Tras el segundo programa de esta nueva temporada de ‘Mask Singer’ hay una crítica generalizada

La semana pasada se estrenó Mask Singer: Adivina quién canta. Un formato que a Antena 3 le ha dado muchas alegrías cada vez que lo ha emitido. Resolver misterios es algo que siempre gusta a la audiencia y aquí hay unos cuantos, desvelar la identidad de cada uno de los participantes. Algo que también intentan los espectadores desde casa.

Para eso, cada una de las máscaras ofrece una serie de pistas que, se supone, ayuda a los investigadores a descubrir su identidad. Pero está claro que Javier Calvo, Javier Ambrossi, Ana Obregón y Mónica Naranjo están la mayor parte del tiempo perdidos. Y aunque sus teorías no son del todo descabelladas, no siempre dan en la diana.

El caso es que en el estreno pudimos conocer a dos de los famosos que se escondían tras espectaculares máscaras. O más bien, famosas, porque fueron dos mujeres. Por un lado, Arantxa Sánchez Vicario, la mejor tenista que ha tenido nuestro país que estaba feliz de haber tenido esta oportunidad.

La otra, era Tori Spelling, a la que muchos recuerdan por su papel de Donna en Sensación de vivir. Una celeb internacional que ya ha pasado por otras ediciones del formato en diferentes países demostrando a sus padres que se equivocaban cuando decían que no valía para cantar.

Nuevas máscaras

El caso es que esta semana hemos tenido nueva sesión y hemos descubierto otras dos identidades. La primera era Valeria Mazza, una de las top model de los años 90 que cumplía su sueño de cantar en un plató. Ninguno de los investigadores daba con su identidad.

El segundo y primer hombre en ser descubierto, era el periodista deportivo, José Ramón de la Morena que se escondía tras el gnomo.

Crítica generalizada

Tras conocerse estas nuevas identidades y echando un vistazo a twitter hemos descubierto que hay una crítica generalizada al programa y es que hay muchos que no conocen a estos personajes que hemos podido descubrir en el programa.

Parece que hay un desajuste generacional entre el programa y gran parte de la audiencia que se queda con cara de póker cada vez que un personaje se quita su máscara. Y así lo han hecho saber en redes donde expresan su sensación de que estamos ante una edición de anónimos.

Lo cierto es que los personajes que hemos conocido hasta ahora no son muy cercanos a una generación Z que anhela famosos un poco más jóvenes y cercanos a su edad. Veremos si en próximas semanas lo consiguen.