Especial
Postcrecimiento: el cambio de mentalidad que piden los ecologistas
El Parlamento Europeo en Bruselas acoge una conferencia sobre un tema que las principales organizaciones ecologistas consideran urgente e ineludible.
Es posible que, de ahora en adelante, empieces a oír una palabra llamativa: postcrecimiento. Un término que estos días está muy presente en el Parlamento Europeo en Bruselas, donde tiene lugar una conferencia que girará en torno a él. Bajo el nombre “Más allá del crecimiento 2023”, el evento contará con la participación de grupos políticos de todos los colores: conservadores, liberales, verdes, socialistas y de izquierda.
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Pero, ¿qué es exactamente el postcrecimiento? Y, sobre todo, ¿qué implica para la vida de los ciudadanos y el resto de los seres que habitan el planeta? Según los impulsores de la conferencia, el postcrecimiento invita a cuestionarse las políticas que hasta ahora han guiado la acción de la Unión Europea con el objetivo último de redefinir los objetivos de la sociedad: fundamentalmente, garantizar que el bienestar social sea compatible con un desarrollo económico viable que respete los límites planetarios.
Ese es, de hecho, el quid de la cuestión. El modelo económico actual tiende al crecimiento infinito, pero los recursos de la Tierra no lo son. Por ello, cada vez son más las voces que invitan a repensar nuestra forma de vivir. El cambio climático y sus efectos son, en ese sentido, el toque de atención más evidente que nos transmite el planeta.
Pero no todo el mundo lo ve igual. Hay quien considera que el crecimiento económico es condición indispensable para el desarrollo de la sociedad, y que los efectos perniciosos que genera para el medio ambiente son, o bien menores, o bien subsanables en un futuro gracias a una tecnología que está por venir. Otros, por el contrario, consideran que bienestar y crecimiento sostenible deben ir de la mano. Un tercer grupo aboga por el decrecimiento como única vía de escape ante el colapso ecológico que auguran muchos científicos, lo que no implica necesariamente perder calidad de vida: simplemente cambiar nuestra forma de entender el mundo y darle la vuelta a nuestras prioridades.
Hechos, no palabras
Entre el segundo y el tercer grupo se mueven la mayor parte de las organizaciones ecologistas, que han aprovechado la conferencia de Bruselas para exigir políticas claras que caminen en la dirección del postcrecimiento. Más de 400 organizaciones, entre las que se encuentran las españolas Amigos de la Tierra, Ecologistas en Acción y Ecounión, demandan a las administraciones comunitarias medidas valientes más allá de las palabras.
La petición ha quedado plasmada en la carta que han remitido a la Unión Europea todas esas organizaciones y colectivos, a los que se han sumado expertos climáticos de diversa condición. En ella, piden “hacer frente a las crisis sociales, medioambientales y políticas adoptando una economía del bienestar que permita a la humanidad y al planeta prosperar, no solo sobrevivir”.
La misiva explica que “la persecución de un crecimiento económico sin fin reduce o anula los resultados de las políticas medioambientales. El caos climático actual y el desmoronamiento de la red de vida de la que depende nuestra sociedad constituyen una amenaza existencial para la paz, la seguridad hídrica y alimentaria y la democracia. Un tema de gran actualidad en la Península Ibérica”.
Del mismo modo, las organizaciones señalan que “en países con renta alta, el postcrecimiento no significa tener peores condiciones de vida, sino todo lo contrario: se trata de adoptar de forma ordenada y democrática la reducción en el uso de los recursos y su reparto justo entre todas las personas, así como disminuir el tiempo de trabajo de forma que aumente el bienestar y disminuyan las presiones medioambientales, con la posibilidad de crear así un futuro sostenible sin un crecimiento continuo”.