El crimen real de 'Love & Death' (HBO): Quién es Candy Montgomery, la 'asesina del hacha' y devota ama de casa

El brutal asesinato de Betty Gore a manos de su mejor amiga y vecina, Candy Montgomery, es uno de esos crímenes de los que nunca se ha llegado a saber exactamente qué ocurrió. Solo hubo una sospechosa, la ama de casa, y un veredicto: inocente. Las pruebas, las huellas y el móvil señalaban directamente con el dedo a esta devota mujer, pero el caso se cerró sin culpables.

Esta es la historia que HBO Max ha llevado en formato serie con Love & Death, protagonizada por Elizabeth Olsen ('Bruja escarlata') y producida por Nicole Kidman, que se estrena este 27 de abril. Antes que ella, estuvieron Jessica Biel en Candy (Disney +) y Barbara Hershey en A killing in a Small Town interpretando el papel de Candy Montgomery, la devota ama de casa que siempre será tildada como la asesina del hacha.

Quién fue Candy Montgomery

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A finales de los 70, Candace 'Candy' Lynn Montgomery (30 años) parecía tener su vida arreglada. Años antes se había casado con Pat Montgomery, un ingeniero eléctrico, con quien había tenido un niño y una niña. Todos juntos, como una gran familia, se mudaron al condado de Collin, en Texas (EE.UU.) y con quienes acudía regularmente a una iglesia metodista de la zona.

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Allí conoció a Betty Gore, una maestra de secundaria con quien entabló una estrecha amistad. Fue por ella por quien conoció a su esposo Allan, padre de dos hijos y con quien mantuvo una relación como amantes.

La mañana del viernes 13 de junio de 1980, cuando Allan se encontraba fuera de la ciudad por trabajo, los vecinos oyeron los llantos desconsolados de su bebé y, tras recibir una llamada preocupada de su marido, se acercaron a su casa para ver si pasaba algo. Entonces, se dieron de bruces con el cadáver de Betty horas después de que Montgomery acudiese a hacerle una corta visita.

Nadie sabe realmente lo que ocurrió, pero sí que el informe forense reveló que la discreta Betty había recibido 41 golpes en todo el cuerpo con un objeto contundente...un hacha, como recogió Texas Monthly. "Fueron unos golpes brutales en el cuerpo, la cara, los brazos, la cabeza, el torso, incluso en las piernas", declaró el exjefe de pruebas físicas en Dallas, el Dr. Irv Stone, a Snapped.

Pero el arma homicida no fue el único detalle importante, también lo eran las pistas que la asesina dejó en la escena del crimen: huellas con sangre en la alfombrilla de la ducha y los azulejos y cabellos en el fregadero. Todo indicaba que el asesino se había duchado tras cometer el crimen pero había sido algo patoso al ocultar las evidencias.

Al principio, nada parecía apuntar a Candy como sospechosa, y ni mucho menos como culpable, ya que todo el vecindario hablaba muy bien de esta mujer tan devota y de su buena relación con la asesinada. Sin embargo, poco después del primer interrogatorio a Allan Gore, este pareció sentirse culpable y confesó su aventura con Montgomery.

De hecho, él recalcó a los agentes que la idea de su affaire había sido de ella: "¿Te interesaría tener una aventura?". Pero, casi un año después, Allan decidió poner fin a su idilio. Este testimonio y las huellas dactilares que le tomaron fueron suficientes para detener al ama de casa el 27 de junio de 1980.

Durante el mediático juicio, la acusada alegó que actuó en defensa propia tras una discusión con Betty por su relación con su marido en la que ambas lucharon por hacerse con el hacha. Tras someterse a un detector de mentiras, parecía que Montgomery estaba diciendo la verdad. Su defensa, además, alegó que en la discusión, la acusada revivió un trauma de su infancia y, por eso, actuó de forma violenta y descontrolada.

Por ello, cuatro horas después, el jurado declaró a Candy Montgomery inocente; por lo que finalmente quedó absuelta de todos los cargos. Sin embargo, a ojos de la opinión pública, ella era la asesina de una de las mujeres más queridas en su comunidad.

¿Qué ha sido de Candy Montgomery y dónde está ahora?

Después de conocer su veredicto, los Montgomery no podían seguir con su vida en Wylie y se mudaron a Georgia, aunque no pasó mucho tiempo hasta que el matrimonio se divorció y, desde entonces, Candy usa su apellido de soltera, convirtiéndose en Candy Wheeler.

Según informa el Daily Mail de Reino Unido, actualmente ejerce como terapeuta en una clínica de salud mental para niños y adolescentes.