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6 inesperados descubrimientos del libro de Ana Obregón y Aless Lequio, ‘El chico de las musarañas’
Habla de intento de suicidio, tensión suegra nuera o gestiones del rey emérito
Sin duda, el día que Ana Obregón no podrá olvidar nunca es el 13 de mayo de 2020, cuando su hijo, Aless Lequio, fallecía de cáncer con solo 27 años. En ese momento ella también moría, lo ha manifestado en alguna ocasión. Aunque ahora, el nacimiento de su nieta parece que puede cambiar las cosas.
Antes de fallecer, Aless dejó algunas cuentas pendientes que su madre se está encargando de llevar a cabo. Aparte de la descendencia, dejó un libro por acabar que ella ha tomado en sus manos para lanzarlo, finalmente, este 19 de abril.
Ella se ha encargado de acabar El chico de las musarañas, el libro que recoge cómo vivió la enfermedad de Aless, su fallecimiento, y el luto de tres años hasta el nacimiento de su nieta.
Solo en preventa se agotó la primera edición y ya va por la segunda edición. Todo lo recaudado irá a la Fundación Aless Lequio para la investigación del cáncer infantil.
De las 312 páginas que tiene el libro, 72 las escribió Aless antes de fallecer. “Un huracán de sentimientos sin filtros de una madre ante la pérdida de un hijo y el largo camino para llegar a esta bendición y milagro de bebé Anita, que es tu hija”, cuenta Ana.
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Aless no utilizó los nombres reales, aunque no es difícil identificar a sus personajes con las personas reales. Se llama así mismo Tom, a su entonces pareja, Carolina Monje, la llama Karen. Su madre, ahora, es Aitana y su padre, Ernesto.
Son tres capítulos escritos por él con diferentes diálogos que no queda claro si fueron reales o es su forma de aportar una visión literaria de los hechos con ese estilo mordaz y ácido que le caracteriza.
Lo que está claro es que este libro está lleno de confesiones y emociones y hemos seleccionado 6 de los descubrimientos más inesperados.
#1. Suicidio planeado
Una de las revelaciones más fuertes tiene que ver con su intento de quitarse la vida el día que su hijo falleciera. “Lo tenía todo planeado al milímetro desde hacía veinticuatro horas", escribe en el epílogo, “si mi hijo moría antes que yo, no sufriría ni un segundo: me iría con él".
"Me empiné sobre la barandilla, que no era muy elevada”, relata sobre ese sobrecogedor momento, “saltar hacia el abismo era mi única opción de seguir viviendo".
Cuenta que justo cuando iba a saltar apareció Alessandro Lequio llamando a la puerta y le recordó que tenía que cumplir con los deseos que había dejado su hijo.
Lequio se ha enterado ahora, “nunca supo que, en ese momento, tu última voluntad me salvó la vida. Se enterará leyendo estas páginas. Juro que en ese instante mi acto lo veía como una salvación, pero quiero dejar claro que el suicidio no es jamás una opción, ni en la peor de las tragedias que puedas vivir. Es una cobardía”.
#2. Tensión suegra nuera
Aless deja traslucir cierta tensión entre su madre y su entonces novia, Carolina Monje, en el momento de confirmar un diagnóstico de su enfermedad. “Nana, no estoy de acuerdo. Van a tardar más de la cuenta y Tom necesita un diagnóstico para ayer. Además, ya tenemos cita fijada para el lunes, ¿qué más te da que se lo hagan aquí o allí?”, decía Carolina. Algo a lo que Ana se negó: “He dicho que no”.
Finalmente, la actriz se salió con la suya y esa misma noche operaron a Aless en otro centro. “No entiendo por qué nunca me hace caso. ¿Tú crees que entiende lo que digo o directamente pasa de escucharme?”, recoge como testimonio de Carolina.
También da la versión de Ana que cuenta cómo le llamó por teléfono para decirle que “desde que estás con esa niña no haces más que hacer el memo, te ha abducido, hijo mío, ¡ya no te reconozco!”.
Aless también recoge su reflexión sobre esta relación suegra nuera: “No hace falta ser Freud para entender los motivos que esconde el comportamiento de una madre soltera y temperamental frente a la primera pareja seria de su único hijo. Acabas aceptando la sobreprotección y solo saltas cuando las maneras rebasan los confines del respeto; cosa que empezaba a ser frecuente y no era del tono sano”.
#3. Carta al amor de su vida
Aunque Aless estaba con Carolina Monje antes de su muerte, parece que no la consideraba el amor de su vida. O eso podemos traslucir de la carta que dejó escrito para ese amor que no conoció.
“Te escribo porque no te conozco. Vivo anclado a la posibilidad de conocerte, pero ya no sé si lo haré en lo que me queda de vida. Ojalá estas palabras puedan crear un pedacito de realidad para poder llevarme el boli a la cama pensando que al menos existe en mi imaginación. Dentro de mí”, empezaba escribiendo.
“Tengo cáncer, pero lo peor de todo, tengo miedo. Ya no sé si algún día seré capaz de sentir cómo eres y lo que podríamos llegar a ser, pero lo que sí puedo hacer ahora, en este mismo momento, es transmitir cómo no eres y, por lo tanto, acercarme un poquito más a la idea de lo que serías. Sé que no eres el amor de mi vida, porque sería mi vida entera. Porque seríamos uno. Porque sería para siempre”, continuaba.
“Ese amor que nunca existió porque el maldito cáncer te robó el tiempo para encontrarlo. ¿Hay algo más enigmático que un amor para toda la vida sin nombre propio? Ojalá donde estés dormido sueñes con todo lo que no pudiste vivir. Dime, por favor, para que pueda sentir un instante de paz, si por lo menos en tus ensoñaciones apareció ese amor y que duerme junto a ti en la eternidad”, escribe su madre respecto a este texto, dejando claro que no estaba dirigido a Carolina.
#4. Sobre sus padres
Ana confiesa que su hijo les puso motes tanto a ella como a Alessandro, eran mamá biónica y Il Capo y de ellos también ha dejado unas palabras escritas.
“Está dotado de un carisma y de un sentido del humor que cosen su imagen al recuerdo de cualquier bípedo con condición de humano, sin querer queriendo, más en mujeres que en hombres, como cualquier seductor innato; ellas le buscan para darle afecto y ellos para romperle las piernas, algo habitual en los hombres que hacen historia”, decía sobre su padre.
En cuanto a la ruptura de la relación de sus padres tras conocer él a otra mujer, aseguraba que “desde entonces, el galán italiano y la musa española son mejores amigos y forman un tándem perfecto para lidiar con los asuntos referentes a mi persona. Claro está, todo ello gracias a la constante bondad de doña Aitana (su madre), quien persona más que una máquina de hacer cucuruchos”.
#5. La última voluntad
Desde que Ana ha presentado a la hija de Aless, mucho se ha debatido sobre lo ético de haber seguido adelante con la última voluntad de su hijo. En el libro ha contado cómo fue ese momento en el que su hijo les dejó ese legado.
"Mamá, papá... Si me pasa algo, acordaos de la muestra que dejé en el laboratorio de Nueva York. Quiero tener hijos, aunque ya no esté. Es mi deseo. Prometedme que lo vais a hacer... Por favor", recuerda Ana en el libro.
"Durante tres años he guardado en secreto tu testamento, ese pacto que hicimos en el hospital que solamente sabíamos tu padre, tus tías y yo. He luchado sola en silencio para conseguir lo imposible y esa ilusión me ha perdonado la vida cada día de mis tres años de duelo por ti. Te prometí que te salvaría y no pude cumplirlo. Te juré en el hospital que cumpliría tu última voluntad, y ese milagro se ha hecho realidad", le cuenta a su hijo desde las páginas del libro que firman juntos.
#6. Intervención del rey emérito
En el libro también aparece el rey emérito en dos ocasiones. Una de ellas, para agradecer a Don Juan Carlos la ayuda que le prestó a Ana para gestionar los permisos que necesitaba para estar en Estados Unidos con su hijo durante el tratamiento.
"El rey Felipe tardaba en contestar. Al final, Alessandro llamó a su tía Olimpia, prima hermana del rey Juan Carlos, que se puso en contacto con él. Le faltó tiempo para ayudar a una madre desesperada por salvar la vida de su hijo", relata.
También cuenta que tras fallecer su hijo recibió la llamada de Don Juan Carlos y Doña Sofía. “Nos llamaron cariñosos y emocionados para darnos el pésame", asegura, aunque admite que tiene un vago recuerdo de lo que hablaron por el momento que estaba atravesando.
Cristina Zavala
Periodista enamorada de todo el entretenimiento. Enganchada a la tele, los libros, los últimos lanzamientos...