La escalofriante historia de Debbie Harry con el asesino en serie Ted Bundy: “Yo sé lo que ocurrió”
Aunque su relato se ha puesto en entredicho, la cantante defiende su veracidad: "Me importa un comino lo que piensen”
La cantante Debbie Harry actuando como parte del grupo Blondie en 1977 / Donna Santisi
El incidente que Debbie Harry lleva décadas contando es escalofriante. Asegura que lo vivió en primera persona, a principios de los años 70, una calurosa noche neoyorkina. Le dolían los pies. Llevaba unos zapatos con altas plataformas. Y no encontraba taxi. Casualmente, por allí pasó un joven apuesto, conduciendo un coche blanco, que se ofreció a llevarla. Y ella accedió. El guapo conductor era Ted Bundy.
Theodore Robert Bundy fue un asesino en serie americano que secuestró, violó y quitó la vida a docenas de mujeres entre 1974 y 1978. Su 'modus operandi' consistía en engatusar a sus víctimas, convencerlas para que montaran en su vehículo y golpearlas hasta dejarlas inconscientes. Entonces las maniataba y las conducía a un lugar remoto, donde las agredía sexualmente y las asesinaba.
El Nueva York de los años 70 podía llegar a ser una ciudad peligrosa en la que abundaban los delitos violentos. Tanto es así que, en 1975, nada más llegar a los aeropuertos, los viajeros eran obsequiados con un panfleto subtitulado 'Una Guía de Supervivencia para los Visitantes de Nueva York', en el que aparecía una calavera con capucha y la frase 'Bienvenido a la Ciudad del Terror'. Era una campaña emprendida por la policía y los funcionarios de prisiones.
A esa ciudad insegura se había trasladado Debbie Harry (la futura cantante de Blondie) a finales de los años 60. Empezó ganándose la vida trabajando como secretaria de BBC Radio, bailarina go-go de discoteca, conejita Playboy o camarera en Max's Kansas City, célebre ‘nightclub’ y restaurante frecuentado por celebridades como John Lennon o Andy Warhol.
Una calurosa noche de verano de principios de los 70, Debbie salió de su casa dispuesta a divertirse en un club ‘after-hour’. Se había puesto sus zapatos de altas plataformas y apenas podía caminar… “porque mis pies me dolían mucho”. Buscó un taxi. “En esos días había cristales rotos por todas partes. No podía quitarme los zapatos para caminar. Lo intenté, pero era imposible”, contó la artista en una entrevista publicada por The Baltimore Sun en Noviembre de 1989
"Un pequeño coche blanco se detuvo y el tipo me ofreció dar un paseo. Así que continué buscando taxi. Pero él era muy persistente y me preguntó dónde iba. Yo iba a un par de manzanas de allí y él dijo, ‘bueno, yo te llevo’”. Tras el volante había un hombre apuesto, bien vestido, con el pelo oscuro rizado.
“Por alguna razón no había taxis, yo llevaba puestos esos zapatos de enormes plataformas… y ese coche daba vueltas y vueltas", recordaba la cantante en Mojo en 2002. “Finalmente accedí y entré en el coche. Me di cuenta de que había cometido un gran error”.
“En primer lugar, hacía mucho calor en el interior y las ventanas estaban casi cerradas, solo había una ranura de unos 5 cm. El tipo vestía una camisa blanca y era muy guapo. Entonces me di cuenta de que su olor corporal era el peor que había percibido jamás e intenté bajar la ventanilla. Pero vi que la puerta no tenía pestillo y no había manivela. Eché un vistazo alrededor. El coche había sido destripado, estaba totalmente vacío. Los pelos de la nuca se me erizaron”
Sintiendo que estaba en peligro decidió salir de allí rápidamente. Escapar. En la entrevista de 1989, Harry recordaba que metió la mano a través de la pequeña abertura de la ventanilla, empujó hacia abajo y abrió la puerta utilizando el tirador de fuera. “En cuanto él lo vio, intentó doblar la esquina muy rápido. Salté del coche y aterricé en medio de la calle”
Arrestado en 1978, Ted Bundy confesó que había cometido 30 asesinatos en siete estados diferentes entre 1974 y 1978. Fue ejecutado en la silla eléctrica en la prisión de Raiford, Florida el 24 de enero de 1989
Fue entonces cuando Deborah leyó en el periódico un largo artículo sobre el psycho killer y revivió el incidente que ya tenía olvidado. Por primera vez, contó su experiencia en The Baltimore Sun en Noviembre de 1989: “La descripción completa de cómo operaba exactamente, y su aspecto, y el tipo de coche que conducía, y el periodo de tiempo en el que hacía eso, en esa zona del país, encajaba perfectamente. Y me dije, ‘Dios mío. Probablemente era él’”.
La vocalista de Blondie ha explicado muchas veces lo vivido esa noche. Lleva décadas contando la misma historia en entrevistas o libros (como su autobiografía ‘Face It: A Memoir’). Pero son muchas las voces que lo ponen en duda alegando, entre otras cosas, que ni la marca, ni el color del coche en el que el asesino subía a sus víctimas, coinciden. Tampoco existe la evidencia de que Bundy estuviera en Nueva York en esa época.
Pero Debbie Harry asegura que no miente. “Fui muy afortunada”, declaró en Mojo. Y, dirigiéndose a los que la ponen en entredicho, según la revista GQ sentenció: "Me importa un comino lo que piensen. Yo sé lo que ocurrió".
