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El pasado oculto de Luis Tosar: graffitis, su etapa 'B-boy' y una persecución policial
El actor estuvo con Albert Espinosa en el programa 'El camino a casa', de La Sexta
La Sexta cerró este jueves por la noche su primera etapa con El camino a casa, un nuevo (y melancólico) formato conducido por el escritor Albert Espinosa en el que sus invitados famosos recorren junto a él las esquinas más emotivas del barrio en el que nacieron y se criaron. El último en hacer este paseo ha sido Luis Tosar.
El autor catalán y el actor gallego viajaron hasta Lugo para conocer los inicios de este famoso intérprete en nuestro país al que hemos elogiado en papeles como Te doy mis ojos, Celda 211, Maixabel o Quien a hierro mata. Ahora, además, presume de ser uno de los protagonistas de una serie de Netflix, Hasta el cielo, y acaba de estrenar Fatum.
Pero antes de ser un reconocido actor en nuestro país y, desde luego, mucho antes de ganar tres premios Goya; Luis Tosar (51 años) era un niño más de Lugo que, como su grupo de amigos, soñaba algún día con cruzar el charco y vivir al más puro estilo del Bronx.
La pasión de Luis Tosar por el Bronx
Como parte de este salto al 'sueño americano', Tosar experimentó una inesperada afición por el break dance y, de hecho, formó una pequeña banda con sus amigos del barrio. Uno de ellos fue, de hecho, un menor al que apodaban como 'El Torete', un joven con el que formó una extraña amistad a pesar de que un día le atracó.
Inmerso en su papel como 'B-boy', el actor vestía con "pantalones muy anchos, mucha ropa militar" que muchas veces se la confeccionaba su padre, sastre de profesión. "Nos metíamos en las galerías comerciales como si fuera el Bronx. Era fantasía pura", recordaba el gallego de su pasado como bailarín.
Pero ese no era el único hobbie del intérprete. Hubo otro, más ilegal, que le hizo pasar por un mal trago. Y es que Tosar y sus amigos se dedicaban a hacer graffitis por el barrio: "era lo más parecido a Outsiders o el Bronx en una ciudad como Lugo".
Un buen día, cuando se subieron a una terraza para bailar y se toparon con un policía que, pistola reglamentaria en mano, fue tras ellos para evacuarlos: "En una de esas, sonó un disparo y nos quedamos congelados y aterrorizados".
Aunque el municipal disparó al aire, finalmente los encaró y los jóvenes lograron convencer al agente de que los dejara ir a cambio de que ellos no contasen que "había disparado".
El cambio más traumático: "Estaba completamente vacío"
A pesar de que el gallego admitió que nunca había sido tan feliz como en el colegio, hubo una etapa de su vida académica que sí recuerda con amargura y tristeza; el cambio al BUP (lo que actualmente sería 3º de la ESO).
Aunque el paso al instituto lo hizo junto a su amigo José Luis, el cambio fue, como él mismo dijo, "traumático". En aquella etapa, su amigo se echó novia y él no entabló apenas amistades, lo que lo convirtió en una persona arisca y un "rebelde sin causa".
"Llegaba el viernes y me iba a dar una vuelta entera en la ciudad solo por no estar parado en mi casa, comiéndome la cabeza", confesó antes de añadir: "Además, es que no sabía muy bien qué hacer con mi vida. Estaba completamente vacío y me despisté mucho".
Sandra Escobar
Periodista de LOS40.