Bruce Springsteen: El salto a la valla de Graceland de un fanático de Elvis Presley
Tras ver a Presley en concierto, escribió ‘Fire’: "Le envié una demo a Elvis, pero falleció antes de que le llegara”
Hubo un día en el que la admiración que Bruce Springsteen sentía hacia Elvis Presley se convirtió en fanatismo. Y le llevó a hacer algo que, posteriormente, él mismo calificaría como “estúpido”. A las 3 a.m. del 30 de Abril, y después de 4 horas de concierto en Memphis, cogió un taxi y se presentó en Graceland. Le acompañaba su amigo (y guitarrista de la E Street Band) Steve Van Zandt. Cuando vio que había luz en la mansión, el ‘boss’ tuvo un impulso irrefrenable. Tenía que conocer al ‘rey’ y, ni corto ni perezoso, saltó la valla.
A los 7 años, Elvis le cambió la vida para siempre
Es sabido, porque él mismo lo ha revelado en infinidad de ocasiones, que Elvis Presley fue el primer héroe musical de Bruce Springsteen. Tenía solo siete años cuando le vio en el Show de Ed Sullivan y le cambió la vida para siempre. Contaba en BBC Radio 4, que la primera canción que escuchó fue Houng dog: “Cuando la escuché, se disparó directamente en mi cerebro”. Y continuaba, “Me di cuenta, de repente, de que había más vida que la que yo tenía. No podía imaginar que hubiera alguien que no quisiera ser Elvis Presley".
Su devoción continuó y sus ‘guiños’ a Elvis han sido una constante en la trayectoria del de Nueva Jersey. La icónica portada de Born to run (1975) muestra a un sonriente Springsteen sosteniendo una Fender Esquire mientras se apoya en el hombro de Clarence Clemons, saxofonista de la E Street Band. Pues bien, curiosamente, en la correa de la guitarra lleva una chapa con la imagen de Elvis Presley, de un club de fans de Nueva York llamado ‘The King's Court'.
“Salté por encima de la valla y empecé a correr”
Born to run representó el mayor éxito comercial de Springsteen hasta entonces. Muchos lo consideran uno de los mejores discos de rock de todos los tiempos. Bruce giró incansablemente para presentarlo, recorriendo Estados Unidos de arriba abajo, además de Europa. El 29 de Abril de 1976 paró en el Ellis Auditorium de Memphis. Después de un concierto de cuatro horas, todavía cargado de adrenalina, él y Steve Van Zandt (amigo, guitarrista de la E Street Band y también fan del ‘rey’), decidieron hacer una ‘visita’ a Graceland. Se metieron en un taxi y a las 3 a.m. del 30 de Abril, llegaban a las puertas cerradas de la propiedad.
El propio Bruce compartió su aventura con el público en uno de sus conciertos de 1985: “Recuerdo que salimos del taxi y nos quedamos parados ahí, frente a esas puertas con los grandes guitarristas. Y cuando miramos, en la segunda planta de la casa, se veía luz e imaginé que Elvis estaría leyendo o algo así”. No pudo resistir el impulso: “Le dije a Steve ‘Tío, tengo que ir a ver’. Y salté por encima de la valla y empecé a correr por el camino de acceso a la mansión… ahora cuando lo recuerdo, pienso que fue algo estúpido porque odio cuando la gente hace eso mismo en mi casa”.
“¿Está Elvis en casa?”
"Llegué a la puerta principal y, justo cuando iba a llamar, los guardias de seguridad salieron del bosque y me preguntaron qué quería. Les dije, '¿está Elvis en casa?’. Ellos respondieron, 'No, no, Elvis no está en casa. Está en Lake Tahoe'". Aunque se sintió decepcionado, no se rindió e intentó todo tipo de estrategias para entrar. "Empecé a decirles que yo era guitarrista, y que tenía mi propia banda, y que habíamos tocado esa noche en la ciudad, y que había hecho algunos discos. Incluso les dije que había salido en la portada del Time y de Newsweek. Tenía que intentarlo todo para impresionarles. No creo que me creyeran". Los impasibles vigilantes se mantuvieron firmes. “Me agarraron del brazo y me pusieron de nuevo en la calle con Steve”.
Posteriormente, me pregunté muchas veces qué hubiera dicho si hubiera llamado a la puerta y si Elvis hubiera ido a abrirla".
“No fue una buena noche”
Solo un año después del salto a la valla, el 28 de mayo de 1977, Springsteen y Van Zandt vieron por fin a Elvis Presley. Ambos, acudieron a su concierto en el Spectrum de Filadelfia. El último tema que cantó esa noche fue Can't help falling in love. Bruce recordaría después ese show diciendo: "No fue una buena noche". Para él sí lo fue. Porque esa noche, cuando llegó a casa, concibió Fire. La escribió como pensaba que podría grabarla su ídolo, y la voz de su versión de estudio de 1977 suena a Bruce intentando cantar como Elvis. Según el libro de Clinton Heylin, ‘E Street Shuffle: The Glory Days of Bruce Springsteen & the E Street Band’, Bruce dijo: "Le envié una demo a Elvis, pero falleció antes de que le llegara”.
Elvis falleció repentinamente, apenas tres meses después de que Springsteen le viera en el Spectrum de Filadelfia. El 16 de Agosto de 1977, cuando se enteró de la noticia, se sintió especialmente devastado. Compartió sus sentimientos en un concierto: "Recuerdo que cuando un amigo me llamó y me dijo que había fallecido, fue muy duro entender cómo alguien, cuya música se había llevado la soledad de tanta gente y había dado una razón y un sentido a las vidas de tanta gente, podía haber acabado de una forma tan trágica".
El Jefe y El Rey nunca se conocieron personalmente. Aunque la admiración era mutua. Presley conocía a Bruce y había escuchado su música. Un amigo de infancia de Elvis, George 'GK' Klein, habló en SiriusXM Elvis Radio: "Le gustaba Springsteen... Entró en la escena muy rápidamente y de forma muy potente y a Elvis le gustaba porque era un ‘rock ‘n’ roller'".
“Elvis es mi religión”
Durante años, y todavía a día de hoy, Bruce Springsteen incluye canciones de Elvis en sus conciertos y manifiesta su gratitud hacia la estrella del rock. Quizá sea el artista que más ha versionado a Presley. Desde Jailhouse Rock a All shook up, pasando por Suspicious minds, Hound dog, All shook up, It's now or never, Don't be cruel, Can’t help falling in love o Viva Las Vegas, que Springsteen grabó en estudio y aparece en el album homenaje Last Temptation of Elvis (1990).
Son muchas las alabanzas que Springsteen ha dirigido a quien fue su primera y principal influencia musical. Quizá, una de sus citas más populares sea la que pronunció en el 25º aniversario de la muerte del ‘rey’: “ELVIS ES MI RELIGIÓN. Por él, me pondría a vender enciclopedias ahora mismo”.
Alicia Sánchez
Periodista en busca de historias chulas del pop