Cristina Llanos cumple 49: la mujer que con Dover dinamitó el rock español

No es el primer nombre que viene a la mente cuando se piensa en mujeres clave en el rock español; quizá porque estaba al frente de un grupo en el que había otra chica y dos chicos. Pero no cabe duda de que Cristina Llanos es una figura esencial en el rock patrio de los últimos casi treinta años. Fue cantante, guitarrista y principal letrista de Dover, banda cuya historia no tiene parangón en la música nacional. Un 3 de diciembre, pero de 1975, Cristina nació en Madrid; cumple, por tanto, 49 años.

Pocos grupos españoles adaptaron tan bien en nuestro país el sonido áspero y afilado del grunge como Dover. Se podría decir que ninguno lo hizo como ellos. Y el mérito corresponde a las hermanas Cristina y Amparo Llanos, que se empaparon de aquel movimiento rockero hasta tal punto que tuvieron el enorme talento de importarlo con altas dosis de calidad y desparpajo.

Después de fracasar en los estudios (abandonó las clases tras repetir 3º de BUP), Cristina marchó una temporada a Londres y, a su regreso a España, comenzó a trabajar en la tienda de ropa que su madre tenía en un centro comercial de Majadahonda, a las afueras de Madrid. Fue Amparo, que le saca diez años, quien le enseñó los secretos de la guitarra y la contagió de su entusiasmo por los nuevos sonidos que venían de Seattle a través de bandas como Nirvana, Pearl Jam o Soundgarden.

Su historia, como decimos, es alucinante. Dos hermanas y dos amigos forman una banda de rock, en 1995 publican un primer disco en una independiente del que venden solo 700 copias… Y dos años después, también en un sello indie, lanzan Devil came to me, del que logran despachar más de 800.000 ejemplares. En los emergentes festivales se los rifaban, y ellos dejaban sin aliento al público con un directo feroz e irreprochable. Aquel 1997 ganaron el Premio Ondas y lograron su primer número uno en LOS40 con el tema Serenade, el 18 de octubre. Se convirtieron en un fenómeno que iba más allá de la música.

Salvajes en el escenario

Y las hermanas Llanos se convirtieron en las mujeres que llevaron la bandera del rock en España a finales de los noventa y principios de los 2000. Del rock más fiero: pese a su enorme popularidad, a muchos todavía les chocaba que dos chicas tocasen la guitarra como si quisieran fundirla, saltaran y sudaran en el escenario, brincaran sobre el público… Y que Cristina, al cantar, gritase como si estuviera sufriendo los espasmos de una aguda molestia en las entrañas. Cosas que hasta entonces parecían reservadas a los chicos. Ellas podían ser más cafres.

Su trayectoria se mantuvo en niveles colosales hasta llegó el pequeño traspié de The flame (2003) y decidieron tomarse un respiro que terminó con el lanzamiento de Follow the city lights (2006), disco en el que, sin perder su esencia bravía, apostaban por la electrónica. Un trabajo que, pese a su excepcional acogida, no ha sido todavía puesto en valor del todo por un sector del público y la crítica, pues aquella mezcla de rock y ritmos bailables era novedosa en esos días en nuestro país. Publicaron dos discos más, y tras el último, Complications (2015), Dover se separó.

Y mientras su hermana Amparo (otra heroína) ha retomado su ambición rockera al frente del grupo New Day, en el que además de tocar la guitarra ejerce de cantante, de Cristina nada se sabe. Según un reportaje de EL PAÍS de 2022, Cristina acabó llorando en el camerino tras el último concerto de Dover en 2015. “Terminó aburrida de todo”, dijo en ese artículo Amparo. “Bueno, aburrida no es la palabra. Pensó que ya había hecho lo que tenía que hacer con Dover. Y una vez que se bajó del escenario decidió que no quería volver a saber nada. Cris es muy creativa, muy artista, y se dedica a muchas cosas, pero como parte de ese retiro no le gusta que se sepa. Lo que quiere ser es absolutamente privada”.

Una de las últimas imágenes que hay de ella es una publicación de Instagram de la cuenta de Dover el 8 de marzo (Día de la Mujer) de 2023 —la cuenta sigue subiendo contenidos muy esporádicamente—, en la que Cristina, con pelo corto, y Amparo proclaman: “Nuestra lucha es diaria, solo que hoy nos juntamos en la calle. Por las que se fueron, por las que vendrán”.