra y tienes que aprender a gestionar y aprender a encontrarte otra vez. Hay veces que no todos los sueños se cumplen, pero siempre encuentras otras cosas, siempre hay algo que, a lo mejor, no hubieras descubierto de otra manera.
En eso de crecer están los primeros acercamientos al sexo y la presión que eso conlleva, hay cosas que no cambian de una generación a otra, ¿no?
Todos nos sentimos más especiales de lo que somos, es horrible. En el fondo a todos nos preocupan las mismas cosas, lo que pasa es que hay cosas que ni siquiera verbalizamos y que, de pronto, un día lo dices y otros te dicen, ‘ah, ¿sí? Yo también’, pero en ese momento no lo dices. En el fondo pienso que nos preocupan, nos emocionan y nos crean incertidumbre las mismas cosas. Obvio que hay gente más peculiar o más compleja, o que vive las cosas de una manera más sencilla, pero no deja de ser lo mismo.
Aquí, los más jóvenes, Nicki, tiene más pudor que los adultos para hablar de estos temas.
Al final el personaje de Nicki me costó crearlo. Pensaba que iba a ser más complejo River y hubo un momento en la novela que dije, aquí la compleja es Nicki completamente. Era un poco difícil explicar que, en realidad, ella es muy niña y cuando llega la parte de adolescencia, no está preparada, no quiere, le gustaría seguir en su mundo maravilloso jugando y recogiendo conchas en la playa. Pero tienes 14 años y la sociedad avanza y las chicas ya tal y te dicen, ‘no puedes seguir jugando’, ahora toca otra cosa. Como yo veía el personaje que a nivel madurativo no estaba en esa etapa y hay gente que tiene esta sensibilidad y esta alma un poco infantil que, a lo mejor, la adolescencia puede ser un poco dura y si no eres un poco más frívolo para que te de todo igual, como a lo mejor le pasa a River, que lo va a disfrutar más y le va a resultar más fácil. Entonces en el caso del sexo, a Nicki, y en el amor, incluso, le cuesta un poco más. ¿Tienes 16 años y no has besado a nadie? Pues no, y no pasa nada. El otro día una amiga mía me dijo que no había besado a nadie hasta los 19, pero sentía una presión increíble. Es una etapa que te impone mucho que te acoples al ritmo de los demás.
También comentamos la otra vez que hablamos que mientras lo escribías habías estado escuchando en bucle a Kevin Kaarl y, de hecho, has rescatado un verso suyo para abrir: “Quisiera volver atrás y bailar otra vez abrazado a ti”, ¿qué significa para ti?
Lo escuché mucho y me acompañó mucho durante la novela. Pensé, pongo una frase de un autor célebre, pero, no. Me está acompañando este señor y tengo que abrir el libro con Abrazado a ti porque pensaba mucho en la historia y en ellos cuando lo escuchaba. Son cosas que solo entiendo yo, pero que es mi recuerdo al pensar en el momento en que escribía esta historia.
Vamos a empezar por la música. El grupo sería Artict Monkeys, ¿no?
Sí, me lleva a River y la juventud, cuando descubrías algo más cañero, más moderno, que decía yo. Hasta entonces escuchaba cosas más que vienen de tus padres, como Queen, y, de pronto, descubres al grupo de música que te gusta a ti. Lo metí ahí porque me recordaba a River y cuando creces y empiezas a definir tus gustos y empiezas a decidir tu música, quiero comprarme estas zapatillas, esa etapa de la adolescencia en la que dices, ahora voy a decidir yo qué me gusta.
Complicated de Avril Lavigne, este tema marcó una generación, ¿a ti a dónde te lleva?
A mi adolescencia total. Me trae esos recuerdos de la época más de instituto, de estar descubriendo la música. Evanescence, la revista Super Pop…ellos nacen en 1989, el mismo año que yo. Dije, para ser consciente de qué estaba haciendo a esa edad, que sean de mi quinta y así es más fácil.
Hay Nirvana, Oasis, Fleetwood Mac, Coldplay. Nickelback, Evanescence, The Strokes... ¿es tu playlist?
Ha sido mi playlist. Arctic Monkeys lo sigo escuchando, pero hay otros que son de recuerdo. Por ejemplo, ya no escucho Avril Lavigne, lo que pasa es que esa canción me recordaba mucho a esa época y quieres contextualizar un poco y que la música acompañe a las novelas y te traslade ahí.
The Libertines para un primer beso, ¿te costó encontrarla?
No lo pensé tanto. Sí que lo miras, pero te dejas llevar de lo que te resuena. Son cosas que llevas dentro y salen. Era un grupo que me gustaba en esta época más loca de rock.
Nat King Cole y Elvis Presley para Navidad, qué clásica, ¿no?
Ya he usado a Mariah Carey y dije, voy a variar. Son cosas como tan universales que es fáciles imaginarlas. Las hemos visto en tantas películas que te sitúa muy rápido.
Nicki se siente mal porque hablan de ella como alguien fantasiosa, rara y diferente, ¿cuándo nos daremos cuenta de que eso es un valor?
Te das cuenta cuando creces y piensas que a lo mejor no tenías que encajar en otro molde, pero claro, cuando estás en ese momento y lo vives todo muy intensamente solo quieres ser lo más normal y corriente posible. Con el paso de los años te das cuenta de que el valor está en las peculiaridades que tiene cada uno.
Hay muchos de raíces. A veces parece que lo cotidiano es aburrido y la aventura y lo lejano, es lo emocionante, ¿con cuál te quedas?
De joven me situaba en el de la aventura y, ahora mismo ya no estoy en la aventura. También tienes unas ideas. Yo recuerdo tener 16 y decirle a mi madre, ‘no, es que voy a coger una mochila y me voy a ir a la India’ y mi madre mirándome con una cara diciendo, ‘¿por qué tengo que aguantar esto?’. Que sí, que puede ser que lo hagas, pero las posibilidades luego a nivel logísticas y de efectos reales, son muy escasas. Hay un chico al que sigo que recorre el mundo con su perro y estoy fascinada, admirada y lo sigo muy contenta, pero, por desgracia, la vida de la mayoría de la gente es mucho más corriente de lo que podamos pensar.
Pero también hay que valorar lo corriente, ¿no?
Si a mí me pasa. Me gusta mucho viajar y el último día estoy deseando llegar a casa. Está guay la aventura, pero también, ese es el ejercicio de River, darse cuenta de que todo lo que despreciaba que, en el fondo, también tiene su valor. No todo el mundo consigue disfrutar de las pequeñas cosas y eso trae mucha insatisfacción general. A veces me da pena esa gente que lo tiene todo, pero no lo disfruta porque siempre anhela o aspira algo de fuera que piensa que hay algo más. Me da pena, porque si no consigues quedarte con los instantes, o las pequeñeces, o una conversación, es difícil afrontar a veces el día a día.
Tú eres madre y aquí hay un bebé y un poco de ese rechazo inicial que sufren a veces muchos padres con su llegada, pero que a veces parece tabú.
Me habría gustado profundizar mucho más en este tema. Cuando empecé, tenía muchas más cosas que decir porque es un tema más de la novela y no puedo detenerme más tiempo porque, además, la otra persona tenía que ir al mismo ritmo. No es la clave de la novela, es uno de los temas. Cuando empecé me pareció muy interesante. Recuerdo que hubo una amiga lectora que me dijo, a lo mejor, odian un poco a River y pensé, ¿por qué? Lo raro es que lo aceptes todo y te parezca maravilloso, eso es lo raro. No pasa nada, puedes adorar o puedes no sentirte preparado, o puedes no estar bien, o sentir rechazo, no empiezas a querer a veces desde el minuto uno. Hay mil veces cosas de las que no se puede hablar. A raíz de ahí surgió y pensé, ninguna amiga mía me ha hablado de esto, de que cuando tienes al segundo hijo no lo quieres igual que al primero al principio. Los primeros meses yo sentía que no lo quería igual y nadie me había hablado de esto y era un sentimiento de culpa, de qué me pasa. Todo el mundo era como, no, cuando lo tienes, el amor se multiplica y no. Son temas tan incómodos que es como, no hablemos de esto.
En tus novelas, nos solemos enamorar de los protagonistas, pero siempre hay secundarios que nos llegan, en este caso me he enamorado de la abuela Mila, una rebelde eterna, ¿es la tuya?
No, tiene alguna cosa, pero no. Es muy peculiar, pero muy divertida. Tuve que eliminar unos capítulos porque se me iba muy largo y me dio pena. No es su historia, pero cuando aparecía me apetecía siempre meterle un diálogo, era como que la abuela Mila tiene que decir algo. La hermana de Nicki, también. Hubo un momento de, qué bien me lo paso escribiendo. Hay personajes que son pequeñitos, que non tienen peso, pero te conquistan.
También hay pareja que apuesta por la diversidad, ¿cada vez más normalizado?
Yo creo que sí. No lo pensé, surgió. Vas probando, vas metiendo, está en tu realidad. Tienes amigas y amigos y piensas en una historia y en los secundarios metes un poco lo que tienes. Y cuanto más se normalice en la vida real, más se normalizará en la literatura y en las series y en todas partes. Es un reflejo de lo que tenemos en la calle.
Y esos amigos, ¿se suelen reconocer?
En general coges cosas, no los coges íntegramente, pero coges la esencia de cada uno. Todos tenemos una amiga que es más sin pelos en la lengua, que quedas a tomar algo y es super fácil reírse porque dice lo primero que se le pasa por la cabeza. Y tú coges eso.
Has empezado el año en Latinoamérica, ¿son muy diferentes los lectores de allí?
Te acogen super bien y son super cariñosos. Sí que cambian cosas. En Argentina, por ejemplo, son muy intensos y les gustan las historias muy dramáticas, es como que quieren sentir muchísimo. Los doramas, que yo solo he visto uno, pero tienes muy interiorizado que es una serie de unos 20 capítulos y solo hay un beso, no es lo mismo, a nivel cultural, que una telenovela de 150 capítulos donde mueren todos, hay traiciones y de todo, o algo como en España donde hay mucho sexo tipo Élite, es otro tipo de contenido. Cada cultura tiene sus características en lo que le gusta consumir y leer.
Tú que no paras, ya hablabas de proyecto 2024, ¿ya estás metida?
Estoy en ello, estoy intentando ver si me sale. Yo tenía una idea un poco extraña en la cabeza y estoy intentando ver si consigo que en el papel quede bien. Realmente no lo sé, espero no tener que dejarlo en el cajón porque ya llevo mucho escrito.
Y, ¿qué música te está inspirando ahora?
Instrumental, Hans Zimmer, mucho, muy épica.
Cristina Zavala
Periodista enamorada de todo el entretenimiento. Enganchada a la tele, los libros, los últimos lanzamientos...