Especial
‘Private dancer’: la canción que Mark Knopfler desempolvó para Tina Turner y alguien “arruinó”
El 29 de Mayo de 1984, Turner publicó “uno de los regresos más espectaculares en la historia de la música”
Solo después escribir y grabar 'Private dancer' para su grupo, Dire Straits, Mark Knopfler se dio cuenta de que algo no funcionaba: “era una canción para una chica”. Eso pensó él y también Tina Turner después de escucharla. “Creo que tienes razón”, le dijo. Casi todos los miembros de la banda británica participaron en la grabación. Mark Knopfler no lo hizo. Jeff Beck se encargó del solo de guitarra que, en opinión del escocés, “es el segundo solo de guitarra más horroroso del mundo”. Esta es la sorprendente historia de la canción que dio título a un álbum icónico. El que transformó a Tina Turner en una genuina diva mundial, la leyenda que vistió al mundo de luto a con su inesperada marcha.
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Tina Turner tenía 42 años cuando empezó a preparar el que sería su regreso a una industria que priorizaba y premiaba la juventud, especialmente entre las artistas femeninas. Habían pasado cinco años desde que su anterior disco en solitario (el cuarto) - Love explosion – fuera un fracaso comercial y se quedara sin sello discográfico. Se ganaba la vida actuando principalmente en ‘nightclubs’ y salas de baile de hoteles. A principios de 1983, una presentación en The Ritz aportó a la artista un contrato con Capitol Records y el lanzamiento de un single: la versión del tema de Al Green, Let's stay together.
Para sorpresa de la compañía alcanzó un gran éxito. Viendo su enorme potencial, apostaron por ella. Querían que grabara un álbum. Tenía dos semanas para hacerlo. Tina necesitaba un regreso potente; quería relanzar su carrera, y empezó a trabar en el que sería su quinto álbum como solista.
“Una canción para una chica”
El 29 de Mayo de 1984 publicó Private dancer, considerado uno de los regresos más espectaculares en la historia de la música. Decidió llamarlo igual que una de las 10 canciones que incluía... una que había escrito Mark Knopfler y que llevaba un par de años acumulando polvo sobre la estantería.
Mark había escrito Private dancer para el álbum Love over gold (1982) de Dire Straits. Pero, finalmente, fue excluida del disco. En el libro ‘My Life in Dire Straits’, John Illsley explica el motivo: “Una canción que no entró al final fue Private dancer, principalmente porque Mark decidió, con razón, que debería ser cantada por una mujer”. Y añade: “La frase ‘soy un bailarín privado, bailo por dinero, hago lo que quieras que haga’, no sonaba bien saliendo de la boca de Mark”. Así, aunque Knopfler llegó a producirla y a grabarla durante las sesiones en Power Station (New York City), se convirtió en uno de los descartes del cuarto álbum del grupo.
Y quizá hubiera seguido ‘olvidada’ a no ser por un hecho casual que la propia Tina contaba en Radio 1 (BBC): “Roger (mánager de Turner) conocía al mánager de Knopfler, Ed Bicknell, y Bicknell le dijo , ‘Creo que Mark tiene una canción que podría encajar con Tina y él nunca ha utilizado porque pensaba que era una canción para una chica’”.
“Ojalá pudierais escuchar la versión de Mark”
Fue el propio Mark quien le mostró a Turner su versión demo de Private dancer. La artista lo recordaba en una charla con su Club de Fans en 2004: “Mark dijo que esta canción no era para un hombre. La grabó, pero no la utilizó y cuando me puso la demo y le escuché cantando, ‘Soy un bailarín privado… yo le dije, ‘creo que tienes razón’”. Aun así, a la diva le encantó: “Ojalá pudierais escuchar la versión de Mark. Su voz tiene un sonido muy inglés… y es realmente bonita… una canción muy artística… yo le puse el toque de viejo soul”, reveló en la BBC. “A mí me gustaba un montón. No estaba segura si la chica era una prostituta o una clásica bailarina privada, pero decidí que me la quedaba”.
Una vez que la composición de Knopfler estuvo en manos de Turner, ésta quiso utilizar la parte instrumental de Dire Straits y grabar sobre ella… “yo intenté poner mi voz sobre la música de Mark, pero no se pudo. Había un problema con la compañía de discos”. No importó, la cantante la grabó “con la gente de Dire Straits – la mayor parte de ellos”.
Illsley escribe en su libro: “Como muestra de gratitud por la canción, Tina pidió a la banda que la grabara con ella en un estudio del norte de Londres y fue una gozada pasar el día con ella. Es difícil en la escena musical conocer a una mujer tan encantadora. Su contagioso entusiasmo es aún más impresionante teniendo en cuenta todo el sufrimiento que había padecido en su vida privada”.
“El segundo solo de guitarra más horroroso”
No todos los Dire Straits acompañaron a Tina en la grabación de Private dancer. Ese día estaban casi todos: John Illsley (bajo), Alan Clark (teclados), Hal Lindes (guitarra) y Terry Williams. Mark Knopfler quedó fuera. Contrataron a Jeff Beck (fallecido en enero de 2023) para el solo de guitarra. El que fuera miembro de Yardbirds, está considerado uno de los mejores y más influyentes guitarristas de rock. A menudo le llaman "el guitarrista de los guitarristas".
Sorprende que, en una entrevista con Stuff de 2009, el Knopfler revelara que habían arruinado la canción porque “cogieron a Jeff Beck para que tocara el segundo solo de guitarra más horroroso del mundo”. Desconocemos cual es, en opinión del escocés, el primero.
“Puede que sea ingenua”
La artista no se dio cuenta, hasta que la canción se publicó, a qué se refería realmente la canción. “Alguien me preguntó, ‘¿Por qué has elegido ‘Private dancer’?. Es una canción sobre una prostituta. ¿Lo has hecho porque tú has sido una prostituta?’. Y me quedé en shock… yo nunca vi que fuera una prostituta”, contaba Turner en Radio 1.
A principios de su carrera, Tina había hecho shows privados en Texas, por lo que ella veía la ‘bailarina privada’ como alguien que actúa de forma muy inocente en estos eventos. “Puede que sea ingenua sobre algunas de estas cosas. La canté porque era una canción diferente. Nunca había cantado una canción como esa”.
La determinante foto de la portada
Tina Turner optó por titular su álbum como la canción de Knopfler después de que le hicieran la foto para la portada. En esa instantánea, aparece sentada en una silla con un elegante vestido negro mientras un gato negro posa de pie, delante de ella, mirando a la cámara. La artista sintió que esa foto se adaptaba mejor al personaje de ‘Bailarina Privada’. El bajista de Dire Straits pensaba otra cosa: “Le gustaba tanto la canción ‘Private Dancer’ que le puso ese título al álbum” .
Tina Turner superó todos los desafíos que tenía por delante. Private Dancer (1984) impulsó su carrera y la convirtió en una de grandes artistas de la industria musical internacional. El álbum alcanzó un enorme éxito mundial, no solo por la composición de Knopfler. Contenía otras muchas joyas, como la versión de Help! (el clásico de los Beatles), la de 1984 (de David Bowie), la mencionada Let's stay together (de Al Green) o, por supuesto, What's love got to do with it, que se convertiría con el tiempo en su single más vendido.
Alicia Sánchez
Periodista en busca de historias chulas del pop