Las sirenas ya no lloran, las sirenas facturan: el mito que empoderó a las divas pop
Ana Mena, Danna Paola, Aitana, Shakira... las estrellas musicales de momento han rescatado esta criatura fantástica, ¿pero qué tienen en común todas ellas con esta figura que enamoraba marineros?
“Una sirena no tiene lágrimas y por eso sufre mucho más”, escribía Hans Christian Andersen en 1837. Esta misma frase, en pleno siglo XXI, podría funcionar perfectamente para una estrella del pop. Siempre con una sonrisa en el escenario, cantando melodías arrolladoras y haciendo de tripas corazón cada vez que tienen que defender un show.
Hasta hace poco se les aconsejaba que no se posicionasen en temas políticos y sociales, que se mostrasen siempre alegres y que dijesen que sí a todo lo que un grupo de hombres trajeados les aconsejasen en un despacho. Al igual que Ariel, la protagonista de La Sirenita, no tenían voz. Solo la que usaban para cantar y conquistar el mercado musical.
Ahora las cosas han cambiado y estas sirenas, que se mueven en una industria llena de tiburones, también quieren ser peces gordos. Lejos de quedarse calladas, cantan más alto para dejar claro que no hay tormentas que se les resista.
Durante los últimos años, han sido muchas las artistas musicales que han querido rendir homenaje a estos seres mitológicos que tantas historias han protagonizado. Lo han hecho a través de sus videoclips, encarnando (o más bien escamando) a estas mujeres mitad pez mitad sirena. Pero el trasfondo y la lectura de estos personajes al que dan vida, aunque en un principio parezcan solo un cuento, tienen mucho más que ver con la realidad de lo que piensan.
En LOS40 viajamos hasta el fondo del mar para conocer estas magníficas criaturas: las sirenas pop que buscan su hueco en la superficie.
Danna Paola, Villano Antillano y la cultura LGTBI en el fondo del mar
El escritor e historiador Rictor Norton contaba el triste trasfondo del cuento de La Sirenita Hans Christian Andersen. En el libro My Dear Boy: Gay Love Through the Centuries, Norton cuenta que el cuentista danés escribió esta historia para reflejar un amor homosexual no correspondido. Y es que el escritor danés se enamoró de un hombre heterosexual que pertenecía a otra clase social superior. Una historia de amor que nunca llegó a buen puerto. De hecho, en el cuento original, la sirenita termina convirtiéndose en espuma de mar tras ver como su príncipe termina con otra mujer que pertenece a su mundo.
Danna Paola, fiel defensora de los derechos del colectivo LGTBI, quiso representar el cuento original en su videoclip Sodio. La mexicana se transformó en una sirena que se enamora de un humano. Danna le da la vuelta a la historia del danés y decide contar el final que él no pudo escribir en el siglo XIX: terminando el príncipe con otro hombre. La sirena, lejos de sentirse traicionada, se siente liberada. Entiende, por desgracia, que el amor no es para ella. “Jamás hubiera podido odiarte por amarme tan diferente, tan a tu manera”, empieza diciendo la cantante en el videoclip. Y es que, como en tantos mitos de sirenas, el final para las sirenas siempre es desdichado.
Otra artista que tiene muy presente el mito de La Sirenita es Villano Antillano. La rapera, que ha conseguido posicionarse como uno de los referentes urbanos del momento, charló con nuestra compañera Cris Regatero sobre lo importante que fue este cuento para ella de pequeña. Como persona trans, por primera vez, se veía reflejada en un personaje. Y es que la historia de La Sirenita es la de una persona que lucha por ser quien es, sin importar lo que opinen los demás.
“Yo crecí con películas de Disney. Estuve con La Sirenita a full. Como chica trans me fascinaba que de piernas para abajo nadie sabía ni importaba, ¿entiendes? Me identificaba mucho con eso”, nos contó la artista en una entrevista que saldrá para LOS40 próximamente.
Ana Mena y los cantos de sirena que enamoran
Ana Mena también ha querido representar el mito de las sirenas en su nuevo videoclip junto a Gué. La malagueña ha contado su propio cuento marítimo en Acquamarina. Ana ha encarnado a esas sirenas que salen del mar para enamorar a hombres. Esas criaturas que, por desconocimiento de cómo funciona el mundo, son vistas como mujeres inocentes que necesitan ser salvadas. Esa historia que hemos visto en ficciones como Splash o la famosa serie H2O.
Ana encarna a esos personajes que son vistos como salvajes para el resto de los mortales por sus costumbres tan diferentes. Esas criaturas que necesitan adaptarse para que el mundo las vea como iguales. Un mito que nunca termina bien.
Aitana: la sirena que llamaba a los marineros
En la cultura griega, las sirenas poseían una voz musical atractiva e hipnótica con la que embrujaban a los marineros. Con el paso de los siglos este mito se transformó hasta mostrar a estas criaturas como personajes amigables que solo quieren conocer a los marineros. Es el caso de Aitana en el videoclip de Presiento. La catalana y los chicos de Morat representan una escena de la Odisea de Homero. Mientras que el grupo representa una versión moderna de la tripulación de Ulises, Aitana es esa sirena que canta desde las rocas.
De hecho, el propio grupo empieza la canción describiendo a una sirena de la Odisea: “Sé que el instinto me intentó avisar que conocerte tal vez no era lo mejor. Que eres experta para enamorar y no te importa cuantos caigan por error”.
Shakira, la próxima estrella en transformarse en sirena
El mito de las sirenas en la música sigue vigente. Y es que este mismo año, coincidiendo con el estreno del live action de La Sirenita con Halle Bailey, son muchas las artistas que se van a tirar al mar. La próxima cantante en convertise en pez es Shakira. La colombiana, que lleva un año lanzando solo éxitos, encuentra la calma en el mar en el vídeo de su próximo tema con Manuel Turizo: Copa Vacía.
Shakira, que lleva tres décadas sobreviviendo a la industria musical, es la prueba de que las estrellas pop, como las sirenas, no tienen lágrimas. Pero en su caso, le ha dado la vuelta a las palabras de Andersen, y si no llora es porque fact
Alberto Palao
Periodista musical. Me gusta comer burritos y...