El FOMO: Vas al concierto de Taylor Swift, ¿pero de verdad te gusta?

El FOMO es una de esas palabras que se han vuelto típicas en el vocabulario de las nuevas generaciones, pero aún no tiene un hueco en la RAE. El término viene de la expresión en inglés: 'Fear of missing out', cuya traducción al castellano es 'miedo a perderse algo'. El uso de la palabra se ha extendido entre los más jóvenes, pero ¿en qué afecta realmente? El FOMO es una patología psicológica que se describe como una aprensión generalizada de que otros podrían estar teniendo experiencias gratificantes de las cuales uno está ausente. Es un tipo de ansiedad social que se caracteriza por un deseo de estar continuamente conectado con lo que otros están haciendo y no querer perderte nada.

En los últimos días, nos hemos dado cuenta de que este problema también afecta a la cultura pop fuertemente. Tiktok también ha contribuido a que esta ansiedad aumente entre la población que consume la plataforma. Sin duda, afecta a todo tipo de campos, pues una parte de la sociedad quiere estar subida en la ola de lo que se lleva. Desde el libro que está de moda —habrás visto miles de vídeos hablando sobre el nuevo fenómeno fan, la saga de Alas de Sangre—, el maquillaje viral del momento, la nueva exposición que lo está petando en el centro de Madrid o la diva del pop que visita tu país con su gran Tour.

En el día de ayer, vimos como Taylor Swift volvió a revolucionar el país al anunciar su segundo concierto en el Santiago Bernabéu de Madrid, el próximo 29 de mayo. El fenómeno que maneja la de Pensilvania con su The Eras Tour ha hecho que gran parte de la población necesite tener sus entradas ya.

Hay muchos fans que llevan esperando este momento desde hace años, pues la última vez que la cantante de Red pisó nuestro país fue en el año 2011, durante el paso de la gira de su tercer disco, The Speak Now World Tour, en el antiguo Palacio de los Deportes. Algunos se quedaron con las ganas de volver a verla en el Mad Cool de 2020, ya que este se canceló por la pandemia.

Pero hay otra parte de la población que no esperaba con tanta ansia este concierto, ni siquiera la escuchaba en su día a día, pero aún así decidieron comprarse la entrada para su nuevo tour a causa del FOMO. Un ejemplo es Carlos García de 26 años, estudió periodismo y es fan de la cultura pop. Él mismo habla de como se dejó llevar por la emoción del momento al comprar su entrada para ver a la cantante de Love Story.

El punto de vista de un fan

¿Crees que has comprado alguna entrada para un concierto por FOMO? ¿De qué artista?

Sí, no solo una, creo que he comprado varias. Y gastándome mucho dinero. Me voy a ver a Taylor Swift a Londres porque me quedé sin entrada para Madrid. Lo hice impulsado por el FOMO que me provocaba quedarme sin ver el concierto del que todo el mundo estaba hablando. También por el fenómeno “Billete dorado de Willy Wonka” en el que se ha convertido conseguir entrada. Es todo un proceso que se hace en grupo: te registras, luego te mandan un código (o no) y finalmente entras en la cola virtual, donde también te puedes quedar sin entrada. Siendo un proceso tan complicado, quieres ser uno de los elegidos, ¿no? Es como jugar a la primitiva y que te toque un premio. El problema es que al final el que pagas eres tú.

¿Taylor era una de las artistas que más escuchabas antes de conseguir la entrada para el tour?

Tengo que reconocer que durante una época de mi vida sí que escuchaba mucho Taylor. Red, 1989 y Reputation estuvieron en mis playlists hace mucho. Pero hoy no la escucho tanto como para gastarme los 300 euros que me ha costado (más el viaje a Londres y el alojamiento).

¿Llevabas años esperando que volviera a dar un show en tu ciudad?

Sí, hace años que quiero ver un concierto suyo. Pero no sabía que hacerse con una entrada iba a ser un quebradero de cabeza y un pozo de disgustos. Lo cierto es que, a estas alturas, con mucho menos dinero en la cuenta, hubiese preferido no tener la necesidad de ir a ver a Taylor Swift.

¿Qué crees que pasó para que te la acabases comprando?

Fui esclavo de mis impulsos. Tenía claro que quería ir a verla a Madrid. Vivo aquí y me parecía el super plan, pero hacerse con una entada fue muy complicado. Al final, a través del amigo de una amiga, conseguí ticket junto a la persona con la que quería ir. Era vivir esa experiencia con quien quería, pero no donde quería. Me pudo el momento.

A día de hoy, ¿quieres realmente ir al concierto?

Quiero ir. Quiero ver a Taylor, pero no, no pagaría el dinero que pagué hace unos meses por la necesidad de hacerme con una entrada (que parecía un horrocrux de Harry Potter). Al menos ahora en mi visita a Londres podré ver los estudios de Hogwarts, donde también me sablearán un pastizal por una varita de plástico. Pero sí, también tengo FOMO de eso...

Este caso no es uno aislado, no sé en vuestro grupo de amigos, pero en el mío, varios de ellos se arrepienten de comprar entradas para varios artistas que adquirieron por el hecho de "no perderse ese momento". De estos casos hemos hablado con un estudiante del máster de psicología y que se está especializando en el FOMO.

Punto de vista de un profesional

¿Cómo defines el FOMO? ¿Crees que realmente afecta a la vida de las personas y a como nos relacionamos socialmente?

Lo voy a explicar con un ejemplo: Tengo un grupo de amigas y yo tengo un examen mañana y en vez de salir con mis amigas les digo que me tengo que quedar en casa porque tengo que estudiar. Pero tengo el miedo de que justamente esa noche pase algo súper guay y que todas esas personas tengan esa experiencia en común pero yo no la tenga con ellos. Al final, como las experiencias son algo compartido, yo tengo ese miedo de perderme esa oportunidad. Y al final la gente prefiere asistir al evento antes que ser responsable y quedarse en casa.

Claro que afecta a como las personas se relacionan, si tienes ese miedo a perderte algo súper guay, seguramente estarás diciendo que sí a planes que igual no es necesariamente lo más necesario para ti o lo más adecuado, porque quizás tienes un examen o te sientes socialmente agotada y bueno, igual lo que mejor te vendría a ti en este momento sería quedarte en tu casa. Eso es el FOMO, porque al final es como cualquier otro miedo, pero en este caso te afecta porque empiezas a hacer cosas cuando quizás no es necesariamente lo correcto para ti.

Es un miedo como cualquier otro, por eso la gente actúa diferente. Se trata de una ansiedad, un miedo a no tener una experiencia compartida con los demás

La gente que padece este fenómeno, ¿actúa diferente?

Empiezas impulsivamente a decir que sí a planes, cuando quizás no es lo más adecuado para ti. O puede ser porque quizás no te apetece, pero igual tú te apuntas al plan porque te da miedo perdértelo o no ser involucrado. De cierta manera está asociado a ese miedo de aislamiento social, a no sentirse como parte de una unidad, como de parte de un grupo. Y es un miedo como cualquier otro.

¿Qué consejo le darías a una persona que se está dando cuenta de que tiene FOMO y no sabe como evitarlo?

Pues antes que nada es empezar por reconocerlo. Decir: 'Sé que tengo un miedo'. Es un miedo como cualquier otro. Como tener el miedo a una araña y como cualquier miedo, hay que empezar a afrontarlo. Si yo constantemente siento el FOMO, tengo esa experiencia, ese malestar y cada vez respondo con 'voy a ir a la fiesta, al concierto...' O sea, respondo a mi impulsividad del momento, lo que hago es empeorar el problema.

Con el tiempo tienes que intentar darte cuenta de qué es lo mejor para ti, si estudiar para ese examen en lugar de salir, si ahorrarte ese dinero en lugar de gastarlo en un concierto que no te apetece tanto... Te irás dando cuenta de que quizás sí que te perdiste algún plan, pero eso no significa que vas a sentirte aislado socialmente.

Te irás dando cuenta de que quizás sí que te perdiste algún plan, pero eso no significa que vas a sentirte aislado socialmente

De todas formas, como cualquier dificultad. Si esto está generando un problema ti perjudicial. Si no estás rindiendo académicamente, si quizás tu rendimiento en el trabajo no es el mismo, ves que está afectando a tu relación en pareja, la familiar... O incluso, tú mismo te sientes súper agobiado o agobiada porque tienes este miedo. La mejor forma, como cualquier problema, es simplemente buscar ayuda de un profesional habilitado. Cuando nos vemos afectados por ello, pues no está mal buscar ayuda para saber cómo trabajarlo. Como cualquier otro miedo o cualquier otra ansiedad, no para de ser una ansiedad ante una pérdida de una experiencia en conjunta con otras personas.

Nadie puede perdérselo

Hoy hablamos de Taylor Swift, porque es la mujer del momento en el mundo y en nuestro país. Pero han habido otros casos parecidos en los últimos tiempos como los tres Bernabéus que ha llenado Karol G o los cuatro conciertos que dio Coldplay en Barcelona reuniendo a más de 225.000 personas.

Todas estas giras tienen varias cosas en común: son multitudinarias, son divertidas, llenas de color y fantasía, de buen rollo. Y sobre todo comparten una cosa, que nadie quiere perdérselas.

Después de leer esta historia, ¿estás segur@ de querer ir a tu próximo concierto por tus gustos o por sufrir FOMO?