Valeria Vegas describe su particular y extraña colección de discos: “Me divierten muchísimo”
Y también nos sorprende con su curioso fetiche que también tiene que ver con la música
Valeria Vegas es de esas mujeres que tienen un estilo propio y característico. No todas disfrutan del cine español de décadas pasadas como lo hace ella. Y menos todavía, lo vuelcan en su primera novela. La mejor actriz de reparto nos sumerge en la historia de una profesional de la escena venida a menos que recibe la ayuda de una asistenta para ayudarla en las labores de la casa. Entre ellas se creará una relación muy especial.
Muchos conocen a Valeria gracias al éxito que tuvo su biografía de La Veneno que Javier Calvo y Javier Ambrossi llevaron a la pantalla. O también de verla como colaboradora en diversos medios, entre ellos, el programa de Sonsoles Ónega.
Se define a sí misma como fetichista, coleccionista y mitómana y hemos querido indagar en ese terreno. Al preguntarla por su mejor colección no lo duda: “Me encanta coleccionar discos bizarros, por ejemplo, discos de actores metidos a cantantes. Tengo discos como baratos que algunos, luego con el tiempo, se cotizan. Estos discos tipo Jesús Vázquez, Miriam Díaz Aroca, David Hasselhoff o Antonia Dell’Atte… cosas surrealistas que me divierten muchísimo.
Pero que conste que no están en su playlist más habitual. “Te confieso que no las escucho porque a veces no aguanto más de tres canciones o me voy directamente al single, pero yo las tengo ahí”, aclara.
Otra colección
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No es la única colección. “También colecciono Barbies. Una de mis colecciones fetiches son Barbies de celebrities, estas ediciones especiales de la Barbie de Marilyn Monroe, la Barbie de Blondie, de Gloria Estefan… todas estas chuminadas me fascinan”, admite.
Pero si le preguntamos por la joya de la corona de estas dos colecciones, vuelve a salir su gran amiga. “La joya de la corona de los discos bizarros quizás… te iba a decir el de La Veneno que cuando yo lo compré hace 20 años casi, valía muy poco, estaba en sitios de segunda mano. Estaba como tirado de precio. Hoy en día se ha multiplicado por 20 el valor de ese disco”, cuenta.
“Y de Barbies te diría que la de Cher porque esa siempre está arriba. Hay Barbies que a veces bajan un poquito su valor, pero la de Cher, que hay tres, siempre está arriba. No hay tanta diferencia entre la mujer y la muñeca y es como tenerla de verdad”, ironiza.
Un mito y un fetiche
En cuanto a su faceta de mitómana, seguimos con grandes personajes. “El mito te diría Alaska. Creo que, si quitas a Alaska de la historia de este país de los últimos 40 años, sería muy difícil de concebir, no sólo musicalmente sino estéticamente, el personaje en sí mismo, más allá del cariño que yo le tenga y el vínculo que tenga”, expone.
La excentricidad de su fetiche, tampoco se queda atrás en encanto nostálgico. “Tengo una botella de champagne, de cuando Bibiana Fernández grabó su único disco en el año 80. Entonces, la discográfica mandaba a los medios, de manera promocional una botella de champagne, de verdad, con la cara de Bibi. Hace como unos 20 años, milagrosamente, en una web de segunda mano, compré esa botella, que debe quedar solo esa en España porque al ser una botella de champagne, entiendo que los señores de la radio se la beberían”, confiesa.
“Ahí está esa botella que tiene unos 40 años y lleva 20 conmigo. Un día se lo comenté y le dije que después de tanto tiempo ya sería veneno. ‘Ya era veneno en su momento’, me contestó. Ese objeto, cuando estoy limpiando, o subo o bajo un cajón, digo, ‘cuidado’, porque si se rompe la botella se rompe la magia de todo esto”, asegura.
Está claro que Valeria es una mujer diferente e interesante de conocer. Al final, va a tener que escribir su autobiografía.
Cristina Zavala
Periodista enamorada de todo el entretenimiento. Enganchada a la tele, los libros, los últimos lanzamientos...