The Rolling Stones, Shakira, Rosa Linn, Dua Lipa con Blackpink: la vuelta al mundo en 7 minutos

Esta semana La Máquina del Tiempo llega más internacional de lo habitual: con presencia de un par de artistas de nacionalidades poco frecuentes en el universo del pop. Empezamos con una de ellas: la armenia Rosa Linn. Fue número uno el 14 de enero del año pasado con Snap, la canción con la que representó a su país en la edición de 2023 del festival de Eurovisión. Era su segunda semana no consecutiva en lo alto, ya que unas semanas antes había estado en lo alto en plena Navidad.

El 19 de enero de 2019, hace por tanto cinco años, la primera posición fue para Kiss and make up, tema que reunió a Dua Lipa con las surcoreanas Blackpink. Fue el segundo número uno para un artista de K-pop en LOS40. El primero fue el celebérrimo Gangnam style, de PSY, en diciembre de 2012 (los chicos de BTS lo lograrían en 2020 con Dynamite). Otra colaboración, esta vez made in USA, se instaló en el puesto de honor en enero de 2014, hace diez años: Monster, a cargo de Eminem y Rihanna.

Nuestra querida Amaia Montero regresó al número uno el 17 de enero de 2009, hace quince años, con Quiero ser. Había terminado el año anterior en la primera plaza. Otra gran voz nacional, David Bustamante, triunfó en la lista justo hace veinte años con Devuélveme el aire. La canción estaba incluida en su segundo disco, Así soy yo, el quinto más vendido en España aquella temporada.

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El 16 de enero de 1999, hace veinticinco años, Shakira consiguió por primera vez en su carrera ser número uno de LOS40 gracias a Ciega, sordomuda. Después llegarían otros 19, lo que la convierte en la artista femenina con más números uno en la lista y la segunda en total (por detrás de Alejandro Sanz, que tiene 25). El rockero canadiense Bryan Adams fue quien se encaramó a lo más alto hace treinta años, en 1994, con su balada Please, forgive me.

Una semana más, vamos a retroceder hasta 1984 para disfrutar del número uno de hace cuarenta años. Se trata de Undercover of the night, de los colosales The Rolling Stones. El tema abría su álbum Undercover, que situó a la ya entonces veterana banda británica, que había vivido días de gloria en los sesenta y los setenta, en mitad del estallido del pop colorista de los ochenta. Lo cual posiblemente influyó en su ritmo bailable, que contrasta con el tono político de la letra.